EL “ZAPOTILLO” NO TAPARÁ SUS TRAICIONES

La traición es una de las acciones más deleznables. La política, siendo tan necesaria e importante, ha sido entre los pueblos, invadida y contaminada en diversos tiempos y épocas por toda clase de traidores. Individuos sin escrúpulos cuya máscara y voz melosa engañan a los ingenuos al tratar con un impostor, no con el ser real que por lo general se hace presente en acciones contrarias a las esperadas, destruyendo los sueños y anhelos de una sociedad o un pueblo.

En uno de mis libros señalo el enorme daño que le han hecho al país estos malvados en lo que corre del presente siglo: “En apenas doce años la República quedó postrada y sus instituciones vulneradas y sin fuerza, merced a la traición de los muchos y de su hijastra la ambición desmedida. Esta estremecedora situación nos recuerda a los ciudadanos conscientes y comprometidos con México (lastimados de padecer semejante desgracia), que el espíritu de Santa Anna está de nuevo entre nosotros, y vive en el corazón de todos los traidores” (México: ¿Estado Fallido o País Traicionado? Volumen dos, págs. 395-396).

Shakespeare, en su obra Julio César, se sorprende que entre los traidores estuviera uno de sus protegidos “¿Tú también, Bruto, hijo mío?”. Ante la traición casi consumada (en la intención ya es completa) contra los jaliscienses y en particular contra los alteños, los conspiradores son y han sido muchos: Desde Vicente Fox y Felipe Calderón, hasta el gobierno federal actual, sumándose al cuadro de deshonor  los gobernadores de Guanajuato, la Comisión Nacional del Agua, el Partido Acción Nacional, la banda de empresarios ambiciosos (que en todo ese tipo de acciones pululan) y hasta el mentado “Bebeto” salió con su domingo siete apoyando la inundación de los pueblos alteños. Y todo para llevar el agua a las armadoras de carros en Guanajuato y para los dueños del capital en esa entidad.

Faltaba sin embargo la voz del Ejecutivo en Jalisco, quien aprovechando las vacaciones de semana santa habló en contra (refinando la traición), por lo que a la manera del sorprendido emperador romano el pueblo de Jalisco le dice al gobernador Aristóteles Sandoval “¿Tú también, Aristóteles, hermano mío?”.

¿No se supone que el primer y gran compromiso de un gobernador es con los ciudadanos de su Estado? Lamentablemente Aristóteles Sandoval pasará a la historia como uno más de la lista de demagogos que han disfrutado (y en la mayoría de los casos aprovechado) el poder, pero que a la hora de la verdad han dado la espalda a su pueblo y a sus compromisos.

Las mentiras y la farsa orquestada por la CNA y los constructores no ha hecho sino aumentar su falta, restando credibilidad a un gobierno (el del Presidente Peña Nieto) que a la manera de Churchill se abre camino con “sangre, trabajo, sudor y lágrimas”, mientras que algunos de su equipo siguen en los tiempos del panismo ¡dominados por la ambición y perdidos por la corrupción!

Para la ciudad de León ya no necesitan agua ¡Tanto que los guanajuatenses nos criticaban a los de Jalisco argumentando que Chapala solo servía para que los jalisquillos esquiaran (aunque la mayoría nunca hemos visto de cerca unos esquíes) y ahora cuentan con enormes presas en las que practican deportes acuáticos de avanzada! Claro, han tomado el río Lerma como patrimonio propio sin que los últimos gobernadores de Jalisco abran su boca y se opongan a semejante despojo de vida.

Escribe Quevedo en su conocido poema: ¡poderoso caballero es don dinero! La nueva clase política mexicana vive en eterna genuflexión ante los barones del dinero, mientras que con los ciudadanos que les eligieron son indolentes, sordos, prepotentes e implacables.

Falso que León requiera del agua del río Verde. Falso que para traer agua a Guadalajara se requiera de una cortina de 105 metros en la presa El Zapotillo, pues para eso serviría El Purgatorio cuya distancia y costos son menores. Falso que se requiera inundar Temaca, Acasico y Palmarejo; es la ambición de los pocos la que se empeña en semejante maldad. Falso que nos estén defendiendo a los jaliscienses. Como falsas son todas las reuniones oficiales con el único fin de intimidar a los ciudadanos. Semejante fuerza deberían utilizarla contra los delincuentes en Estados como Tamaulipas.

Entre tanta falsedad lo único que resalta son las traiciones de funcionarios y dependencias involucradas. Estamos a tiempo para que el gobierno federal detenga este abuso y traición contra los gobernados de Jalisco, de lo contrario que no se vuelva a nombrar la palabra democracia, que por lo que se aprecia en la infame decisión de El Zapotillo sería más útil “totalitarismo”. Esperamos que la sabiduría y la prudencia escuchen la voz del pueblo, de lo contrario la cortina de El Zapotillo no podrá cubrir jamás las muchas traiciones de los políticos involucrados (y el esfuerzo sexenal en Jalisco será inútil, sin valor alguno).

PRIMER ANIVERSARIO

     Aunque esta columna apareció en el diario El Informador de Guadalajara por dos décadas (1987-2007 hasta que llegara la censura durante el gobierno de Emilio González Márquez), esta semana se cumple su primer aniversario en la red. “Sin Chapala, Jalisco se muere” fue nuestro primer comentario y tal parece que al gobernador Aristóteles Sandoval solo le preocupan las elecciones, los amigos y las encuestas, de lo contrario se hubiese aplicado y ocupado en este asunto de vida o muerte para los habitantes de Jalisco.

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¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

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