EL REY DEL CASH Y LA IMPUNIDAD

México nunca había padecido un presidente tan nefasto y corrupto como Andrés Manuel López Obrador. Su incapacidad e impreparación para semejante responsabilidad, su maldad y ego enfermizo; su desprecio por la ley, el trabajo y el estado de derecho; su mente torcida y corazón negro, al igual que su proclividad a la mentira y la anarquía, son parte (no toda), del perfil de un hombre que jamás debió llegar a la presidencia.

     Capaz de engañar a casi todos, por bendición no a todos, engañó incluso hasta los evangélicos, quienes en desobediencia a las Escrituras se metieron de lleno en apoyo a este pequeño anticristo (cumple con todo el perfil). Sí, de anticristo, de no ser así, no se entiende como no ha caído del poder este embaucador profesional.

     En menos de un mes tres bombas le explotaron y aunque el rostro y las manos le quedaron mugrientas y con sangre, cualquier otro ya hubiera caído, los otros poderes y la PGR (hoy FGR), ya anduviesen tras él o ya lo hubieran llamado a declarar. Nada de esto ha sucedido. Sin duda que algo maligno le sostiene. No es posible violar la ley tantas veces, hacer tanto daño al país y sus instituciones, ser responsable por indolencia e incapacidad de más de 130 mil asesinados a causa de una estrategia absurda y fallida; de decenas de miles de desaparecidos; de más de 700 mil muertos a causa de la pandemia no atendida oportunamente y cuando se hizo lo hicieron mal, y permanecer en el cargo, y aun hay mucho qué señalar. Pero volviendo a dichas bombas.

     La primera fue la matanza de 20 personas en Totolapan, Gro., entre ellos el presidente municipal, su padre y otras personas (sin que hasta el momento el gobierno del dictador haya hecho absolutamente nada).

     La segunda el hackeo de Guacamaya Leaks, que, dicho sea de paso, con tantas revelaciones sacadas de los propios archivos de la SDN es para que ya se hubiesen iniciado las carpetas de investigaciones en contra del presidente AMLO, como de muchos otros altos funcionarios señalados en el saqueo del país y un sinfín de actos ilícitos.

      La tercera, la más reciente, es el libro «El rey del cash», escrito por Elena Chávez, que se ha convertido en un best seller, pero que desde el campo legal y político, en una verdadera denuncia en contra de López Obrador y su pandilla de corruptos. Un documento jurídicamente viable para iniciar muchas carpetas de investigación en contra del titular del poder ejecutivo federal y muchos de sus más cercanos colaboradores, mejor dicho, cómplices de semejante saqueo, a sabiendas, que el testimonio de la autora por su cercanía y conocimiento de los hechos, son más que suficientes.

     Si se atreven a tener como válidos los testimonios de verdaderos asesinos y delincuentes de la peor ralea, dándoles en la 4-T el carácter de testigos protegidos; no se diga el de una periodista y escritora que vio y supo de manera directa de incontables actos ilícitos de una banda que simulaba política, cuando lo suyo es el atraco de todo cuanto existe. Empezando por los dineros Públicos y de los que se les crucen en el camino.

      Sí, de los que se les crucen en el camino. Ya hablaremos en detalle en próximos artículos de las raterías de estos rufianes capaces de vestirse con ropas de honor cuando lo suyo en realidad es la trapacería. Aunque ahora tendrá que denunciarse ante la opinión pública que debido a que han estado dilapidando los dineros públicos en comprar conciencias y votos (a ancianos, ninis, vagos, estudiantes, etcétera), el dinero les falta y andan como fieras buscando de dónde obtenerlo. De esta manera esta semana y con absoluto descaro López Obrador expresó públicamente su intención de tomar de los Bancos el ‘dinero abandonado’Es decir: uno más de sus atracos, ya que no hay tal dinero abandonado. Las personas depositan su dinero a los Bancos por razones de seguridad y ahorro. No para deshacerse de él.

     Como se aprecia, el rey del cash es insaciable. Una frase del editorial de la prestigiada revista Siempre! de esta semana y relativa al libro de Elena Chávez, describe con precisión la personalidad AMLO y el valor del famoso texto: “El valor de la obra no radica tanto en la revelación como en la confirmación de la sospecha: López Obrador es un atracador en el sentido más puro de la palabra y México padece hoy las consecuencias de ser gobernado por alguien que llegó al poder para robarse el país”.

En lo personal estoy leyendo el libro con suma atención y despacio, no quiero perder detalles pues todo lo escrito desnuda a un político farsante, que desde esta columna y desde casi 30 años se ha señalado y denunciado. Nunca consideré que llegara a la presidencia. Pero el engañador lo logró, y todos estamos pagando las consecuencias de su atrevimiento y el de su pandilla (no se le puede llamar gabinete a estos facinerosos).

El prólogo del libro escrito por Anabel Hernández, no solo abre la puerta a un mundo de inmundicia que nos imaginábamos, pero que este documento público corrobora y ordena; sino que permite ver el crecimiento literario de Anabel y su compromiso con la verdad.

La descripción que hace del tabasqueño no requiere de agregados: “…Andrés Manuel López Obrador pasará a la historia como uno de los símbolos más complejos del gatopardismo mexicano… uno de los políticos que, de manera calculadora y astuta… impulsan el cambio para que todo siga igual: la simulación. Durante su estancia en Palacio Nacional ha sido saboteador constante de la verdadera democracia, propagador del caos, la división del pueblo y la propaganda engañosa para abrir camino al autoritarismo y el militarismo… El rey del cash es el relato de una tragedia a la mexicana, la del ‘Agamenón criollo’. El de la mitología griega desnudó y descuartizó a la hija adolescente y virgen en ofrenda a los dioses para conquistar todo a su paso: el de esta versión mexicana es uno que está descuartizando a la patria”.

En tanto que la autora, Elena Chávez, es directa y precisa en su denuncia testimonial. No requiere de comentarios:

 

“El principal mantra de López Obrador: ‘No mentir, no engañar, no traicionar’… es falso. Ha mentido al pueblo mexicano, al afirmar que no es igual que sus antecesores, cuando para llegar a la presidencia usó recursos públicos valiéndose de un grupo que gobernaba la ciudad de México…  Si ha engañado porque prometió ser presidente de todos los mexicanos, pero se ha dedicado a dividir y engendrar odio entre sus seguidores y los que no piensan igual a él. Sí ha traicionado porque ha usado a las fuerzas militares para defender al crimen organizado y dejar en vulnerabilidad a la sociedad civil; ha destruido instituciones y dañado a niños y mujeres, principalmente; ha usado fideicomisos so pretexto de corrupción sin que los mexicanos conozcamos el destino de esos recursos; ha utilizado a los poderes Legislativo y Judicial para allegarse de más poder violentando la ley, y a la Fiscalía General de la República (FGR), el Servicio de Administración Tributaria  (SAT) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) para amedrentar a sus opositores”.

 

Muchos miles de millones de pesos desviados de los recursos públicos y por diversas formas han ido a parar a manos de esta troupe de forajidos, de manera que el título del libro de referencia es perfecto. Aunque para ser más exactos, y tomando en cuenta la impunidad del 97 o 98 por ciento que impera en el país, debe considerarse y llamarse mejor al tabasqueño como “EL REY DEL CASH Y LA IMPUNIDAD”.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

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