MUNDO LOCO, INJUSTO E IGNORANTE

El reciente ataque terrorista en Bruselas (31 muertos y 270 heridos) corrobora por enésima vez la estupidez de occidente frente a la violencia e irracionalidad del mundo musulmán, cuya religión no admite al otro, al creyente de otro credo o de ninguno. Para el islamista todos son infieles a los que hay que hacer la yihad pues no dan señales de creer en su (falso) profeta Mahoma.

Este espacio iba a dedicarse exclusivamente a este tema, pero luego de leer el artículo de Luis González de Alba titulado “¿Islamofobia? ¡No: islamo-odio!” (La calle, Milenio Jalisco, 24/Marzo/2016) poco hay que decir al respecto. Excepto sumarse a la argumentación sólida, valiente y directa de este experimentado escritor y periodista.

¿Qué se puede decir después de leer lo siguiente?: “No me vengan con el cuento, válido hace 800 años, de la tolerancia musulmana hacia judíos y cristianos en Granada. O la grandeza de Damasco y Bagdad: de eso no queda nada, ni grandeza, ni ciencia ni tolerancia. Las pintas en Berkeley eran la semana pasada islam is love. Ve a decirle a tu madre y a tu hermana descuartizadas por bombas en Bruselas, degolladas por infringir alguna ley del Profeta asaltante de camellos, apedreadas por haber sido sorprendidas besando a su novio; a tu hermano azotado por no dejarse la barba… Son los tontos útiles, como definían los comunistas cuando iban por la toma del poder y aceptaban ayuda de quienes luego fusilarían”.

Así que el ataque terrorista del martes en Bruselas es una muestra más de la locura que se ha apoderado de la mayor parte de la humanidad, en unos de un modo y en otros de otro. Lo peor es que algunos atarantados traten de defender al islam en los medios. Todavía estaban tibios los cuerpos de los asesinados por los musulmanes en Bruselas y un cura católico defendía al islam en conocida radio de la ciudad de Guadalajara, diciendo que era una religión de paz y que no se podía juzgar a todos por igual.

Es cierto que no se puede juzgar a todas las personas por igual (sino por sus hechos personales), sin embargo resulta evidente que el cura en cuestión nunca ha leído el Corán, pues de haberlo hecho jamás se atrevería a defender lo indefendible. El musulmán puede ser pacífico y tolerante mientras no lea el Corán; lectura que detona el fanatismo criminal. Y es que para el islam, judíos y cristianos simplemente somos infieles. Paganos que debemos ser convertidos a la fuerza, de lo contrario se autoriza violencia y muerte contra nosotros.

Los tontos útiles, así como curas y apologistas ignorantes, deben estudiar y entender que el Dios de judíos y cristianos se revela a través de las Sagradas Escrituras con un mensaje de redención, un mensaje de esperanza por medio del amor. En cambio Alá es una divinidad inventada por Mahoma, quien inventa también su libro El Corán. En síntesis: Yahwéh el Dios del judeocristianismo no tiene nada que ver con Mahoma. El Dios de la Biblia entre sus muchos atributos está la justicia y la inmutabilidad, no es posible que en la Biblia nos dijera que nos ama y en el Corán que nos odia. Sería un ser esquizofrénico, lo cual resulta blasfemo.

Pero como se señala en el título de este artículo, el mundo ha enloquecido. Los uniformes religiosos valen más que la pureza y la consagración. Deportistas, actores y boxeadores ganan millones mientras que científicos e investigadores perciben sueldos ridículos. Se defiende al injusto y se oprime y margina al justo; se premia al vándalo y al revoltoso y se menosprecia al ciudadano trabajador y pacífico. ¿Cómo entender que un patán como Donald Trump aspire a la presidencia del país más poderoso del planeta y que encabece las preferencias de su partido? ¿Acaso no se dijo en el siglo pasado, después de conocer y padecer a Hitler, que no se permitiría jamás la llegada de otro loco violento como él?

En México, el sub secretario Campa Cifrián declaró el pasado jueves 24 el deseo del gobierno de indemnizar a los padres de los vándalos de Ayotzinapa (que andaban delinquiendo, en autobuses robados, con armas, etcétera). En verdad que han enloquecido, a ese paso el chapo y demás criminales exigirán reparación de daños; no importa que los cientos de miles de sus víctimas jamás sean consideradas, mucho menos reparados sus daños. Para eso son los derechos humanos y los medios de comunicación que se presten ¡Para pervertir la justicia y torcer la mente!

Los casos son incontables, injusticias y locura avanzan sin que nadie les estorbe. Se prohíbe con todo el peso de la ley que las personas fumen tabaco, y con mayor enjundia se pelea por la fumada de la mariguana. Se promueve el tequila como la bebida nacional y nadie habla sobre la desgracia del alcoholismo. Se alienta y da rienda suelta al sexo entre la juventud ‒sin distingos incluso de sexos iguales‒ y los muros de la familia son derribados con el marro del hedonismo desbordado, pues como decía Lipovestky: “la familia posmoralista es pues una familia que se construye y reconstruye libremente, durante el tiempo que se quiera y como se quiera” (El crepúsculo del deber, pág. 162)

Curas degenerados en lugar de ser echados del ministerio ―y ponerles piedras de molino a su alcance― y exhibirles a causa de su maldad e indignidad, que dicho sea de paso no solo daña a sus víctimas, sino que mancha las vestiduras de la novia (Iglesia), son defendidos e incluso protegidos. A unos cambiándoles de parroquia, mientras que en países ricos pagando sumas millonarias con dinero que debía ser empleado en obras de misericordia entre los necesitados.

     En toda esta locura colectiva la ignorancia juega un papel determinante. Líderes religiosos que no conocen a quien sirve, como tampoco el verdadero mensaje. Fanáticos religiosos que si conocieran el testimonio e historia de su profeta (en este caso Mahoma) al instante renunciarían a su credo violento y falso. Gobernantes y líderes políticos comprometidos únicamente con su deseo personal de poder y riquezas, ignorantes de la historia de sus propios pueblos como también de la ley y la justicia. Bribones cuyos sueldos mensuales un trabajador lo ganaría quizá en toda su vida laboral. Miles de millones de sin esperanza reproduciéndose como si las cosas pudieran continuar eternamente en el planeta, pero que su ignorancia les impide conocer la crisis y el abismo cercano. ¿Ve porque titulamos de mundo loco, injusto es ignorante el presente artículo?¿O usted que considera?

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

VIDEGARAY: INSENSIBLE, EN OTRA FRECUENCIA

El Presidente Enrique Peña Nieto una y otra vez ha mostrado su interés y disposición en crear fuentes de trabajo, de eliminar trabas burocráticas para que se abran empresas y negocios. Su visión de estado comprende perfectamente la necesidad de facilitar las cosas a los ciudadanos que disponen vida y recursos para sostener de pie la economía de este país.

Lamentablemente no todos en su equipo caminan en la misma frecuencia. En Jalisco las quejas de empresarios y comerciantes a causa de que el IVA no les es devuelto ‒lo que les descapitaliza y entrega en manos del agio‒, ha ido creciendo al igual que la ira reprimida ¿Acaso la Secretaría de Hacienda desconoce que entre más pronto devuelvan el IVA la rueda de la economía camina más de prisa y con ello los ingresos fiscales? Pensar que reteniendo el estado lo que no le pertenece, además de injusto e incorrecto, y refaccionarse con el dinero del contribuyente es bueno, en realidad es falso. Una torpeza. Devolver a tiempo el IVA permite que el causante venda más y pague más impuestos. Considerar lo contrario es miope y mezquino.

Lamentablemente el secretario Luis Videgaray parece caminar en otra frecuencia ajena a la visión presidencial (al menos en algunas áreas). Al descontento contra Hacienda que impera en grandes sectores de Jalisco, Videgaray ha agregado un error más que enemista al causante con su gobierno, en este caso con el Presidente Peña Nieto (que a final de cuentas es contra quien se queja todo mundo, cuando en realidad cada secretario o funcionario es causante y responsable de sus acciones).

Hay molestia, y mucha, entre los comerciantes del Mercado de Abastos ―y sin duda en otros sectores― a causa de una medida draconiana que no solo afecta al causante de manera temporal, sino que lesiona gravemente al ciudadano y expone a la muerte las fuentes de trabajo. Por una simple actualización de datos se han estado bloqueando por Hacienda las cuentas bancarias (fiscales) paralizando los negocios en razón de que no se les permite recibir depósitos, pagos, girar cheques, nada, absolutamente nada ¿Cómo recibir pagos de clientes? ¿Cómo pagar a proveedores, nóminas, etcétera?

Es obvio que el señor Videgaray siempre ha cobrado en la ubre presupuestal y no sabe cómo se gana el sustento diario el ciudadano común. En este caso en particular, levantarse a las 3:00 de la mañana para recibir frutas o legumbres que a diario llegan del campo y que serán llevadas ese día a mercados, fruterías, carnicerías, tianguis y supermercados, pero que antes tienen que ser comercializadas, lo cual no es cosa fácil ni menor. Implica tensión cotidiana pues se trata de perecederos.

     Los comerciantes de ese centro de abastos se quejan del formulario que deben llenar en el Banco una vez que les bloquean sus cuentas, ya que además de no ser desbloqueadas de inmediato (lo que les obliga a cerrar o quedar paralizadas), varias de las preguntas son verdaderamente estúpidas (es la palabra correcta) ¿Cuánto va a recibir o vender este año? Palabras más, palabras menos. ¿Cómo va a saber una persona cuánto va a vender, si al día siguiente sus clientes pueden comprarle al vecino o en otro lado, a su proveedor del campo se le puede siniestrar la cosecha, la mercancía echarse a perder en bodega, o voltearse el transporte en la carretera?

Es obvio que las preguntas las hicieron burócratas con corazón y actitud de inquisidor. El causante no es enemigo del gobierno, ni un delincuente. Es un ser humano que debe ser tutelado, protegido y respetado por el estado. Tratado con respeto y dignidad pues en el contrato social el estado asume mediante el voto la responsabilidad de protegerlo con la ley incluso con la fuerza en caso de ser necesario; así como el ciudadano se obliga a cumplir con sus deberes para que el estado haga su parte.

Ser funcionario público significa ser servidor público. No verdugo del pueblo. Tal parece que materias como Teoría del Estado y temas como el contrato social, etica y el servicio público han sido eliminados de las universidades. ¿O será que en los posgrados en el extranjero en los que son formados nuestros modernos políticos el colonialismo clásico y feroz es la materia fundamental?

Luis Videgaray y algunos de sus cercanos ―se entiende que siempre habrá excepciones― deben aprender que el causante es un ciudadano, no un súbdito. Que más se logra mediante el respeto y el dialogo que con la prepotencia, abuso y menosprecio.

En una sociedad afligida al sumo por la violencia (en Jalisco no se diga), por la delincuencia organizada y sin organizar, los secuestros, el chantaje, el cobro de piso, los asesinatos de todos los días, por los ladrones de todo tipo y todavía que tener que soportar a Hacienda que le concede trato de delincuente ―en lugar de respetarle y ayudarle a cumplir― hacen de la vida del ciudadano causante un infierno. El estado no debe olvidar jamás que el ciudadano es una persona.

Alexis de Tocqueville advertía acerca de estos excesos y peligros: “bajo el imperio de la democracia la arbitrariedad del magistrado (o secretario) ha de ser aún mayor que en los Estados despóticos” (La Democracia en América I, pág. 194).

En el artículo de la semana pasada señalábamos que «los impuestos son los que sostienen al país y sin ellos nos derrumbaríamos de inmediato». Eso no se discute. Lo que sí se cuestiona son las formas, el trato despótico e insensible, contrario a la visión republicana y política del Presidente Peña Nieto. Una cosa es pagar impuestos y otra muy distinta que el estado agreda y lastime al causante en la fuente de trabajo e ingresos al punto de atentar contra su dignidad y subsistencia (así como de los trabajadores). Somos una democracia, no un estado despótico o una tiranía burocrática.

Aceptar yerros es propio de sabios y humildes y la situación amerita que Videgaray y cercanos acepten que han cometido un grave error que debe ser corregido de inmediato. Esa además de ser la política del Presidente, es la pauta por la cual debe caminar el estado mexicano, pues como decía Octavio Paz “la verdadera democracia no consiste sólo en acatar la voluntad de la mayoría sino en el respeto a las leyes constitucionales y a los derechos de los individuos” (Sueño en Libertad, pág. 213).

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com

ACAPULCO: ¡UNA EXTRAÑA PETICIÓN!

Doce años de indiferencia e incapacidad, precedidos por seis de mediocridad, permitieron que varias zonas del país fueran debilitadas por la delincuencia hasta caer totalmente en manos de los criminales, con o sin organizar. Es el caso de Acapulco, ciudad costera dedicada al turismo nacional (el extranjero hace años que se ausentó de esas playas), cuya población vive aterrorizada a causa de la fauna criminal que le agobia todos los días y de diversas maneras.

El Presidente Peña Nieto ha intentado de diversas formas recuperar esa ciudad en la que sus casi 700 mil habitantes viven directamente del turismo. Le vimos visitar de manera inmediata Acapulco y otras partes del Estado de Guerrero luego que el huracán Manuel hiciera tremendos destrozos, en los que además de salir a la luz los trafiques de la banda delincuencial que controlaba ese Estado encabezada por Angel Aguirre Rivero (obras mal hechas, a precio mega inflado, autorización de fraccionamientos en zonas de riesgo y márgenes de ríos, etcétera), los mexicanos nos enteramos del caos total en esa zona del país.

Un dizque gobernador atrapado en los vicios y la ambición material desmedida, secundado por una cauda de parientes, amigos y cómplices, hicieron de Guerrero y de la ciudad Acapulco un simple negocio personal. Y como sucede entre animales de la selva, ya que los grandes felinos terminan su banquete, a su alrededor hienas y buitres se pelean por los despojos. Ni más ni menos.

Igual sucedió en Acapulco y el resto del Estado de Guerrero ante la ausencia de un verdadero gobierno. Bandas de delincuentes crecieron o nacieron hasta hacer de la famosa e internacional Acapulco una simple guarida de forajidos, para los que empresarios y la clase trabajadora en su perfecta expresión, se convertirían en simples esclavos de los delincuentes.

Y aunque el Presidente ha luchado con todo su empeño por recuperar Acapulco y los sitios de mayor conflicto en Guerrero, los anarquistas (maistros de la CNTE, morenos del Peje, etcétera) y cierto sector de la prensa se han opuesto reiteradamente ―lo que lleva a pensar qué tan metidos están en este asunto― los resultados no han sido los que se esperaban. Carreteras destruidas, puentes caídos, colonias completas inundadas e inservibles, fueron transformados casi de inmediato en tramos nuevos, puentes mejores y con nuevo trazo, colonias nuevas en sitios seguros ¿Y qué hemos visto? Invasores sin duda azuzados por los anarquistas ocupando las casas de los damnificados, mientras que Aguirre Rivero y su banda se llevaban cuanto podían de los recursos federales enviados para rescatar Acapulco y las zonas afectadas.

Baste recordar que el gobierno federal tan sólo por el huracán Manuel le invirtió a ese Estado $ 14,273 millones de pesos (CNN México, 14/Sep/2014), a cambio de recibir solo insultos y dolores de cabeza, pues la recaudación fiscal en esa zona ha mermado en gran manera. Y no se puede olvidar que los impuestos son los que sostienen al país y sin ellos nos derrumbaríamos de inmediato.

    Sucede sin embargo que esta semana un sector del comercio y empresariado de Acapulco, hizo al gobierno una petición tan atrevida como absurda. Veamos lo que piden: “…Hacemos un llamado a los tres órdenes de Gobierno para que se condonen impuestos, el total de los impuestos, para que así todos los guerrerenses podamos pagar la cuota que la delincuencia organizada nos está pidiendo” (Mural, 10/Mar/2016).

El planteamiento y petición además de absurdo levanta de inmediato sospechas. En primer lugar, quiérase o no vivimos en un estado de derecho y reconocer a la fauna criminal como estado paralelo (efectivo) es claudicar, traición a la patria pues. El simple hecho de preferir pagar a los criminales la extorsión y dejar de pagar al estado ―del que piden todo: protección, seguridad social, infraestructura, entiéndase carreteras, aeropuertos, vialidades, luz, agua, electricidad, comunicaciones, educación, etcétera―, suena entre absurdo, ridículo y cómplice.

¿Por qué no pedir mejor que se aplique la ley como lo hicieron en Nueva York hace algunos años? Tolerancia cero fue el lema. En un país de leyes e instituciones las primeras deben aplicarse y las segundas abocarse a que se cumplan con todo rigor. No hay de otra «la ley es dura, pero es la ley» reza la máxima jurídica.

     Causa sospecha también que la petición la hayan hecho a través de los medios justo el día que el Presidente hablaba en Acapulco en la reunión de los banqueros de México, ya que cuando menos denota dos cosas: una, que pidieron mal y fuera de la ley; y dos, que lo hicieron como les gusta a los delincuentes actuales; ¡utilizando a los medios de comunicación que se prestan!

Ampliando la reflexión, no se puede olvidar que gran parte de los moradores de esa zona del país siempre han sido belicosos. Morelos encontró en ellos el apoyo que necesitaba, Juárez también, ya que con el menor pretexto dejan salir su lado violento y la situación actual del país derivada de malos e ineficaces gobiernos, agravada por la corrupción gubernamental y social a causa del uso y tráfico de drogas (que hace inútiles y alérgicos al trabajo a ambos), incluso por gobiernos perredistas dedicados al narcotráfico como sucedió en Iguala con el presidente municipal que mandó matar a los 43 ayotzinapos revoltosos, y tendremos como resultado lo que sucede en este tramo costero del sur.

Acapulco y Guerrero en general requieren que se ponga orden total, y la ley es la única que mediante su cumplimiento cabal puede concederlo. Han corrido ríos de sangre y la angustia entre la población es real, pero no se puede pervertir ni la ley ni la realidad para comodidad de algunos. El futuro de México estaría en juego.

Si en verdad quieren orden y paz en Acapulco y zonas de Guerrero afectadas por la delincuencia, el camino de la legalidad es el correcto. Que se permita al poder público hacer uso de la fuerza para poner orden a quien viole la ley; los criminales es el único lenguaje que conocen (y temen), y no aceptar que los defensores y promotores oficiosos de la violencia se cubran con las máscaras de los “derechos humanos”, o de una prensa ignorante ¿o comprometida? que acuse de represor al estado cuando simplemente está haciendo cumplir la ley, que como ya se dijo, es dura, pero es la ley.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com

GIEI: SIMPLES AGITADORES Y VIVIDORES

No se puede quedar bien con todo mundo. Esto es algo que el Presidente Enrique Peña Nieto y buena parte de su gabinete ya deberían haber aprendido. Siendo ajenos e inocentes al asunto de los chamacos de Ayotzinapa; que guste o no a los padres, perredistas, morenos, anarquistas y demás amigos del caos y la violencia, lo cierto es que andaban delinquiendo (traían autobuses robados con un valor superior a los 10 millones de pesos) algunos portaban armas, era media noche y se encontraban a 150 kilómetros de su escuela haciendo desmanes, lo cierto es que no esperaban tanto cinismo del PRD y de las falsa izquierda mexicana, que un acto de perversión absoluta, tímidamente comenzaron a lanzar la culpa de la desaparición y asesinato de los muchachos al estado mexicano.

     Para sorpresa de casi todos, el gobierno federal no supo cómo manejar el problema, permitiendo que los responsables se convirtieran a final de cuentas en el acusador social. El típico delincuente que al ser atrapado infraganti comienza a gritar “¡al ladrón, al ladrón!” engañando a bobos y bienintencionados, pero mal informados.

En unos cuantos meses la banda de anarquistas auto llamados “padres” de los fallecidos, sin guardar duelo alguno (lo cual es totalmente anormal y extraño) se dedicaron a recorrer el país y el extranjero. Aseguran que son pobres, por tanto carecer de dinero, sin embargo viajan todos los días en autobuses de lujo (a Europa en avión, of course), cubren hospedajes, alimentos, etcétera ¿cómo le harán sin trabajar y siendo pobres?

     Millones de mexicanos no salimos los puentes, ni días feriados, por falta de recursos (y evitar el endeudamiento vía tarjetas de crédito) y esta troupe tiene año y medio de gira. Ver para creer ¡Y preguntar cómo le hacen!

Haciendo un recuento, los presidentes son hombres también sujetos a yerros, por eso, porque son hombres, y el Presidente Enrique Peña Nieto nunca debió de recibir en Los Pinos a los padres de los ayotzinapos, menos cuando sabía que sus hijos andaban delinquiendo ¿Con qué cara puede rechazar a padres que han perdido a sus hijos y estos eran decentes y pacíficos, que se dedicaban al estudio o al trabajo productivo (que es el que sostiene esta Nación de pie).

Sus consejeros lo hicieron mal y lo metieron en un embrollo del que pareciera no poder salir. Aunque hay salida y no tan difícil. En un falso afán democrático ―ésta, la democracia, nunca debe estar por encima de la ley― aceptaron que extranjeros se inmiscuyeran en un asunto meramente local ¡Terrible yerro! En su desvarío el gobierno federal en lugar de obligar al PRD a que diera la cara, pues ellos son los responsables en muchos sentidos de la suerte de los normalistas asesinados, cediendo al chantaje y hace unos meses permitieron incluso la contratación de un grupito de extranjeros que dizque “expertos” para investigar lo que ya estaba investigado, consignado y en proceso judicial.

Al grupito le nombraron pomposamente “Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes” (GIEI por sus siglas), apareciendo de inmediato el verdadero rostro de estos extranjeros perniciosos, que no son otra cosa que agitadores y vividores ¡PUNTO!

Y dígalo el lector si no, pues del 21 de noviembre del 2014 al 30 de septiembre de 2015, entre sueldos y viáticos de estos vividores la suma alcanzó la cifra de $ 910,714.00 dólares (Excelsior 19/Ene/2016).

Lo peor del caso es que el gobierno mexicano acordó con la CIDH un segundo período para esta troupe de agitadores perniciosos (Carlos Martín Beristain, Angela Buitrago, Francico Cox Via, Claudia Paz y Paz y Alejandro Villa) que comprende del 31 de octubre del año pasado al 30 de abril de 2016, período al que nuestro gobierno se comprometió con otro millón de dólares ¿Así o más vividores los quiere?.

Mientras que más de 60 millones de mexicanos luchan(amos) para apenas sobrevivir, estos extranjeros perniciosos vienen a vivir como reyes para que no se hable mal del gobierno federal, cuando justamente eso es lo que han estado haciendo desde que llegaron y como su lengua y veneno ya no caben en nuestro territorio, ahora quieren ir con los europeos a manchar y denigrar a nuestro país.

Hace apenas unos días que dos de los cinco integrantes de la GIEI declararon a la prensa su deseo para que la Unión Europea apoye su trabajo en México (la investigación de los 43 ayotzinapos) “ante los obstáculos que está encontrando para esclarecer el suceso” (El Universal, 3/Mar/2016).

     En verdad que no solo son cínicos y caradura estos extranjeros, pues además de venir solamente a agitar con sus mitotes, que no investigaciones científicas, se han estado llevando el dinero y esfuerzo de millones de mexicanos que jamás verán las cantidades que estos vividores están recibiendo, descalificando de paso el trabajo de verdaderos expertos que cuestan al país verdaderas fortunas y cuya capacitación ha corrido también a cuenta del erario.

¿Qué ha ganado el gobierno de Peña Nieto con traer a estos extranjeros agitadores y vividores? La respuesta es que fuera de pagarles mucho dinero por no hacer nada, la realidad es que se han dedicado simplemente a descalificarle y a denigrar las Instituciones públicas. Una medida sabia y precisa, sería cancelar de inmediato toda negociación con estos extranjeros perniciosos, llevarlos al aeropuerto, mostrarles la salida y desearles el nunca vuelvas. La autoridad y la ley son para ejercerse y aplicarse y las investigaciones realizadas por la PGR en su momento (con más de un centenar de homicidas y participantes encarcelados y sujetos a proceso) tomarlas con el debido respeto y formalidad. Y si hubiese puntos por aclarar o resolver, para eso está la PGR y la PGE de Guerrero, para eso se les paga, y mucho.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com