Opinión
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Doloroso y lamentable es el cuadro de injusticia que se vive en Jalisco en muchos sentidos, que por esta ocasión nos limitaremos al ámbito judicial. Quienes pensaron ingenuamente que el PRI había retornado, poco a poco se irán dando cuenta que no es así, que ganó una franquicia política heredada, pero no el PRI.

oloroso y lamentable es el cuadro de injusticia que se vive en Jalisco en muchos sentidos, que por esta ocasión nos limitaremos al ámbito judicial. Quienes pensaron ingenuamente que el PRI había retornado, poco a poco se irán dando cuenta que no es así, que ganó una franquicia política heredada, pero no el PRI.

       Para las generaciones de los viejos (de las que este periodista es parte) el PRI representaba las luchas y postulados de la Revolución social de 1910. Una Revolución cuyos frutos disfrutamos todos los mexicanos hasta mediados de los años ‘70.

Durante el porfiriato la justicia no existía para los pobres y la peonada. Era privilegio de gobernantes, ricos y hacendados, razón por la que el sistema judicial mexicano se reformó desde las entrañas para dar a todos los ciudadanos lo que es debido, es decir, justicia y derecho.

Vendría el docenato con sus derroches y la clase gobernante comenzó a probar el libertinaje, el abuso y la apostasía de las causas sociales. El sistema judicial comenzó a corromperse, a favorecer a los ricos y políticamente poderosos, alejándose de la masa y comprometiéndose con el capital.

Finalmente llegó el PAN al poder y los nietos de Don Porfirio retornaron ¿Los apellidos Madero y Creel (de la familia Terrazas-Creel) le dicen algo? En Jalisco el retroceso en la justicia comenzó su declive con la llegada de Alberto Cárdenas, que además de ignorar las funciones elementales del estado, creó una mega burocracia onerosa e inútil llamada “Consejo de la Judicatura”.

Envuelto en la bandera de una falsa honradez y mal aconsejado, “bebeto” aumentó sueldos en el poder judicial y sujetó los acuerdos a la publicación del Boletín, ocasionando un retraso terrible en la justicia que la burocracia maquilló con el acuerdo “adelantado” (una estupidez propia de burócratas insensibles) ¿Se puede adelantar lo que está atrasado? La vieja sentencia “Justicia retardada es justicia denegada” quedó sepultada.

Esta semana nos enteramos del despido de dos jueces y una secretaria de juzgado por motivos de corrupción. Si en verdad se tratara de una limpia, ¿qué tantos funcionarios quedarían en el cargo?

Han quedado atrás los bufetes jurídicos a los que cualquier ciudadano tenía acceso (por lo general integrados de uno a tres abogados egresados de la universidad pública), dando paso a lujosos “corporativos” integrados por grupos de abogados de universidades privadas, que por supuesto la inmensa mayoría de los ciudadanos no podría pagar (y alguien tiene qué cubrir semejantes lujos y costosos autos, y los “jodidos” no pueden ¿o sí?).

Por si no fuera suficiente el deterioro sacaron los juzgados del centro para llevarlos a una zona de VIP ¿No podían usar la zona del parque Morelos para construir la ciudad judicial? Al centro cualquier ciudadano puede llegar en Metro, macrobús, camión, bicicleta, a pie, y donde se cambiaron no cualquiera llega ¡Se olvidaron del pueblo y con ello la justicia se alejó otro trecho…!

Una pausa: el trabajo que el presidente de Conciliación y Arbitraje de Jalisco está realizando es digno de todo elogio, sobre todo al conocer su valor para enfrentarse con los “talibanes” (una especie de “zetas” del derecho laboral).

Y como los malos ejemplos brotan cuando hay impunidad, se habla entre los litigantes que en los juzgados civiles y familiares el ejemplo de los talibanes ha cundido. Se dice de abogados que manejan juzgados civiles y familiares como si fueran de su patrimonio. Y si los pobres, que en este país son más del cincuenta por ciento no pueden pagar un gangster, perdón, un abogado de este tipo ¿quién sí?

La apostasía política del gobierno contra los postulados de la Revolución Mexicana está a la orden del día. Científicos y hacendados han resucitado en una nueva cepa de litigantes soberbios y ególatras para los que la justicia es una simple mesa de transacciones a la que muchos juzgadores se prestan.

Antaño el abogado buscaba la negociación, entendía de economía procesal. Gran parte de los abogados de nuevo cuño salidos sobre todo de universidades privadas, son perruchos, belicosos por naturaleza, peleando toda resolución aún las más intrascendentes, situación que alarga los litigios y aumenta la carga de trabajo al sistema judicial ¿Nadie les enseñó que el abogado está para resolver problemas y no para crearlos?

Las Sagradas Escrituras advierten al respecto: “Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir” (Isa 59:14).

¿El Gobierno de Jalisco hará algo para que la justicia quede al alcance de todos los ciudadanos ó de plano se entregará en brazos de los poderosos? Es tiempo de retornar a la justicia, de continuar la purga de jueces y secretarios corruptos, de vigilar los “corporativos” de abogados que se creen y actúan como dueños del poder judicial. No podremos hablar de justicia en Jalisco en tanto que las cosas no vuelvan a su cauce normal (su opinión es bien recibida).

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

e-mail: mahergo50@hotmail.com

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