URGEN AEROPUERTOS PARA JALISCO

Mientras AMLO sigue jugando al candidato, quizá no se la cree que ganó las elecciones (la verdad es que la mayoría de los que votaron por él lo hicieron en espera de que mejoren las cosas en el país y no precisamente por simpatía hacia su persona), la corrupción que impera ha llegado al punto de metástasis. Habrá que ver si sus promesas tienen algo que ver con la realidad, o solo fueron engaños electorales para hacerse del poder.

     En todos los niveles de gobierno, en todos los Estados, municipios, empresas y órganos públicos descentralizados, en todos los partidos políticos y en cuanta cosa mete mano el gobierno aparecen las células cancerosas de la corrupción. Mal endémico que amenaza con acabar con la vida republicana y el destino de México si antes no se toma en serio el problema y se toman las medidas urgentes que se requiere. Es obvio que cárceles harán falta y jueces que sepan lo que significan hacer justicia (y no jugar a jueces gringos, peor en otros casos, corromperse también y abrir la puerta a quien debe permanecer encerrado) .

     Por señalar una de las múltiples cabezas de esta hidra horrenda, la semana que recién termina los diarios locales en Jalisco denunciaron la existencia de “aviadores” en la nomina de ciertos municipios en el Estado. Tan solo en el pueblo de El Salto, se habló de más de 600 parásitos cobrando por un trabajo que no realizan, mientras que en Tonalá todavía no se cuantifican los vividores a costillas de los dineros del pueblo.

    Y si en un pueblo rabón como El Salto hay semejante cantidad de ladrones cobrando sin trabajar ¿cuántos no habrá en los Ayuntamientos de la zona metropolitana de la capital jalisciense? Y aunque desde hace mucho tiempo se conoce de está nociva práctica, lo cierto es que a partir de que llegó el PAN al poder en Jalisco (1995) se desató —a manera de plaga— esta ambición irrefrenable y cínica por los dineros públicos, encontrando en los «aviadores» la fórmula ideal para mantener dentro de la nómina a los amigos, parientes y favoritas, pero, sobre todo, a los equipos que les ayudan en las campañas. Pandillas que le cuestan al pueblo de Jalisco verdaderas fortunas, al que obligan a vivir a manera de esclavo para mantener tanto zángano.

     Se sabe y es del dominio público que el ayuntamiento de Guadalajara y muchos otros más en Jalisco, si no es que todos, tienen en la nómina a vampiros que chupan la sangre de los jaliscienses que se esfuerzan trabajando a diario para mantener de pie al Estado, como también se sabe que en el Congreso local, el Consejo de la Judicatura y tantos entes públicos, la lista de vividores es grande y por demás dañina para la vida nacional (para poder cubrir semejantes nóminas: impuestos, derechos, permisos, visitas de inspectores, reglas, permisos, etcétera, asfixian la vida de los ciudadanos, que en la vida real son poco menos que súbditos de una clase política cada vez más inculta, ambiciosa, incapaz, pero sobre todo corrupta sin medida e indolente).

     Un paréntesis y ejemplo ¿No es acaso indolencia e insensibilidad total ver al presidente municipal zapopano Pablo Lemus abrazando al par de vándalos que pintorrajearon vagones nuevos del metro tapatío? Vagones que costaron al pueblo mexicano muchos millones de pesos para el servicio de la sociedad y estos salvajes dañan aun antes de entrar en servicio y en lugar de enviarlos a la cárcel, los apapacha y saca ante los medios. El mundo al revés. Volvamos a los aviadores.

     Peor todavía, cuanto aparentan despedirlos, les abren la puerta para que los demandan mediante juicios laborales que no pelean, que dejan perder intencionalmente y que cuestan al pueblo de Jalisco anualmente cientos y cientos de millones. Super, mega, hiper corrupción.

     No es posible que se siga permitiendo tanto ladrón del erario. Que lo son, aunque hipócritas, fingen ser lo que no son y aparentan hacer lo que no hacen.

      Así que el futuro presidente antes de andar preguntando cuál aeropuerto es mejor, porque él ya lo sabe (y si no lo sabe estaría grave el asunto pues estaríamos hablando de un hombre con pocas neuronas, lo que le haría incapaz de ejercer un poder con tantísimas responsabilidades), tendrá que incluir en su IV República, y su colega, Enrique Alfaro Jr. que quiere refundar el Estado, varios aeropuertos, aunque sea improvisados para que aterricen todos estos aviadores que viven de los dineros del pueblo, y los pesquen, ya que lo único que merecen es la cárcel.

     De paso deberán revisar las torres de control y ver quién(es) anotó(aron) en la nómina a tanto vividor, pues si en verdad quieren refundar deberán en primerísimo orden acabar con tanto aviador, de lo contrario, en lugar de refundar país y estado nos refundirán a todos en el caos. ¿O usted que cree estimado lector?

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

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