Opinión
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Ningún ciudadano que sea y considere sensato negaría los méritos de los buenos profesores. Todos tenemos gratos recuerdos de algunos o de muchos de ellos. Sin duda que son mayoría, sin embargo y como sucede en otros gremios los que acaparan las notas en periódicos, radio y televisión son los peores. Los mafiosos, los que al amparo de un membrete sindical actúan como si tuviesen patente de corso para cometer toda clase de desmanes y delitos en contra de la sociedad. No se diga en contra del erario y bienes nacionales.

      A partir del gobierno de Ernesto Zedillo el “cartel de los maistros” año con año tomó la ciudad de México de rehén. Al más puro estilo pandilleril, es decir, como somos muchos no nos puedes hacer nada gobierno, la extorsión tomó carta de radicación.Y es que no solo se exigían aumentos salariales. Nada de eso: las cuotas millonarias para el sindicato en sus diversas secciones hizo incluso que nuevos cárteles aparecieran superando las mañas de su mafia progenitora. Es el caso de la CNTE y la tristemente célebre Sección 22 de Oaxaca.

Podrán decir que es “la lucha”, podrán decir lo que quieran y gusten para tratar de simular legitimidad en una causa sin causa, pues lo cierto es que se trata de un simple y vulgar cartel delincuencial. Una caterva de facinerosos alérgicos al trabajo y a la preparación personal, con incapacidad profesional en la mayoría de los casos, por tanto inútiles para la instrucción de niños y jóvenes ¿qué podrían enseñar además del cobre? ¿Clases de vandalismo, de anarquía social, de guerrilla urbana producto de un trotskismo trasnochado?

Lo cierto es que los dejaron ir demasiado lejos. La impunidad gozada y permitida desde el sexenio de Zedillo hasta el de Felipe Calderón han sido un continuo dolor de cabeza para el actual gobierno federal, que no solo se ha tenido que enfrentar a los diferentes carteles delincuenciales en diversos Estados del país, a la enorme pobreza, abandono del campo, deterioro de las Instituciones públicas (a causa de un desaparecido estado de derecho), sino que además ha tenido que cuidarse las espaldas de estas hordas de zánganos que se dicen maestros, cuando son simples “maistros”, parásitos sociales que no aportan nada que no sea su mal ejemplo y mala educación. Carteles semioficiales que se escudan en el sindicalismo (tan necesario para proteger al trabajador) para evitar las muchas cuentas pendientes con la justicia.

¿Cómo podremos calificar los ciudadanos que 7,183 “profes” (la palabra maestro les queda muy grande) ganen más de $100 mil pesos al mes? Que 1442 tengan más de 100 años y cobren aunque ya salió el gremio a negar sus trafiques (quizá los genes de Matusalén se quedaron entre los maistros). Que otros 70 ganen más que el Presidente Enrique Peña Nieto, o que un cínico en Oaxaca, donde abunda este tipo de bribones gane más de $600 mil pesos al mes. Claro que si se le escarba e investiga a fondo, la nómina se reduciría cuando menos un 25% en monto y empleados, toda vez que aviadores y fantasmas desaparecerían ante la luz de la legalidad.

Otra cara de estas mafias pseudo sindicales son las Normales Rurales: fabricas de vándalos que además de carecer de una preparación adecuada a los tiempos de la globalización que exigen una visión posmodernista que nos permita hacer frente a las demás naciones para no ser devorados en ningún sentido; estos inútiles que parecen estar hechos para ranchería cubana o venezolana apenas atinan a dos cosas: 1) a exigir plazas de manera automática ¿se imagina si todos los profesionistas y técnicos que se gradúan de universidades y escuelas del país exigieran lo mismo?, 2) tomar casetas de autopistas, cobrar ellos y presionar al gobierno (siempre de manera impune).

La mayoría de los mexicanos estamos hartos de tanto zángano, de tanto bribón que ha hecho del chantaje al gobierno su modus fregandi, pues a final de cuentas todo incide en menor inversión social, malos servicios públicos, y un peor clima de violencia. Se espera que el gobierno federal siga poniendo orden. Ya les amarró un poco las manos al unificar la negociación salarial. Sin embargo se requieren con urgencia auditorias que saquen a la luz tanto las pillerías y extorsiones gremiales por tantos años permitidas y alentadas; hasta someter a los conocidos carteles pseudo magisteriales. En pocos años México quedó endeudado hasta el infinito y sumido en una gravísima crisis multifactorial que el gobierno actual ha manejado con tacto y prudencia pues nunca ha sido sano hablar de muerte en terapia intensiva. Esperemos pues que no se requiera de un “Comisionado” para atacar este frente, basta que se haga uso de los códigos y la firmeza política.

¿INSENSIBILIDAD Y TRAFIQUES EN LA FIL?

     Sin restar los enormes méritos que se ha ganado a pulso la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, tiene sin embargo como toda entidad pública aspectos poco claros. De entrada habrá de decirse que siendo una promotora natural de la cultura, para la FIL solo los escritores del Distrito Federal valen. Para ellos viajes, viáticos, promoción, etcétera. Los de los Estados (incluyendo Jalisco) no existen, por decreto carecen de talento, no ayudas, vaya, ni siquiera descuentos o coparticipaciones. Ostracismo total.

Eso por un lado. Por otro, el jueves 15 de mayo se cerró el plazo para hacer el segundo pago de Stand (FIL 2014). El pago es en dólares. El problema es que no reciben dólares, se tiene que pagar en pesos y casi un peso por dólar mal alto de cómo se pueden comprar en casas de cambio locales. Y no es que se quiera ser desconfiado, pero “no tenían internet” por tanto no había facturas ¿Hasta cuándo, hasta que se olvide la cotización y no quede huella del trafique? Es pregunta.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

e-mail: mahergo50@hotmail.com

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