RETORNO AL ORDEN Y LA LEGALIDAD

Durante casi tres sexenios las riendas de México estuvieron en las manos equivocadas. A partir del gobierno de Ernesto Zedillo el estado de derecho en nuestro país comenzó a debilitarse. De hecho los asesinatos del cardenal Posadas, Luis Donaldo Colosio y Ruiz Massieu durante el salinato, dejaron ver que el orden y la legalidad se habían resquebrajado, que hechos y eventos violentos no vistos desde la época de la Revolución aparecían a manera de presagio anunciando el inicio de una nueva era y la llegada de una nueva clase política, de aprendices de brujos cuyos trucos fallidos traerían sobre México lustros de dolor, pobreza y violencia extrema.
     De Zedillo escribiría en uno de mis libros: “urgidos los mexicanos por un amanecer cálido y soleado… Zedillo nos trae de repente un frío atardecer con nublados que impedían otear hacia delante, resultando al principio casi imposible distinguir el plan de sus patrones, que entre su mucha perversidad, intentan con manifiesto descaro el desmantelamiento total de nuestro país; tanto de la República y sus instituciones, como de la planta productiva nacional” (Análisis y Propuesta, 20 Años de Periodismo Libre, pág. 69)

De Fox señalaba: “Gigante en estatura física, en estatura moral y política fue un enano, genio gris de la simulación y la farsa, torpe destructor de las instituciones y poseedor deleznable de la moral del Tartufo, socio en andadas de Gil Blas e imitador único de Don Catrín; aunque sin las desventuras de este último” (El Hombre que Nunca debió ser Presidente, pág. 11)

Aunque de Calderón mi diagnostico tampoco se apartaría de la realidad: “Amadeo de Saboya fue sincero consigo mismo y con su gente, abdicando a un cargo para el que no tenía la inteligencia y estatura necesarias. Felipe Calderón no lo ha sido. Su engaño y aferramiento al poder han hecho enorme daño a la Patria y sus instituciones… ocioso resulta decir que la población vive aterrorizada intentando hacer su vida ‘normal’… La crueldad de la fauna delincuencial ha subido de tono hasta llegar a límites que ni las bestias salvajes cometerían” (Análisis y Propuesta, 20 Años de Periodismo Libre, págs. 193-194)

Durante los últimos años del desgobierno de Felipe Calderón realicé una recopilación diaria de los principales diarios del país acerca de los crímenes. El resultado es que durante ese sexenio hubo 120 mil homicidios, casi todos impunes, como impunes quedaron los incendios de negocios (cometidos por los delincuentes), las extorsiones, despojos y demás expresiones salvajes y depredadoras de la delincuencia, con o sin organización.

La cuestión es que durante estos sexenios, pero marcadamente en el foxiato y en el calderonismo, las legiones de bucaneros que llegaron al poder en su hambre insaciable de riquezas se abalanzaron sobre los dineros públicos, amafiándose en incontables casos con particulares para el despojo; pero como los ingresos no les fueran suficientes, recurrieron al endeudamiento público dejando a México esclavizado por sabe Dios cuantas generaciones.

En esa orgía de avaricia en la que el dios Mammón se convirtió en su centro de culto, el estado de derecho desapareció y la legalidad cedió el campo a la señora impunidad. Meretriz vulgar, ausente de todo recato y dignidad, al punto que los patos le tiraban a las escopetas, convirtiendo al país en feudo de delincuentes de toda ralea (al amparo y cuidado del poder público); mientras que el ciudadano observante de la ley entró en un túnel oscuro donde el secuestro, despojo, extorsión o crimen le amenazaban a cada paso todos los días. La protección del estado mexicano se convirtió en privilegio de unos cuantos, de gobernantes y ricachones favoritos del régimen. Los demás… los demás pasamos al abandono y desprecio gubernamental.

OCEANOGRAFIA POR FIN ES SOMETIDA AL IMPERIO DE LA LEY

     Así que los ciudadanos nos congratulamos con la decisión del gobierno federal de meter en orden esa empresa dedicada al saqueo de los recursos y dineros nacionales. Durante los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón esta pseudo empresa, que en realidad era simple escenografía para aparentar legalidad, se dedicó al saqueo multimillonario de la Nación (con la complacencia y aprobación gubernamental) en la que los entenados de Fox, los hermanos Bibriesca Sahagún estaban metidos hasta el cuello. Escritoras valientes como Olga Wornat y Anabel Hernández, así como la revista Proceso y otras publicaciones señalaron largas listas de ilícitos cometidos por Oceanografía sin que los gobiernos en turno movieran un solo dedo.

Contratos amafiados, fraudes, renta de barcos a precios estratosféricos y las formas más burdas y sofisticadas que el ciudadano se pueda imaginar estuvieron presentes en los ilícitos cometidos por esta banda depredadora que operó al amparo oficial. Así que en buena la hora que el Imperio de la ley está siendo restablecido en México.

LAS MINAS EN MICHOACAN

Más de 119 mil toneladas de mineral fueron aseguradas por el gobierno federal ya que iban a ser sacados del país en un negocio sucio, perjudicial y denigrante para la soberanía nacional, como se estuvieron sacando durante casi todo el anterior sexenio ¿Y Calderón no lo sabía? El país ya no se gobernaba con la Constitución y los Códigos Estatales, sino por la ambición de las bandas que oficiales o no, caminaban de la mano con un estado tan ambicioso como ornamental, manteniendo a la población en calidad de rehén.

Cuesta trabajo imaginar los millones de toneladas de mineral que eran sacados mensualmente de manera ilícita por los empresarios chinos y sus socios (criminales) mexicanos con la complacencia de los “gobiernos” del cambio, vaciando el subsuelo dominados por una grotesca ambición demencial y ecológicamente suicida. Bienvenido pues el retorno al orden y la legalidad en México, ¡ya era tiempo!

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

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