EL PAPA Y EL PRESIDENTE

Esta semana recordaríamos la gran Reforma del Cristianismo iniciada en la capilla de Wittemberg el 31 de octubre de 1517 (así como sus consecuencias). Sin embargo los hechos actuales nos obligan a tocar dos temas a cual más de importantes, que si bien se originan en mundos tan distantes, a la vez se interrelacionan el uno con el otro ¡religión y gobierno!

En estos días hemos visto el desliz terrible de dos líderes: uno de la iglesia católica, el otro del poder ejecutivo de nuestro país. Igual de graves, igual de dañinos, capaces de desnudar espiritual y políticamente a cada uno en lo suyo.

DESVÍO Y DESLIZ PAPAL

       Durante siglos gran parte de los católicos (las corrientes cristianas emanadas de la Reforma lo rechazan tajantemente por carecer de apoyo bíblico) han creído en la llamada infalibilidad papal; un dogma originado en el 1er Concilio Vaticano en julio de 1870, es decir, de reciente cuño.

Urgidos por espacio e importancia de los temas, nos limitaremos a señalar que la reciente declaración del Papa Francisco abriendo las puertas de la Iglesia a los homosexuales, es contraria a lo que enseñan las Escrituras. El Papa dijo entre otras cosas: “Los homosexuales tienen dones y cualidades que ofrecer a la comunidad cristiana”.

Declaró además en un tono políticamente adecuado –como gustan de hacerlo los jesuitas- “¿Quién soy yo para juzgar a un gay?”Cierto, para juzgar a persona alguna realmente carece de derecho, pero juzgar las malas acciones, no solo es su derecho ¡es su deber! La Escritura dice al respecto: “¿O no sabéis que los santos (es decir, los verdaderos creyentes) han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? (1ª Cor 6:2).

El punto es que si el Papa y los que pretenden diluir una fe cuyas normas han sido establecidas por Dios mismo (Biblia), normas que son inmutables como el Dios que las ha revelado; o no entienden el texto anterior o ya lo olvidaron. Para su fortuna el apóstol Pablo les aclara el asunto y no queden dudas, pues aunque Dios ama al pecador, en su santidad aborrece el pecado. ¡No hay de otra!: No erréis; ni los fornicarios… ni los afeminados, ni los que se echan con varones… heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” (1ª Cor 6:9-11).

El Papa sabe perfectamente que las relaciones homosexuales son pecado delante de Dios, como igual lo son el narcotráfico, el homicidio, el robo, etcétera. Lo que confunde entonces a muchos feligreses en su grey, es la apertura eclesial sin compromiso a este grupo de manera publicitada y corporativa (sin exhortarles al arrepentimiento y a un cambio de vida).

Las puertas de la Iglesia ciertamente deben estar –en tanto que Jesucristo retorna- abiertas para el pecador que se arrepiente de su vida licenciosa y rebelde, que decide enderezar su vida y rendir su corazón a Dios para encontrar paz y salvación. Pero no pueden admitir al pecador que se regodea en sus faltas, que continúa y desea permanecer en su vida de siempre, pues la Iglesia no es ningún club ni vende membresías al estilo mundano. Hay espacio para todos los pecadores. Pero el camino es recto y angosto y no todos los pecadores están dispuestos a creer de todo corazón, arrepentirse y rendir su vida al Creador. El precio de la salvación pagado en el Monte Calvario fue demasiado alto como para menospreciarlo, para simplemente llenar templos vacíos, sería blasfemo. Esperemos que Roma no siga pareciéndose a la Babilonia del Apocalipsis pues como bien saben, su destino final será trágico y amargo.

ENCUENTRO EN LOS PINOS

     El asunto de los desaparecidos de Ayotzinapa ha estado plagado de dificultades, la mayor parte fabricadas por los golpistas ladrones y saqueadores. Sin embargo el encuentro por cinco horas del Presidente con los padres, abogados y demás padrinos de la “causa” puede considerarse un error muy desafortunado. Primero, porque apenas salieron de Los Pinos y ya estaban hablando mal del Presidente y del gobierno. Segundo, porque después de la estela de destrucción que han originado con sus reclamos directa o indirectamente en Guerrero y algunas otras ciudades del sur (sin cuestionar su dolor de padres, eso es otra cosa) ha ocasionado que los ciudadanos que sostienen de pie este país se pregunten si nomás hay Presidente para los revoltosos y los vándalos ¿o es igual el trato para todos?

El mensaje para los mexicanos que trabajan y se esfuerzan fue pésimo. Decenas de millones de mexicanos en sus penas saben que jamás serían recibidos en Los Pinos, y las penas duelen igual, sean pacíficos y trabajadores, o vándalos como suelen ser los alumnos de Ayotzinapa ¿Premio a los que causan conflictos y mantienen en vilo al país, e indiferencia total para los que trabajan y aportan sin causar conflictos (además de pagar impuestos)?

Eso por un lado, por otro, los padres estamos obligados a saber en qué y dónde andan nuestros hijos. Los padres de los desaparecidos ya sabían a qué tipo de escuela habían metido a sus hijos, que no es otro que un foco de insurrección, formadora de cuadros de esa pseudo izquierda silvestre y anarquista promovida por los zánganos que la controlan (CNTE y demás). Sus hijos no desaparecieron del aula, andaban a 200 kilómetros de la Normal, en camiones robados, algunos armados y su misión era romper una reunión de la esposa del narco presidente municipal de Iguala. Debieran saber que en esas acciones hay riesgos y no exigir que se los devuelvan vivos a toda costa.

Hace siete meses perdió la vida uno de mis nietos, tenía 20 años y era estudiante de medicina. Iba a la playa un fin de semana, en Colima se accidentaron. Su servidor sería estúpido si le exigiera al gobierno que me devolviera a mi nieto vivo (vivo salió de Guadalajara). En la carretera hay riesgos. No se diga en Iguala al pretender romper una reunión de delincuentes metidos a políticos.

Y así como reclaman con tanta energía sus desaparecidos; con mayor molestia los ciudadanos que pagan la educación de los de Ayotzinapa, de Normales y Universidades reclaman resultados. Esperan que su dinero se aproveche en las aulas preparando las generaciones que sostengan a México en al futuro, y no se tire a la basura en hordas de vándalos que no quieren estudiar; que en un manifiesto resentimiento desean mejorar su condición por la fuerza y sin esfuerzo alguno de su parte. Así no es la vida

PROPUESTA O CONCLUSIÓN

     Los líderes religiosos y políticos deben volver a las raíces, a tomar ciencia, sabiduría  y autoridad en aquellas cosas que les legitiman, que no son otras que la Biblia y la Constitución respectivamente. Su trabajo no debe sostenerse en apoyos ilegítimos, en los aplausos del exterior, mucho menos en encuestas o aprobación de ONG’S.

Por su parte judíos, católicos, protestantes, etcétera, deben abrevar de las Escrituras hasta saciar su sed interior lo cual les permitirá conocer la voz y voluntad de Dios, pues por lo que se aprecia, muchos de sus líderes ya usan otros manuales ajenos al Divino (Biblia). Igual los ciudadanos, conocer la Constitución les permitirá pedir u oponerse (dependiendo el caso) a los excesos, omisiones o desviaciones del poder público ¿O usted que considera, lector?.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

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