Opinión
Archive

La mayor parte de los que votaron por López Obrador para que llegara a la presidencia, no vieron el perfil ni el historial del entonces candidato, solo escucharon sus machaconas promesas de que acabaría con la corrupción; promesa que lejos de cumplirse nos encontramos en una de las etapas de corrupción más grandes en la historia de México.

    Lo cierto es que el tabasqueño no era ni nunca será el líder que México necesita (con urgencia), sus limitaciones intelectuales, su pobre formación política (que muchos la confunden con su activismo anarquista), así como su carencia absoluta de escrúpulos y proclividad manifiesta a mentir y dar rienda suelta a su egoísmo recalcitrante, le muestran tal como es: un indigente moral e intelectual incapaz de resolver los grandes problemas nacionales; como incapaz también de iniciar retos que nos saquen del pantano de sangre, violencia, enfermedad y pobreza en el que nos estamos hundiendo como país.

En tan solo tres años ha destruido logros que nos llevaron como país más de medio siglo y que para reparar los daños nos llevará décadas. Su odio contra el orden establecido es algo inherente a él, toda vez que su limitada y enfermiza cosmovisión se reduce a su pequeño mundito, que no es otro, que ser feliz él y ser el centro de las miradas y las acciones. Sus llamadas mañaneras lo corroboran a diario.

En una de sus grandes obras, el escritor inglés Charles Dickens advierte a través del segundo fantasma que se aparece al malvado personaje central, la terrible presencia de dos grandes males sociales: «¡la ignorancia y la indigencia!» (ambas resultado de la pobreza):

 

“¡Ah hombre! Mira esto. ¡Fíjate, fíjate en esto! —exclamó el fantasma. —Eran un niño y una niña. Amarillos, flacos, raídos, ceñudos y hoscos, aunque  abatidos al mismo tiempo en su humildad…

—Espíritu ¿son tuyos? —es lo único que pudo decir Scrooge. —Son del hombre —dijo el espíritu… —Este niño es la ignorancia. Esta niña es la indigencia. Guárdate de los dos y de todos los de su especie; pero más que nadie, guárdate de este niño, porque en su frente lleva escrita su sentencia… ¡Niégalo! … ¡Calumnia a los que te lo digan! ¡Acéptalo para tus fines perversos, y empeóralo más todavía! ¡Y luego, atente a los resultados!” (Cuento de Navidad).

 

¿Qué ha hecho Andrés Manuel López Obrador como presidente? Destruir y atacar las instituciones, todo aquello que le representa a su mente caótica y nociva el verdadero bienestar social. Por poner un ejemplo, su llamado “Banco del Bienestar” no es otra cosa que una farsa pública organizada desde Palacio Nacional aparentando ser un Banco, lo que en realidad es una mesa para dar limosnas a los votantes cautivos (a causa de la necesidad económica), pero que nos ha costado miles de millones en uno de los actos de corrupción e incompetencia más escandalosos de todos los tiempos (agravado por una prensa que mayoritariamente ha guardado silencio ante semejante atraco y dispendio).

El tabasqueño prometió que para 2020 habría 3,000 sucursales del referido Banco ya funcionando, cuando lo cierto es que solo ha construido 20, más 250 que ya estaban construidas y funcionando que eran del Bansefi, las demás, las demás solo son palabras sin sustento del presidente, algunas acaso, apenas son locales huecos sin equipos ni nada que los habilite como Bancos. De hecho, ni siquiera cuentan con un sistema de software, baste recordar los fraudes al respecto por cientos de millones de pesos y comentados ampliamente en los medios.

En síntesis, un acto de mega corrupción y fracaso a todas luces, dando espacio a una frase de Carlos Loret de Mola que describe perfectamente lo ocurrido: «¡50 mil millones de pesos asignados a un banco que solo existe en la prolífica imaginación del Presidente!» (El Universal, 5/Ene/2022).

El problema de fondo con el actual presidente es su capacidad de daño y destrucción contra las cosas buenas y funcionales de los activos nacionales. Además de su indiferencia hacia las enfermedades y dolor del pueblo, es decir, de todos los mexicanos; su odio contra la educación, las universidades, la ciencia y la investigación, la creación de riqueza (por tanto de empleos y bienestar social), así como su animadversión contra los que desean mejorar sus condiciones de vida.

La reciente decisión de Citibank de vender Banamex, por mucho que se le disfrace, hace pensar en una recuperación de inversión antes de que se ponga en riesgo el capital, que si se toma en cuenta la cancelación del NAIM para dar paso a esa vacilada llamada aeropuerto Felipe Angeles, a la cancelación de la cervecera en Mexicali, de las Plantas generadoras de electricidad limpia (para usar el sucio y contaminante combustóleo), los bloqueos a las vías de ferrocarril para que no pasen los suministros a las grandes empresas (y con ello interrumpir la producción), sin olvidar sus ataques continuos a las Universidades, Instituciones académicas, a los intelectuales, medios y periodistas críticos y demás: y tendremos como resultado la cancelación de nuevos proyectos de inversión (extranjeros y nacionales), así como el aumento creciente de la pobreza y la indigencia en México. Ambas plagas producto directo de la ignorancia, incapacidad y mala fe.

Cuando López Obrador llegó a la presidencia dijo con claridad lo que pensaba, aunque la mayoría no puso atención a sus palabras. En su falaz postura de austeridad y humildad, pidió a los mexicanos desde el lujoso Palacio Nacional a no tener aspiraciones, a vivir de manera miserable (y a la manera de Fidel Castro, Chávez, Maduro et al, es decir, vivir solo ellos con lujos y riquezas): “No consumir de manera enfermiza. Si ya tenemos zapatos ¿Para qué más? Si ya se tiene la ropa indispensable, sólo eso” (11/Mayo/2020) ¿Si ya tienen unos calzones, para qué más?

Como se aprecia, el tabasqueño no atendió la advertencia de Dickens, aceptando para sus ambiciones y fines perversos la ignorancia y la pobreza (como lo han hecho los populistas latinoamericanos), SIN ATENERSE A LOS RESULTADOS. Resultados galopantes y crecientes de pobreza, indigencia, homicidios y violencia sin fin que sumen día con día a México en la inestabilidad e incertidumbre. “…guárdate de este niño (LA IGNORANCIA), porque en su frente lleva escrita su sentencia… ¡Niégalo! … ¡Calumnia a los que te lo digan! ¡Acéptalo para tus fines perversos, y empeóralo más todavía! ¡Y luego, atente a los resultados!”

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

Tiempo de lectura: 5 min