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El actual sexenio ha sido voluntaria e involuntariamente marcado por la aeronáutica. Y es que, por si no le fuera suficiente la mala fama de violento e improductivo que arrastraba de toda una vida, Andrés Manuel López Obrador decidió iniciar su gobierno cancelando la construcción del Aeropuerto Internacional de México en Texcoco (NAIM), provocando con su desatino una enorme pérdida para el país cifrada en los $331 mil, 996 millones de pesos (ASF, Revista Forbes, 20/Feb/201). Mal inicio y peor presagio de lo que vendría.

Muchos años han pasado en la aviación comercial en México. En el verano del año 1965 viajé por primera vez de Guadalajara a México, no existía el actual aeropuerto de la capital jalisciense, se utilizaba un pequeñísimo edificio al lado derecho del actual. Viajar entonces en avión pudiera decirse que era un lujo y aventura, ya que además de costoso pocas personas lo hacían. De hecho, eran tan pocas, que las páginas de sociales en los diarios narraban la llegada y salida de los viajeros.

Durante el vuelo de poco menos de una hora, las steward o sobrecargos, servían una comida formal en platos de loza y con cubiertos de acero (cosa impensable en estos tiempos de tanto loco y asesino suelto). Todo era elegante y con clase. Las cosas evidentemente han cambiado, esas eran prácticas fifís, dijera el populista que ocupa la presidencia.

Y tan han cambiado las cosas, que la semana anterior tuve que viajar a Monterrey encontrándome con que tanto el vuelo de ida (19/Mar) como el de regreso (21/Mar) venían llenos. Y cuando digo llenos es literalmente llenos. Las filas de asientos que les han colocado a los aviones es una muestra de la indolencia, incapacidad y corrupción del gobierno, pues no hay espacio alguno para estirar las piernas, mucho menos de seguridad.

Mientras que los autobuses día con día implementan mayor comodidad y espacio para el viajero (asientos reclinables, televisión, wi-fi, y demás), paradójicamente los aviones le privan de toda, arrebatándoles el pasaje para treparlos a las alturas con el solo anzuelo del tiempo. Incluso compitiendo en las tarifas (en ciertos espacios). Todo esto ante la complacencia, negligencia e indiferencia del gobierno.

Pero, ¿le importará acaso al presidente López Obrador lo que sucede en aviones y camiones? Por supuesto que no. No le importa la vida ni lo que les sucede a los mexicanos, menos esas minucias. Su interés por inaugurar el elefante blanco del aeropuerto de Santa Lucía (AFA) era en primer lugar, para distraer la atención de los mexicanos del escándalo de su hijo millonario y su mansión en Houston ¡Cómo justificar ese dinero y ese tren de vida cuando nunca se ha trabajado, al menos no como lo hacen todas las personas de bien, las que saben cómo se forja un capital!

La segunda, para mostrar una obra de su fracasado gobierno. Aunque sea una. Una obra mal hecha, mal planeada, construida en un lugar inadecuado, el capricho de un autócrata que no escucha ni recibe consejos de nadie, que en una aparente constancia disfraza su soberbia y tozudez.

      Una obra que no es otra cosa que el capricho de un hombre que se empecinó en querer ser presidente (sin tener en absoluto la inteligencia, el perfil y la capacidad para serlo) reflejando en dicho aeropuerto su propia persona. Sin vías de acceso, lejos de la capital, sin la aceptación de las líneas internacionales (a causa de las carencias y deficiencias en la aeronavegabilidad), sin medios de transporte, sin hoteles, sin restaurantes, sin áreas comerciales ¿quién en su sano juicio invertiría para perder?, haciendo el ridículo de convertir la inauguración (21/Mar/2022) en un simple tianguis.

Un tianguis que no se justifica pues hasta donde se sabe ya se le han gastado más de $75,000 millones de pesos. Sin embargo, el asunto conlleva implícitos muchos otros problemas que el gobierno pretende ocultar. No es la simpleza del ahorro de tiempo al viajar. De hecho, entre el viaje al aeropuerto, las dos horas antes del vuelo, el viaje, la recepción de equipaje y demás, un vuelo de Guadalajara a México y viceversa, casi sale igual viajando por la autopista vía Michoacán.

La cuestión, y por demás grave, es que gran parte de las carreteras del país están tomadas por las bandas delincuenciales, lo que impide que los ciudadanos (y los turistas extranjeros) las utilicen por miedo a ser asaltados o asesinados, sin que el gobierno de la 4-T haga absolutamente nada por evitarlo. Su intervención se limita a que después de una masacre o un hecho delictivo escandaloso saquen a pasear camiones con soldados y guardia nacional, declaren, pero hasta ahí. La inseguridad permanece. Estados como Zacatecas, Colima, Tamaulipas, Veracruz, y grandes zonas de Guerrero, Sonora, Sinaloa, Jalisco, Oaxaca, Guerrero, y otros se han vuelto intransitables. Son propiedad de asesinos y salteadores.

Así que toda esta farsa del presidente; de pretender vender la idea de un aeropuerto de escenografía (para cubrir su desatino y derroche históricamente injustificable), es tan solo la exhibición de su terrible fracaso. En lugar de poner orden en las carreteras y limpiarlas de la terrible fauna criminal que se ha apropiado de ellas; de vigilar que las aerolíneas concedan al viajero un trato digno y con seguridad, de permitir que las líneas de camiones retomen sus rutas con seguridad y la regularidad de antes. A la manera de los merolicos que pululaban el zócalo capitalino en los años ’60 y ’70, vende la idea de un aeropuerto internacional (sin vuelos al extranjero) entre los gritos de los vendedores de tlayudas y souvenirs con su figura. Aunque la verdad sea dicha, solo se exhibe el presidente.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

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La humanidad se encuentra en grave y profunda crisis de ingobernabilidad. En el caso de México, bañada en un mar de sangre con más de 120 mil asesinados en lo que va del terrible sexenio de López Obrador, azotada por una plaga que ha cobrado más de 600 mil vidas, mermada su economía, salud, estabilidad, y con un estado de derecho colapsado. Un país enlutado, dividido y carente de esperanza alguna a causa del obradorato.

Y por si algunos dudaran todavía el rumbo político del régimen, AMLO anuncia para el absurdo aeropuerto de Santa Lucía (F.A.) la salida del primer vuelo internacional con destino nada menos que a “VENEZUELA”. Sí señor, a Venezuela, nos suponemos que el comercio y el turismo con ese país en quiebra son tan atractivos y abundantes, que había que iniciar ese inadecuado y caprichoso aeropuerto justo con un vuelo al país caribeño. ¡A no ser que México exporte capital, e importe gorilas golpeadores y mafiosos de todo tipo preparados por Maduro!

La ley de grupo, “los patos con los patos”, señala el refrán. Los populistas, arrogantes, ineptos y violentos se han aglutinado tratando de fortalecer su bloque de estulticia, y en un acto al estilo de las pandillas, amedrentar a los sufridos pueblos que padecen los malos e ineficientes gobiernos de México, Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua.

    A su incapacidad le han agregado el malvado y anti democrático deseo de querer perpetuarse en el poder, intentando con ello hacer de los ciudadanos simples esclavos; como sucede ya en Michoacán, Zacatecas y algunas otras zonas y regiones del país (como en Guerrero, Veracruz, Tamaulipas y Jalisco), en las que los ciudadanos han dejado de serlo, para convertirse en simples esclavos sujetos a los deseos y pasiones de gobernantes y de las hordas de delincuentes. De trabajar para otros y dejar de ser dueños de sus vidas y patrimonios. Peor aún: ¡de ser asesinados en cualquier momento y por nada!

Y es que no hay gobierno. De hecho, el poder lo ejercen los criminales y el gobierno federal se dedica únicamente a tres cosas: a cobrar impuestos a los que trabajan (micro, pequeños, mediano y grandes empresarios), regalarlo a manos llenas a los que no trabajan, y a promover elecciones todo el año con el fin de ya no soltar el poder.

     Como se vio en las pasadas elecciones de 2021, en las que el gobierno de López Obrador con la ayuda de las bandas de criminales, obtuvo (mediante la violencia, la intimidación y sangre derramada de candidatos y políticos) los gobiernos estatales del corredor del Océano Pacífico, así como San Luis Potosí, en el que un hombre con vínculos con grupos criminales y antecedentes resultó “ganador”, propiciando con estos actos de corrupción y violencia extrema, la apropiación ilícita del país.

Habiéndose comprometido a acabar con la violencia y la inseguridad en seis meses, López Obrador no solo no ha tocado a los criminales, sino que con su política de “abrazos no balazos” muestra la simpatía, amistad o complicidad con ellos. Una vez en el poder y luego de varias masacres y robo masivo de gasolinas a lo más que se atrevió fue “a acusarles con sus mamacitas”. Es de suponer que los criminales no durmieron esa noche con semejante susto.

De esta manera los criminales día con día acrecentaron su maldad y perversión, sumiendo a los mexicanos en un estado de terror y estrés continuo, ya sea asesinándoles, secuestrando, robando, asaltando o extorsionando (cobro de piso o impuesto criminal), haciéndose de la noche a la mañana ‘dueños’ de negocios, casas, ranchos, huertas, cultivos, bueno, hasta del trabajo de taqueros, taxistas y demás sin que el gobierno defienda NUNCA a los indefensos y aterrorizados mexicanos.

En días recientes, y quizá por casualidad, el Ejército detuvo en Nuevo Laredo a un jefe de asesinos y delincuentes ocasionando con su atrevimiento que el gobierno de los criminales se enfureciera, convirtiendo la ciudad en un campo de batalla en llamas que no le pide nada a Kiev. Es más, los ucranianos se pueden defender de los invasores rusos. En nuestro país no. Es obligación y exclusividad del gobierno hacer uso de la fuerza. Claro, en la teoría. En la práctica, no mueve un solo dedo para detener esos actos terroristas.

     Las televisoras y los diarios mostraron la TOMA INCENDIARIA DE NUEVO LAREDO por los criminales (atacando incluso el Consulado de Estados Unidos). Lo peor de caso es que teniéndonos acostumbrados a ser protectores del pueblo mexicano, por primera ocasión, el Ejército hizo una declaración absurda: “…que no sé reportaron heridos ni muertos”.

Y como si se tratara de mostrar a todo el mundo quien manda en México, las bandas criminales TOMARON TAMBIÉN LA CIUDAD DE COLIMA y CUAUHTEMOC en ese sufrido Estado, aterrorizando a la población e imponiendo su poder a través de la muerte, balas, fuego y violencia.

     ¿Y cuál fue la respuesta del gobierno? La de siempre: mentir y sacar a pasear camiones con militares y guardias nacionales para aparentar que hacen algo, cuando lo cierto, es que, si quisieran acabar con esa plaga, el Ejército Mexicano tiene el equipo, poder y recursos técnicos y tácticos para hacerlo. Pero se necesita la decisión política del Poder Ejecutivo que les ordene.

Para dejar las cosas en perspectiva, queda decir que en Ucrania han muerto por la guerra 690 civiles (hasta el 17 de marzo). Mientras que en México en enero (2022) fueron asesinados por los criminales 2,427 personas y en febrero 2,260 (cifras oficiales). Además 52,000 cuerpos sin identificar que Alejandro Encinas declaró que se encuentran en los SEMEFO. De manera que la revocación de mandato en una farsa del autócrata, que, si tuviera un poco de seriedad y dignidad el presidente, ya se hubiera ido a la manera que lo hizo Amadeo de Saboya en España.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

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Ni cómo alentar esperanzas. Por más que se le busca a los políticos gobernantes (sin distingo de partidos) algún atisbo, lo cierto es que no lo hay. Ellos mismos se encargan de echar por tierra las ilusiones de los mexicanos, sobre todo de los que piensan y no están sujetos anímicamente a las limosnas que mes con mes les dan en medio de humillaciones, madrugadas y exposiciones a contagios. Lo peor es que ni siquiera ven que el dinero es de los impuestos de los mexicanos que trabajan y no de los políticos (dinero que más temprano que tarde se comenzará a agotar en la medida que el pago de impuestos vaya disminuyendo; cosa que sucederá en la medida que el gobierno les abandone o apriete más, o los delincuentes les asesinen o asfixien con los chantajes).

      ¿Cómo esperar la mejoría de México con un presidente que de tal solo tiene el nombramiento? Que su formación y bagaje intelectual son de un simple anarquista bloqueador de calles y organizador de manifestaciones. Nada más.

Que habiéndose dicho “cristiano” evangélico durante su campaña, el día de su toma de protesta y habiéndosele colocado la banda presidencial, salió al Zócalo de la capital del país y en un templete montado ex profeso, se arrodilló ante brujos para que le hicieran toda clase de ritos, que de acuerdo a las Sagradas Escrituras, son ritos demoniacos condenados enérgicamente por Dios (Deut 18:9-12).

Así que todo lo dicho al respecto durante sus muchos años de candidato itinerante resultó simple y pura mentira. Una farsa de un hombre que supo cómo engañar a muchos para obtener su simpatía y votos. Un hombre cuyo cristianismo es tan falso como su capacidad para llevar a cabo las tareas de presidente. Ambas cosas le han mostrado como embustero, como impostor e incapaz.

Pero no está solo. No señor. El pasado viernes 4 de los corrientes, un grupo de senadores (hombres y mujeres) se reunieron en el Patio del Federalismo de la cámara alta, respondiendo al llamado de un brujo que les convocó dizque “para evitar pleitos y pugnas”. ¿En verdad, ese es el tamaño intelectual, moral y republicano de los senadores?

El solo considerar la idea de que los más altos representantes de los mexicanos crean y se presten para semejantes cosas, echa por tierra cualquiera idea de preparación, altura de miras y visión republicana. Ante una cosa así surge de inmediato la pregunta ¿y en manos de quién estamos? Quedando como respuesta el título del presente artículo ¡en manos de locos y esotéricos!

¡Y cómo no calificarlos de esta manera, si desde las curules se ha apoyado la fumada de mariguana (y prohibido el tabaco), la promoción de conductas sexuales antinaturales, la promoción de una chiflada, mariguana y lesbiana para una embajada, entre muchas otros disparates y vergüenzas nacionales!

Para los lectores no informados acerca de este reciente desvarío vergonzoso para México y desalentador para los mexicanos, se hace saber que los senadores(ras): Eduardo Ramírez Aguilar y Xóchitl Gálvez, presidentes de las comisiones de Puntos Constitucionales y de Asuntos Indígenas respectivamente, así como la titular de la comisión de Igualdad de Género, Martha Lucía Micher Camarena, el de Marina, Eruviel Avila Villegas y Nuvia Mayorga Delgado se reunieron en torno al brujo, que según se dijo era mazahua, cuestión que a final de cuentas poco importa, pues lo condenable e injustificable son los hechos, no el brujo al que se sometieron.

Un país sumido en la ilegalidad, en la pérdida del estado de derecho, que mira con desesperación como día con día se aleja la vida republicana, y los senadores extraviados no solo de sus importantes y necesarias tareas, sino entregados a tonterías que reflejan su nivel intelectual y moral.

En mi juventud gocé de la amistad de varios miembros de la Liga Comunista 23 de Septiembre y otros del Frente Estudiantil Revolucionario. Algunos de ellos se declaraban comunistas y en su congruencia ideológica, si rechazaban la existencia Divina, de igual manera rechazaban toda expresión de ocultismo.

Pero como todos sabemos, este siglo XXI nos ha deparado grandes sorpresas e incongruencias: políticos que todos los días declaran ser de izquierda pero que les encanta la buena vida, los lujos (bueno, hasta casas en Houston, departamentos en Nueva York, o penthouses en Texas), los buenos autos (incluso colecciones de decenas de Mercedes Benz), el dinero, y demás cosas que en el siglo pasado identificaban y gustaban a los burgueses. Como también nos ha mostrado una galería de locos que por hoy no se señalan, pues gozan de fama pública, y aun así, detentan —para desasosiego de los gobernados— cargos públicos de gran importancia y relevancia para el país.

COLEGIO DE PERIODISTAS DE JALISCO

     El pasado jueves 3 de los corrientes, el Colegio de Periodistas de Jalisco renovó su nueva directiva, recayendo la presidencia en el compañero José Manuel Barceló, a quien se le desea sabiduría y buen desempeño durante su gestión.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

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