Opinión
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El Mesías no nació el 25 de diciembre, la fecha fue impuesta tiempo después por la clerecía. En el relato bíblico los pastores de Belén permanecían todavía en el campo, por lo que se considera que el nacimiento de Yeshua (Jesús) en un humilde pesebre ocurrió a finales de septiembre o principios de noviembre, partiendo con su llegada la historia misma de la humanidad en un antes y un después (así como su destino eterno).

¡Qué paradoja!, ¿no cree usted? El Rey de reyes y Señor de señores tuvo que nacer en ese humilde pesebre de Belén -—para atender sus padres al censo ordenado por el César— porque nadie en el pueblo tuvo el amor y discernimiento para recibirles y entender la trascendencia de semejante suceso; mientras que nuestros actuales políticos de la Cuarta Transformación (4-T) viajan por todo el mundo en primera clase, se hospedan en hoteles de lujo en Japón, España, Francia y otros países y se dan vida regia todos los días.

     “Predican la doctrina de Carlos Marx —como se decía en los años ’60 para criticar a los rabanitos mexicanos—, pero les gusta vivir como Carlos Trouyet” (un famosísimo banquero y magnate hotelero mexicano). Incongruentes en todo, mentirosos en todo, corruptos en todo. Durante la larguísima campaña de AMLO a la presidencia, el “combate a la corrupción” fue el lema constante y machacón, pero una vez llegados al poder, a semejanza de Hitler y sus huestes de maldad (Alemania 1933) se quitaron la máscara.

Todo lo han contaminado en la vida pública y privada en el país, destruyendo la República, los poderes que la integraban, los organismos públicos autónomos, desatendiendo la atención y solución a los múltiples problemas nacionales —muchos de ellos graves— dejando el país sin seguridad, sin salud o atención médica, sin medicinas, sin obra pública ni mantenimiento de la existente, rebajando la calidad educativa a las cavernas y, duele decirlo, en el aspecto moral al nivel del prostíbulo (envenenando la mente de los niños y adolescentes por medio de libros de texto elaborados por individuos sin escrúpulos, por resentidos sociales cuya amargura y veneno los han vertido sobre los educandos).

Pero eso no es todo. Inventando una realidad falsa a través (al mejor estilo estalinista) de una propaganda mañanera en la que además de ofender a 130 millones de mexicanos (aunque muchos de ellos hipnotizados o compradas sus conciencias mediante dádivas de dinero público) se nos ha querido ver la cara de tontos con interminables mentiras, pretendiendo vendernos un México de alegría y bonanza que solo existe en sus mentes corrompidas y perturbadas.

No, el México real está sumido en la desgracia y desventura a causa de su incapacidad para gobernar y de su insaciable ambición de enriquecerse. Dominados por una corrupción nunca vista en esos niveles, no sólo superaron en sus latrocinios del dinero y bienes nacionales a todos los gobiernos anteriores, sino que, enloquecidos por el poder y el dinero, se amafiaron con diversos cárteles delincuenciales convirtiendo al país en su botín; en una especie de campo de exterminio en el que todos deben trabajar para ellos.

Obligando a la inmensa mayoría de los mexicanos a pagar impuestos de manera draconiana y permitiendo que las bandas criminales a lo largo y ancho del país cobren el otro impuesto, el criminal (extorsión), convirtiendo la vida de más de 100 millones de personas en un auténtico calvario. El caso de Ricardo Salinas Pliego es ejemplo: mientras llevó la fiesta en paz con AMLO y la banda; mientras hablaba positivamente de ellos en su televisora todo bien. Pero en cuanto se atrevió a criticar la corrupción e incapacidad para gobernar de AMLO-SHEINBAUM, como fieras se le abalanzaron.

Nadie duda que tenga adeudos con el SAT. Lo que sí no es posible creer es que lo que desean cobrar sea real. Es claro que tan irreal suma ha sido inventada cuando menos con tres fines. Uno: la venganza personal de López Obrador y Sheinbaum. Dos: inventar semejante adeudo para poder justificar en un momento dado la expropiación/confiscación de la Televisora de Salinas Pliego (Canal 40). Tres: mandar un mensaje a todos los riquillos (fifís) de México para que ni se les ocurra levantar la voz contra la mafia morenista, pues correrían la misma suerte.

Así que desde el análisis de la situación política que guarda el país no hay nada por celebrar: Más de un cuarto de millón de asesinados durante estos siete años de dictadura, de 806 mil muertos por la mala atención médica durante la pandemia, el campo y los campesinos desatendidos, PEMEX convertido en queso gruyere por la enorme fauna delincuencial emanada de todos los nidos de roedores salidos de MORENA, desaparecido el Poder Judicial, el Legislativo asaltado mediante una tramposa y artificial mayoría legislativa y párale de contar, es para deprimir al más positivo. Para amargar al mismísimo Cándido de Voltaire.

No obstante, lo más importante y trascendente en la vida sí se puede (y debe) celebrar, pues, aunque Yeshua (Jesús) no nació en diciembre, lo cierto es que nació del seno de una virgen de Israel llamada Myriam (María), del linaje directo del rey David, por tanto, heredero directo y legítimo a dicho trono. Un trono que quizá no en mucho tiempo será ocupado por él precisamente. Eso es lo que enseñan las Sagradas Escrituras (que Sheinbaum asegura no creer).

Que con su nacimiento no son los regalos ni las fiestas lo importante; sino agradecer que vino a salvarnos, a reconciliar a la humanidad caída con Dios el Padre. Que con su vida nos puso ejemplo de fe a judíos y cristianos, y con su gloriosa resurrección demostrar ser quien dijo ser. Por tanto, esperar, quizá en un tiempo cada vez más cercano, su glorioso retorno para reinar en Jerusalén como está escrito (algo que los malos y perversos gobernantes ni creen, ni mucho menos esperan). Así que con los políticos no hay nada por celebrar. Mas volviendo los corazones hacia el Creador, cuánta dicha y esperanza ciertas. ¡UNA FELIZ NAVIDAD para mis queridos lectores y amigos!

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

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