GOBERNAR Y RESOLVER, NO ES LO MISMO QUE MANIFESTARSE
Los cambios generacionales que estamos teniendo en lo que corre del siglo se reflejan también negativa y dañinamente en las decisiones políticas. Las generaciones nacidas en los años 50’, 60’ y 70’ no podemos aceptar que los vándalos de las manifestaciones —por lo general los peores estudiantes; simples golpeadores y parásitos sociales— muchos de ellos, estén ahora al frente, o como parte de los gobiernos.
Personas que sólo saben exigir y destruir; resulta imposible que al frente de una responsabilidad pública puedan hacerlo con propiedad y eficacia. Carecen de la formación, capacidad, carácter, visión, sensibilidad y, CONOCIMIENTOS. Los burros de la escuela continúan en la fila del personaje de Juan Ramón Jiménez. Con lo cual no se dice, ni sugiere que lleguen los llamados “nerds”. Tajantemente no, ya que con frecuencia estas personas carecen también de la sensibilidad y visión para gobernar.
Cuando estaba en la preparatoria (1966-68) escuché un chiste que ejemplifica de alguna forma la personalidad promedio de los adictos a las manifestaciones. El chiste decía: “…que a finales del mes de enero de 1959, en la ciudad de La Habana (Cuba), varios camiones repletos de hombres iban gritando consignas contra el nuevo gobierno. Le mentaban la madre tanto a Fidel, como a Raúl, así como al Ché Guevara y Camilo Cienfuegos. Un vago que caminaba por una plaza les vio, y escuchó, tomando la decisión de subirse a uno de los camiones y unirse al desmadre. Una vez arriba se sumó a los coros de vociferantes… Pero como salieran ya de la ciudad y se dirigieran a un lugar solitario, el vago preguntó: ¿que adónde iban? Con el acento cubano, uno le contestó: ¡Al paredón, chico, al paredón! ¿Pol qué cree que venimo glitando toda esta cosa?”
Muchos de los que se unieron a la fiesta de MORENA en el 2018 y el 2024, si no lo han hecho, ahora deben ver que se subieron a los camiones equivocados, a los de la corrupción desbordada y la destrucción. A los enemigos de México, del trabajo, del orden legal y el estado de derecho. A los resentidos sociales que, de acuerdo a sus mentes enfermas y perturbadas, todo desean y creen merecer, pero jamás se han esforzado para lograrlo. Ni aunque quisieran ¿cómo lo harían si no les gusta trabajar, ni tampoco aprecian ni valoran el esfuerzo y sus frutos? Lo suyo es el desmadre, la violencia, el hacerse de las cosas rápido y fácil, haciendo de la mentira el recurso cotidiano para justificar sus muchos delitos y cuestionables acciones.
Gobernar un país no es tan sencillo como los marchantes y manifestantes que vociferando descalifican a todos y a todo. Definitivamente no. Para conducir correcta y ordenadamente una Nación se requiere, en primer orden, de amar el país y un gran equipo de hombres y mujeres inteligentes, capaces, que sepan trabajar en unidad, con visión de estado que incluya, además de la solución de los grandes problemas nacionales: el mejoramiento y mantenimiento de la infraestructura, al igual que resolver las grandes necesidades de la población: salud, seguridad, educación, economía y demás.
Nada de esto han hecho los de la 4-T y Morena. Lo único que han hecho son las obras del diablo como dice el mensaje Divino: «robar, matar y destruir» (Juan 10:10). Con sus hechos y palabras, además de destruir con rapidez lo logrado durante un siglo con el esfuerzo y trabajo de todos los mexicanos, nos han dividido a la manera y estilo de los dictadores Hitler, Mussolini, Castro, Chávez, Maduro y demás asesinos y falsarios.
México está en desgracia, en una situación por demás lamentable que nos llevará décadas para su recuperación y estabilización. A causa de sus derroches y obras estúpidas (Tren Maya, Refinería Dos Bocas, Mexicana, Tren Interoceánico, Pemex, CFE y un larguísimo etcétera), el país está en quiebra. El problema, además de gravísimo, no tiene visos de ser resuelto.
Y es que, en lugar de reconocer sus yerros y reconocer la realidad, los DERROCHES BILLONARIOS de López Obrador en obras sin ninguna planeación (ni necesarias tampoco para el país); a su sucesora le interesa más cubrir las espaldas al tabasqueño, que la vida y destino de 130 millones de ciudadanos mexicanos que protestó gobernar, es decir: cuidar en todos los sentidos de la palabra. Pero no. Para ella vale más uno (por cierto: un hombre malo, destructor y psicópata).
Gastaron a puños el dinero público que se tenía y el que no se tenía (préstamos). A la manera de borracho en cantina con herencia no valorada, dilapidaron de manera casi absoluta e irresponsable los presupuestos, dejando al país en quiebra y mintiendo cínica y teatralmente de cara a la nación (creyéndoles, claro está, sus huestes cómplices y los beneficiados con dineros a través de programas sociales).
En SALUD han dejado en ruinas el IMSS y la Sría. de Salud, desmantelando los programas de vacunación y desapareciendo las estructuras de adquisición de medicinas y equipos. En EDUCACIÓN el retroceso va en caída libre. En SEGURIDAD las bandas delincuenciales (muchas de ellas en complicidad con funcionarios públicos de todos niveles) son las que realmente gobiernan o controlan Estados y Municipios manteniendo al país en un baño de sangre y horror. En cuanto a INFRAESTRUCTURA PÚBLICA ni siquiera se ha dado mantenimiento a la que se tenía, mucho menos se ha creado nueva (fuera de los elefantes blancos a costo estratosférico construidos por el fhürer de Macuspana).
PEMEX, como todos sabemos, se ha convertido en una cloaca gigantesca donde los ladrones de dentro y de fuera ya la saquearon del todo, donde lo más probable es que sus deudas ya sean al doble de lo que vale (y se niegan a declarar la quiebra para seguir saqueando esta banda de forajidos). Por lo que a la CFE respecta, su situación actual es casi semejante; de haber estado como empresa de clase mundial, López Obrador y su banda de saqueadores y se dedicaron a desmantelarla, a destruir convenios y proyectos con empresas privadas, retrocediendo la CFE en capacidad e inversión, y por ende, dejando a las empresas nacionales y extranjeras (de todo tipo y tamaño) sin el suministro necesario para producir y sin responder a las inversiones ya hechas.
Y por si no les fuera suficiente a estos antaño gritones de calles y avenidas, ahora que están en Palacio Nacional y en los de muchos Estados, la soberbia les ha dominado y perdido a tal punto, que han empezado a utilizar la CENSURA como herramienta inquisitorial para callar la libertad de expresión. Un valiente y veterano periodista de Campeche ha sido víctima del monstruo ese que cobra por dizque gobernar ese Estado. Al también valiente y culto Héctor de Mauleón lo están queriendo intimidar —aunque la intención sea intimidarnos a todos— por señalar los nexos de una pseudo política metida en escándalos de corrupción. La lista comienza a crecer y debe ser detenida de inmediato por la Presidenta, quien, en plausible intervención, condenó estos excesos y dijo: “que el poder es humildad, no soberbia” (El Universal, 17/Jul/2025)
Para manifestarse, pues, no se necesita más que echar desmadre, gritar, exigir todo del gobierno, aprender algunas frasecitas que aparenten ideología y destruir cuanto se pueda al paso (para intimidar). En cambio, para gobernar, se requiere detectar los problemas, pensar como resolverlos de la mejor manera; auxiliarse de los mejores y más capaces; cuidar los dineros públicos, y, algo imposible para AMLO y CSP, no esperar nada a cambio, pues como es sabido, la mayoría de las sociedades no agradece el bien que se les hace (sino muchos años después); mientras que los daños, la incapacidad o la indolencia, son reclamados de inmediato. Y a ellos, al tabasqueño y su pupila, les encanta la adulación, viven de las encuestas (aunque pagadas), pero que los halaguen, son parte del elixir que pierde a los dictadores.
¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!
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