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Cuando Jorge Negrete cantaba con manifiesta alegría y convicción su “México lindo y querido” definitivamente eran otras las condiciones. ¿Si viera su país en la situación en que se encuentra cantaría lo mismo, o se iría a vivir (y morir) a Miami? como lo hacen la mayoría de los artistas en la actualidad. Retrocedamos un poco.

Abandonando con menosprecio y cinismo los postulados de le Revolución social de 1910, los gobiernos a partir de los años setenta sepultaron ese movimiento que trajo prosperidad y estabilidad a la República, abandonándose gradualmente a la corrupción y el desorden administrativo. Era previsible el retroceso, no así las terribles consecuencias en las que nos encontramos

Por principio de cuentas una fauna delincuencial ensoberbecida, en muchos casos en complicidad con las policías, fue minando el estado de derecho hasta controlar el uso de la fuerza y doblegar al propio gobierno. Sumido en el terror, el ciudadano no sabía si ese día sería secuestrado, asaltado, su negocio extorsionado (o quemado al no ceder) o su familia retornaría con vida. Bastaron doce años de incapacidad para que se engallaran los criminales y tomaran control de una gran parte del territorio nacional.

El gobierno del Presidente Peña Nieto ha emprendido una batalla frontal contra la delincuencia, sin embargo y tomando en cuenta el presupuesto y el alarde mediático los resultados convencen a pocos. La mano firme de la ley no parece tanto en los hechos. Que un vulgar criminal como “la Tuta” no pueda ser capturado es una burla, descrédito manifiesto ¿Cómo justificar que todavía haya bloqueos y tiroteos en Reynosa?

La mayoría desconoce el gasto que ha ocasionado esta lucha, pero entre armamento, vehículos, helicópteros, aviones, uniformes, viáticos, etcétera, la suma debe ser estratosférica (muy probablemente de dinero prestado) y los resultados más de televisión que de un efectivo retorno al orden.

Paradójicamente quien debiera velar por los intereses de los ciudadanos, es decir, el Poder Legislativo, años ha que es ajeno al pueblo. Perdidos por la ambición, su esfuerzo se reduce a producir leyes a rajatabla que no se cumplen o a modo para que Ejecutivo pueda llevar adelante su proyecto, lo cual no significa que necesariamente sea a favor de México. Los resultados nos lo dirán, mientras tanto queda a su favor el beneficio de la duda.

El problema sin embargo es que diputados y senadores se dedican a velar únicamente por ellos y sus partidos (aunque aseguren lo contrario). Pero no son los únicos, gran parte de los funcionarios públicos en los últimos sexenios está interesado de manera obsesiva en saquear el país. En enriquecerse lo más pronto posible y sin problemas legales posteriores. En otras palabras ¡impunidad total!

Esto por un lado, por otro vemos que su vanidad ha rebasado todos los límites. Gobiernos federales, estatales y municipales han gastado en los últimos tiempos con una irresponsabilidad nunca antes vista; sin verdadera planeación ni beneficio social alguno (si acaso en las declaraciones y publicidad en los medios). Alérgicos a la austeridad y reordenamiento financiero, derrochan los dineros públicos (y los venidos de préstamos) con escalofriante alegría ¿Acaso no piensan que tarde o temprano la gigantesca bola de nieve les aplastará también a ellos? Obnubilados por la ambición viven fuera de la realidad, enajenados con su vida principesca mientras la desesperación social sigue en aumento.

País de derroches y deudas, los documentos en manos de los prestamistas esperan el momento oportuno (casi siempre de debilidad institucional) para hacerse del país. Mejor dicho ¡de lo que queda de México!

Nadie en el gobierno se interesa en optimizar recursos, al contrario, cero austeridad, cero reordenamiento financiero. La moda es aumentarse los presupuestos (sin preguntarse siquiera de donde vendrán esos dineros), subirse los sueldos al triple o cuádruple que los gobiernos europeos de primer mundo, engrosar la nómina con amigos y favoritos(as), mandar hacer ropa especial bordada con los logos (y ayudar al socio o amigo), comprar vehículos aunque no se necesiten, viajar como enajenados con viáticos sin límite. En síntesis: ¡La irresponsabilidad total!

Los actos públicos oficiales se han convertido en costosas exhibiciones faraónicas para que los gobernantes (en los tres niveles) luzcan ante los medios, derrochando recursos que se pueden utilizar en un país de tantas carencias. La Biblia señala “en el barbecho de los pobres hay mucho pan, pero se pierde por falta de juicio”.

Un caso que refleja la condición de algunas zonas de México es el Estado de Oaxaca, en el que una organización delincuencial (sección 22, CNTE) tiene control total del poder y los dineros púbicos y un títere que se dice gobernador aparenta dar legitimidad a lo que es ilegal de origen. Mientras que la población que produce vive sometida a las hordas de zánganos violentos, y sin un gobierno que le proteja.

Vivimos por desgracia en el reino de los derechos humanos y enemigo jurado de los deberes. La cultura del esfuerzo en la que fuimos formados en las generaciones pasadas ha sido suplida por la de los derechos. Todos exigen ahora, pero casi nadie quiere hacer su parte en el contrato social.

Otra muestra del México que dejó ser lindo y querido es la reforma hacendaria, eficaz en el discurso, pero difícil de cumplir por las mayorías. Hacer una factura requiere de maestría y doctorado en informática. En lo personal (como escritor) fui al SAT a que me enseñaran como hacer uso de las facturas que ofrece hacienda. Muy bonitas instalaciones, de primer mundo, personal amable, pero tengo cuatro días intentando hacer una y literalmente es imposible. Me pregunto, si teniendo una formación universitaria no puedo ¿cómo harán los campesinos, los tianguistas, aquellos ciudadanos que ni siquiera saben utilizar una computadora para cumplir con los nuevos deberes fiscales? Es obvio que el Presidente desconoce estos absurdos, de lo contrario ya se hubiese puesto remedio ¿o se trata de que los que no sabemos compremos determinado programa para que sí funcionen las cosas?

Ante todas estas cosas y muchas otras que sería imposible enumerar pero que agobian este país, podemos decir sin temor a equivocarnos que México ya no tiene nada de lindo, su pésima conducción ha hecho que el amor por la Patria se enfríe, pues no tiene caso invertir la vida cuando los que deben poner el ejemplo viven afanados y enloquecidos por las riquezas.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

e-mail: mahergo50@hotmail.com

Correos recibidos: a Ma. Elena Gómez M, Myriam Levy, Andrea Platner, Natalia Galindo, Patricia Díaz Santana, Yolanda Guzik, Elena Hanono y Rosy Ramos les gustó el artículo anterior. En cambio Paulina Dieck Prado y su papá (Tawfiq Dieck Abularach) me acusan entre otras linduras de “ignorante de los desarrollos históricos que han ocurrido en el Medio Oriente”, diciendo además que ”Jesucristo desplazó a quienes ya habitaban el Lugar” (es decir, Israel). Pueden expresarlo, pero no dejan de ser disparates.

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Tal parece que Occidente no aprende. Una y otra vez cae en el engaño del fanatismo islámico, ya sea por ignorancia cultural, ya sea por odios raciales contra el pueblo judío (que es el caso actual), que aunque disimulados, ante la primera oportunidad salen en tropel.

En mi libro Crepúsculo Final, El atardecer de la Humanidad (2010), advertía ya el peligro de una guerra contra occidente gestada por y desde el mundo árabe y musulmán. Entre otras cosas compartía parte de una entrevista del entonces presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad al principal diario de su país (2006), en la que el belicoso sujeto declaraba: “ser parte de un grupo selecto de hombres escogidos específicamente por el duodécimo Imán para ser sus representantes y ayudantes en el mundo antes de su retorno… de que el Imán le dio la presidencia para una tarea específica: provocar ‘un choque de civilizaciones’ en el que el mundo musulmán, liderado por el Imán (el duodécimo Imán o Mahdi es considerado el “mesías” islámico), enfrenta al Occidente ‘infiel’, liderado por Estados Unidos y lo derrota”(pág. 67).

De manera que el secuestro de los tres jóvenes israelíes asesinados por los islamistas de Hamas, fue el pretexto de los terroristas palestinos para iniciar la guerra contra Israel, a quien desde siempre ellos y la mayoría de los países árabes (con Irán a la cabeza) desean “echar al mar”. Guerra cuyos mayores efectos han sido mediáticos por cuanto casi todos los medios en el mundo, tanto impresos como electrónicos, se han puesto voluntaria o involuntariamente al servicio de Hamás (CNN a la cabeza) al convertir a los terroristas en “victimas” y a los agraviados en malvados “agresores” .

No existe nada más deleznable que mentir con la verdad, que en este caso es difundir en los medios la muerte y sufrimiento de los palestinos, pero ocultar lo que estos terroristas están haciendo contra la población y el Estado de Israel, incluso que ellos son los que iniciaron la guerra. La mayoría de las personas alrededor del mundo ignoran en realidad lo que ha estado sucediendo en Medio Oriente y de ello se han encargado las grandes televisoras, cadenas noticiosas y no pocos periódicos.

La periodista italiana Oriana Fallaci lo advertía antes de morir a causa del cáncer. Acusaba a la izquierda y a la Unión Europea (la llamaba Eurabia) por su desenfrenado filoislamismo, de entregar a Occidente en brazos de los musulmanes: “El Islam, ávido, rastrero, ambiguo. Su hambre y sed de conquistar, de sojuzgar. Su culto a la Muerte, su placer por la Muerte. Su doblez, su deslealtad. Occidente ciego, sordo, chocho…” (Oriana Fallaci se entrevista a sí misma, pág. 179).

La cobardía de los criminales de Hamas es repugnante. Han lanzado contra la población israelí miles de cohetes y misiles (incluso contra su propia gente para luego echar la culpa a Israel), contra aeropuertos, edificios públicos, habitacionales, etcétera, y luego corren a esconderse entre mujeres y niños para evitar la respuesta del país agredido (son expertos en controlar medios y en abusar de la mentalidad occidental, manipulando el amor y la misericordia de los occidentales; cuando para ellos esto no significa absolutamente nada, de lo contrario no expondrían a sus mujeres y niños; solo los cobardes sin extrañas son capaces de cometer semejante infamia).

Por si faltara algo, aun en Guadalajara algunos periodistas y colaboradores de diarios han presentado esta guerra palestino-israelí de manera deformada y falsa, provocando odio y animadversión contra Israel y contra los judíos en general. Es el caso de Juan García de Quevedo, que en reciente y extenso artículo titulado EL PUEBLO JUDIO escribe entre otras cosas:  “Esclavo gran parte de su historia, ahora se ha convertido en amo implacable… sufrió las persecuciones por llevar sobre las espaldas y en la frente el señalamiento de ser un pueblo deicida, ahora establece su hegemonía a golpe de metralla… no puedo entender… que afile sus despiadados dientes sobre un pueblo indefenso como es el palestino, masacrando mujeres, niños, población civil y dejando toda destrucción posible”. ―Más adelante agrega―: “Después de la Segunda Guerra Mundial, el Estado de Israel fue inventado en un escritorio de Londres…” (Mural, 18/Agosto/2014).

Demasiado veneno en tan poco espacio. Por fortuna Mural es un diario con apertura, permitiendo la publicación de un comentario enviado por el suscrito apara aclarar algunos puntos (22/Ago/2014) con el cual concluimos, en espera de que la verdad desenmascare la maldad de los terroristas de Hamas (y de los antisemitas incrustados en los medios), como también sirva para alertar a Occidente del terrible peligro en que se encuentra:

“ DENOTA ANTIJUDAISMO: El artículo de Juan García de Quevedo titulado “El pueblo judío” (Mural,18/08/14), no solo exhibe el antijudaísmo feroz del autor, le agrega ignorancia bíblica, teológica e histórica. Acusar al pueblo judío de deicida, es la mayor estupidez que se pueda decir. Dios no tiene principio ni fin, además, es autoexistente y nadie le puede quitar la vida.

Jesucristo, como Mesías de Israel y de la humanidad toda (claro, la que crea en Él y decida amarle y seguirle), se ofreció a sí mismo para traernos redención, para reconciliar a la humanidad caída con su Creador, de lo contrario nadie se salvaría, pues Dios el Padre no permite la impunidad como lo hacen los gobiernos de la Tierra. A eso se refería cuando dijo “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar” (Juan 10:17-18)

Entendiendo el valor de la libertad de expresión, García de Quevedo debe saber que Dios le dio a Israel esas tierras hace nada menos que 4 mil años. Que cuando Jesús vino, murió y resucitó se llamaba Israel, y no es sino hasta el año 135 d.C., en que luego de una guerra contra el imperio invasor, los romanos les expulsan de su país y en castigo le cambian el nombre a “Palestina”. Históricamente el pueblo palestino no existe, es un conglomerado de árabes de diversas nacionalidades que comienza a mencionarse como tal a principios del siglo veinte (así como los “latinos” en EU).

Hamás es un grupo terrorista con la misma cosmovisión de los que derribaron las torres en Nueva York y dinamitaron el Metro de Madrid. Luego de lanzar miles de cohetes contra Israel, han tomado a sus propias mujeres y niños para evitar la respuesta de quienes están defendiendo su país y su población (así de simple)”.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

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Lamentablemente la ciudad de Guadalajara, al igual que la mayor parte de la zona metropolitana, padece desde hace muchos años la ausencia de buenos gobiernos. Para desgracia de sus habitantes, hordas de ambiciosos e improvisados han llegado al poder tomando como simple botín y plataforma política, desentendiéndose de las responsabilidades de la segunda ciudad más grande de la república.

Lejos ha quedado aquella ciudad limpia, segura, amable, de avenidas nuevas y amplias, de cuidados y bellos jardines, para dar paso a una urbe deforme, anárquica, con desigualdades sociales insultantes, insegura, extremadamente sucia y para colmo golfa, desentendiéndose o rentando parques simbólicos como sucedió con el Alcalde (el defeño Coll Carabias se atrevió a hacerlo) y aventando a particulares el cuidado de los camellones. Ante esta catástrofe el ciudadano se pregunta ¿Porqué pagar impuestos a gobiernos de utilería como estos, por su linda cara?

La zona metropolitana en general está impresentable, sucia, alérgica a la escoba y la pintura, pero sus gobiernos no lo ven. Quizá desde el helicóptero o por las colonias “nice” donde viven o circulan no es el mismo panorama. Confundidos con el glamour de los exclusivos centros comerciales construidos para los ricos, creen que esa es la ciudad. Atrapados en su engaño virtual no conocen la ciudad que dicen gobernar, mucho menos sus necesidades para hacerla habitable, armónica y pacífica.

¿Se puede esperar otra cosa de la clase política, una clase con largas filas de sujetos corruptos y deleznables? No todos por supuesto, pero los más vistos de alguna forma reflejan la moral que impera entre los gobernantes; díganlo si no la “lady” panteones y los legisladores panistas de la escandalosa fiesta en Puerto Vallarta (más hechos para regentear un prostíbulo que para velar por el interés y buena marcha de la República).

Ha faltado visión de estado y sobreabundado ambición, cinismo y corrupción. Sin importar plan urbano alguno y pasando por alto que la infraestructura hidráulica de Guadalajara es vieja y pensada en una ciudad disfrutable (ciegos a causa de su enfermiza ambición), los dizque dueños de la ciudad, al menos así se les observa a los gobernantes, han permitido la construcción de enormes edificios multiplicándose como hongos, complicando servicios y convirtiendo en caos calles y avenidas.

En lugar de formar equipos de ciudadanos capaces que trabajen y saquen adelante la ciudad, han integrado una especie de mafias con amigos, favoritos, de compromisos de campaña, incluso los jurídicos municipales son ahora cueva de abogados inútiles que pierden todos los juicios, cuanto los tapatíos estábamos acostumbrados a que los mejores abogados estaban al servicio del gobierno. De hecho todos los juicios eran ganados. Ahora es justo a la inversa, el caso del cínico exfuncionario de Zapopan (Alejandro de la Cruz) promotor de licencias irregulares mediante juicios para la construcción de torres y que extrañamente le gana todos los juicios al Ayuntamiento de ese municipio, exhibe la inutilidad de los jurídicos, la corrupción de jueces y de cuanta autoridad existe ¡Huele a azufre!, dijera el difunto dictador Hugo Chávez.

Así que mientras los presidentes municipales de la zona metropolitana no acepten la realidad, Guadalajara seguirá entre mugre, decadencia, violencia y caos. Estando el propio edificio municipal en el centro de la ciudad, disimulan de lo que sucede en las noches para no herir la dermis de los grupos de homosexuales que se han adueñado de varias zonas, convirtiendo el centro en sucursal de Sodoma y Gomorra ¿Valen más los reclamos y marchas de estos grupos, que los millones de tapatíos que vivimos a la antigüita, en el modelo familiar tradicional?

Sin olvidar por supuesto el clima de violencia e inseguridad en el que vive la mayoría de los tapatíos.Ajusticiados, encajuelados, asaltos, robos, violaciones y demás manifestaciones de la degradación social son el sello de los gobiernos municipales de la zona metropolitana de Guadalajara en los últimos veinte años. Patrullas nuevas y policías bien uniformados no resuelven el grave problema de la violencia pues no se trata de imagen, sino de hechos cotidianos. Resulta ridículo ver que una vez que sucede un hecho criminal llegue una docena de patrullas y cuando el delito ocurre nunca se presenten los gendarmes ¡ridículo, francamente ridículo!

 

¡CHAPALITA, TIERRA DE NADIE!

 

Otro caso emblemático es la seguridad en la Colonia Chapalita, antaño pacífica y muy habitable. En la actualidad la colonia se ha poblado de giros negros y grandes hoteles lo que provoca la concurrencia de mucha gente, incluso de malvivientes. Los asaltos a comensales en restaurantes es tan solo una de las muchas expresiones de inseguridad, pues la mayor plaga es la del robo a casa habitación que dicho sea de paso ya nadie denuncia. Baste decir que en las últimas semanas los vecinos de la confluencia de Loreto y Asunción han sido víctimas de la invasión de ladrones, y en un perímetro de menos de 100 metros cuando menos seis casas han sido saqueadas, incluso una en dos ocasiones con espacio de apenas un día del robo anterior ¿Y la policía? Bien, gracias.

Resulta lamentable tener un gobierno municipal inútil, muy bueno para conceder o renovar licencias para antros y casinos (a unos metros de las casas robadas, en su esquina con López Mateos hay un casino y a unos pasos un antro), pero totalmente ineficiente para proteger a los ciudadanos ¿No hay policías para cuidar a los ciudadanos o nomas hay para proteger a políticos y giros negros?

 

CONDOLENCIAS

 

Mi más sentido pésame al senador, Mtro. Arturo Zamora Jiménez por la muerte de su señora madre. Un abrazo amigo, la paz de Dios reconforta de manera total y la fe en su hijo Jesucristo nos concede la esperanza cierta y eterna de ese reencuentro final en la casa del Padre.

 

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

 

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Las Sagradas Escrituras son sabiduría divina y eterna para instrucción del hombre. En un texto señala“Pueblo mio, los que te guían te engañan y tuercen el curso de tus caminos“, advertencia que se ajusta de manera cabal a la situación que padece México de parte de sus gobernantes y otros entes públicos que nos tienen al borde del colapso social sin que suden ni abochornen. Lo peor del caso es que la mayoría del pueblo se encuentra en invidencia política.

A partir del docenato Echeverría-López Portillo el país ha estado cayendo en las manos equivocadas, en individuos mega ambiciosos y mediocres, pero sobre todo incapaces de gobernar y por consecuencia de procurar el bienestar de los gobernados. Incapacidad derivada de su corrupción mental y ambición desmedida, ni que decir de sus limitaciones naturales para los cargos públicos.

Francois de Chateubriand escribió en sus valiosas memorias el daño que se produce a un país cuando la clase política repudia la ideología y el interés social para abandonarse en el perverso y nocivo egoísmo: “Educad a los políticos en no pensar mas que en lo que les afecta a ellos, y veréis como arreglan el Estado; no tendréis con ello mas que ministros corruptos y codiciosos”  (Volumen tres, libro vigésimo quinto, pág. 1472).

Para desgracia nuestra los gobiernos postrevolucionarios a partir de los años setenta fueron eliminando a los individuos honestos y capaces formados con la ideología y visión social del movimiento de 1910, supliéndolos con mediocres, parientes, favoritos, compinches y bucaneros carentes de toda visión republicana, de una autentica vocación de servicio publico. Seres egoístas con la mirada puesta en la acumulación de dinero como propósito único (y para eso requerían del poder). Las consecuencias están a la vista de todos, no pueden negarlas aunque pretendieran hacerlo.

Lo cierto sin embargo es que para llegar a esta lamentable situación que presagia un colapso del sistema, se ha de señalar que los partidos políticos (sin distingo) han hecho el trabajo sucio con la mayor irresponsabilidad, negligencia y descaro posible. Su alejamiento del pueblo ha sido absoluto, limitándose a declarar ante los medios una gastada retórica pseudo social que a nadie impresiona ya. Ni siquiera a ellos mismos. Dicho de otra manera: ¡el vacío de las palabras, vacío que ha roto el dialogo entre gobernantes y gobernados desde hace mucho tiempo!

No se puede desatender que las palabras en su sentido positivo conceden vida y esperanza, mientras que en el contrario, cuando son utilizadas con falacia y engaño producen desaliento y muerte, y las Republicas también están sujetas al decir de los hombres de poder.

Para complicar las cosas otros factores unidos a ese vientre canceroso, entes como el sistema educativo y la CNTE cooperan a diario para destruir este noble país llamado México, para dañar a su gente lo mas que se pueda; sobre todo la CNTE y algunos sectores del magisterio que mantienen una visión cavernícola del sindicalismo, considerándose “explotados” cuando la mayoría son verdaderos parásitos sociales, zánganos que viven del trabajo de los mexicanos, aunque ellos peleen y reclamen a diario al gobierno, como si el estado les pagara de su bolsa.

El sistema educativo de toda nación próspera hace las veces del torrente sanguíneo en el cuerpo humano. De su pureza y salud depende la fortaleza de la nación, situación que obliga de inmediato al gobierno federal a meter mano en la educación sin atender los aullidos de las jaurías de lobos sindicalistas impuestos a cobrar sin hacer nada, de mal educar en lugar de educar, de tomar carreteras, plazas y secuestrar edificios, de apedrear y dañar con impunidad cuanto edificio quieran pues para estos anarquistas no hay gobierno ni ley alguna que les someta al orden.

¿Existe alguna ley que permita a los maistros dejar varados en carretera a los viajantes, a los transportistas con sus mercancías (muchas de ellas perecederas), a los enfermos, etcétera? ¿O la dureza del estado mexicano se ha reducido a los causantes cautivos de la SHCP?

Por otra parte, mientras que el Presidente Gustavo Díaz Ordaz dejó al país prácticamente sin deuda publica, sin vender un solo barril de petróleo al exterior, de construir las primeras líneas del Metro en la ciudad de México e invertir proporcionalmente la mayor cantidad en educación superior en la historia; a partir del gobierno de Luis Echeverría se tomó el camino fácil de vivir de fiado, de endeudar al país en lugar de buscar la forma de crear riqueza, destinando los dineros que antes se invertían en el bienestar de los mexicanos para pagar los intereses de la deuda publica.

Ya se ha dicho en esta columna que entre Fox y Calderón crecieron la deuda publica de México en casi un 500 por ciento de como la dejó Zedillo, que ya era mucho decir (sumando la externa, la interna y la de Pemex). Y como cada vez hay menos presupuesto por causa de la deuda, los virreyes (antaño llamados gobernadores) se han enviciado a tan nociva práctica. El caso de Coahuila, Jalisco y ahora Tamaulipas y demás estados socios en esta orgía de irresponsabilidad son señal de alerta que debe ser atendida.

En alguna ocasión durante una entrevista le dije al entonces presidente del PRI estatal en Jalisco (Rafael González Pimienta) que como oposición –gobernaba el PAN en esa época- dejaban mucho que desear, que mejor le quitaran la palabra Revolucionario al logo del PRI pues les quedaba muy grande. El hombre se enojó, pero su servidor mas (toda mi vida he votado por el PRI pues los hombres de la Revolución nos educaron a las anteriores generaciones a tener compromiso social, a amar y comprometernos por el país).

Concluyamos. El presidente Peña Nieto tiene ante si el reto histórico de deshacerse de tantos ambiciosos que sólo nos han traído pobreza, desanimo social y deudas, pero los mexicanos tenemos el deber de abrir los ojos, de ver y aceptar que muchos de los que nos han guiado (o nos guían) desde el gobierno nos han engañado, han torcido el rumbo del país para su provecho personal. Es nuestro deber abrir los ojos y la boca y exigir por los caminos de la legalidad que se ponga orden, de parar tantos excesos y derroches en las finanzas publicas, de pedir la remoción de los bribones y que el gobierno abra las puertas a mexicanos capaces que ayuden a sacar adelante el país, antes de que sea demasiado tarde ¿o que cree usted, estimado lector?

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

e-mail: mahergo50@hotmail.com

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