CNTE: SINDICATO NO, ¡CÁRTEL!

El momento político que se vive en México es de caos y terror. Un México violento en el que la sangre corre como ríos ante un gobierno inepto e indiferente ante el dolor del pueblo, que se identifica y asocia con las bandas criminales y se desentiende del todo ante el saqueo y terror en el que viven la inmensa mayoría de los mexicanos.

En esa nueva geografía política, desconocida casi del todo hasta el año 2018, por cuanto la fauna pseudo política era contenida por los gobiernos en turno; llegado el de López Obrador les abrieron las puertas de par en par. Se dice, y todo indica que así es, que se trata de grupos al servicio del gobierno que aparentan ser sindicatos o cosas así (LyF, CNTE, y algunos otros grupos pseudo sindicalistas).

En términos claros y precisos los sindicatos se formaron para defender a los trabajadores de los patrones abusivos. En México, en el caso de los pseudo sindicatos ya mencionados (y algunos otros carteles semejantes), más que el gobierno, el pueblo mexicano es quien debe defenderse de estos gorilas vándalos que no sólo roban dineros a la Nación (mediante sus cíclicas extorsiones), sino que a su paso destruyen todo cuanto encuentran, desestabilizando de paso la vida de la población productiva.

Imposible aceptar que se digan “maestros” de escuela, cuando en realidad son ‘maistros’ en la destrucción y la anarquía, en hacer sufrir a los mexicanos trabajadores y pacíficos, que, dicho sea de paso, son los que mantienen de pie al país y dan comida para todos. Banda de chantajistas destructores que para sí o para su jefe en turno (el que les organiza sus desmadres) toman calles, casetas en autopistas, edificios, y todo aquello que pueda producir problemas al gobierno y sufrimientos a los mexicanos de bien (que ellos nunca lo han sido, NUNCA).

     Desde esta columna se ha señalado durante años las fechorías cometidas por la CNTE, del costoso daño económico, político y educativo causado al país. Delitos que hasta ahora TODOS han permanecido impunes. De hecho, en la mayoría de sus salidas marabuntarias los gobiernos en turno han abierto las arcas públicas para calmar los chantajes de estas bandas de falsos “sindicalistas”, peor aún, “magisteriales”, cuando lo único que siempre han enseñado estos gorilas golpeadores es ambición y actitud destructiva.

Hace casi dos décadas (30/Junio/2007) se publicó un artículo en esta columna titulado OAXACA: “LABORATORIO POLÍTICO” (que en ese tiempo aparecía en el diario El Informador de la ciudad de Guadalajara), en el que se describe desde entonces a esta banda delincuencial que bajo el membrete de un sindicato que debiera dedicarse a la mejor causa de todas LA ENSEÑANZA, se dedica, sin embargo, a la extorsión gubernamental a través de la violencia extrema:

—“Oaxaca ha sido laboratorio, ensayo que de funcionarles abriría el camino al llamado “Peje” y tribus pseudo izquierdistas. El juego de máscaras políticas ha sido tan burdo, que el olor nauseabundo de los actores ha llegado hasta el respetable. En el año 2006, el entonces presidente Fox utilizó a Oaxaca en su estrategia —implementada por sus patrones del país del norte— para acabar con el PRI. Para ello contrató los servicios de esa señora de incómodas facciones y peores hechos: Elba Esther Gordillo. Mujer nefasta para la vida nacional, como nefastos están resultando muchos profesores (Maestro significa algo totalmente distinto) que tienen a las nuevas generaciones de mexicanos en el penúltimo lugar educativo del continente…

      La Gordillo usó pues todos sus malos oficios para tronar al PRI en Oaxaca en las elecciones del 2006, sabiendo que si lo lograba de paso afectaba a Chiapas. El problema es que la lumbre se les salió de control y la caterva de fascinerosos locales —más los agregados del D.F. —bajo la hipócrita máscara de las luchas sociales incendiaron Oaxaca. Quisieron hacer cuentas con el Gobernador Ulises Ruíz, quien al asumir el poder decidió cortar el subsidio a la enorme pandilla de parásitos que vendía ‘protección’ o ‘paz social’ —como usted prefiera—utilizando ese dinero en un lugar que lo que sobra son carencias y pobreza. Resulta un crimen que un Estado como Oaxaca que vive básicamente del turismo, estos zánganos con máscara de ‘luchadores sociales’ secuestren al pueblo que dicen defender… No hay lucha social. Es el dinero que gobiernos pasados entregaban a estos extorsionadores…”

Así que no es nada nuevo. Es el mismo viejo Cártel de la CNTE creando caos y destruyendo todo a su paso para extorsionar al gobierno, en este caso, al de Claudia Sheinbaum. Algunos compañeros de oficio, como Raymundo Riva Palacio, con valentía y sin rodeos señala en su artículo del viernes 14 (noviembre) el origen de esta organización mafiosa: “La CNTE, controlada por la Sección 22 de Oaxaca, no se ha mandado sola desde el sexenio pasado. López Obrador logró su control y en varias ocasiones ha sido quien les ha instruido como actuar”.

De manera que el daño que ésta y otras mafias están haciendo al país es mayúsculo, y de no detenerles ya, la gobernabilidad en cualquier momento puede salirse de control. Basta ya de tolerar y mimar a Ayotzinapos, CNTE, SME y cuánto cártel afín a MORENA. Si es que de verdad ganaron en las urnas en 2024 (se asegura que en realidad ganó Xóchitl Gálvez) su compromiso es con todos los mexicanos, con la solución a los grandes y abundantes problemas nacionales y el establecimiento de un auténtico estado de derecho

¿COMENZARON LAS EXPROPIACIONES?

Nadie duda que Salinas Pliego tenga deudas con el SAT; lo que sí se duda es el monto del adeudo (a nadie le permitirían llegar a semejante suma). Peor aún: que en cuanto tuvieron un Poder Judicial integrado por las huestes de MORENA se abalanzaron como fieras contra este empresario que en los últimos dos años se ha vuelto un feroz crítico de los gobiernos de AMLO y Sheinbaum ¿Iniciaron las expropiaciones al estilo Fidel Castro en México? Empresarios, patrones, e inversionistas extranjeros deben abrir los ojos y cuestionar al respecto. Las barbas del vecino ya amenazaron con ser cortadas.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

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