Opinión
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Cuando se creía que ya lo habíamos visto todo, que préstamos, devaluaciones y corrupción hicieron que muchos pidieran y votaran por un cambio, lo cierto es que nos sucedió como advierte el proverbio bíblico: “como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso” (Amos 5:19).

Una nueva clase política, ignorante y ambiciosa hasta lo irracional vino a ser y hacer el cambio. Trouppe de bucaneros cuyas acciones han estado encaminadas al bienestar único de su pandilla en el poder (clasificarles como partido político sería justificarles) sin importar un comino la suerte del pueblo y destino del país. De hecho lo han entregado al Imperio, acabando casi con los recursos nacionales.

Un caudillo de papel con botas; empresario torpe y en quiebra económica y moral engañó a millones de mexicanos prometiendo un cambio que al único que favoreció fue a su persona, familia(s) y allegados, dejando a la burocracia de todos los niveles sin control y con las manos desatadas.

Ejemplar grotesco y personificado del cinismo ahora quiere vender mariguana; incluso pretende acrecentar sus millones juntados en los años en el poder entrándole al negocio del petróleo (su capital personal era un rancho destartalado que no valía nada, pero que en su malgobierno creció en cientos de hectáreas y con instalaciones propias de un magnate).

Para nuestra desgracia una especie Napoleón de opereta le siguió en el trono y en lugar de poner orden en el país, declara sin antes prepararse ni hacer el trabajo de inteligencia, una guerra contra la delincuencia que costara 120,000 muertes; considerando que los costos económicos y sociales además de incalculables sus efectos padeceremos y lamentaremos por mucho tiempo.

Lo peor del caso es que esta nueva clase política marcada por la soberbia, incapacidad y ambición sin límite, carece de toda autocrítica y sentido común. La sensatez no es parte de su mundo de manera que ni siquiera se dan por enterados que los mexicanos están(amos) hartos, cansados de sus latrocinios, soberbia, egoísmo e incapacidad.

Desde que llegó el Partido Acción Nacional al poder (estatal y luego federal) los sueldos, prestaciones y demás variantes de corrupción que fueron apareciendo e inventando para llevarse el presupuesto, contagiaron con su avaricia a los demás partidos al punto de borrar las diferencias ideológicas hasta quedar en el simple discurso retórico.

Desde el malgobierno de Foximiliano se han dedicado a gastar en imagen y publicidad, que dicho sea de paso antes era gratuita por ley, pero Marta Sahagún sin ser nadie en la administración pública, negocio con televisoras y medios para renunciar a esa gratuidad y pagar en adelante millonarias cantidades mensuales. Situación que se traduce en menos obras y más mala atención en salud, educación, carreteras, etcétera.

Los gobernantes en los tres niveles se han convertido en adictos a la televisión, prensa y radio, incluso las redes sociales. Dejó de buscarse el bienestar social para entronizar el ego, de hacer de Narciso el centro del universo. El sociólogo Lipovestky lo ha escrito de manera precisa: “El narcisismo, nueva tecnología de control flexible y autogestionado, socializa desocializando, pone a los individuos de acuerdo con un sistema social pulverizado, mientras glorifica el reino de la expansión del Ego puro” (La era del vacío, Anagrama, pág. 55).

Las encuestas sobre los candidatos (y candidotes) han llegado al punto del hastío social, de producir nauseas. Los programas de radio y televisión integrados por políticos o periodistas hablando de ellos, causan ya urticaria social; sobre todo porque jamás les tocan de verdad ni les señalan sus muchas pillerías, limitándose a criticar bagatelas o tonteras que en nada afectan su imagen pública. Imagen que sus apologistas oficiosos o disfrazados de líderes de opinión cuidan (y venden) muy bien. El pueblo mexicano por supuesto que tiene otra imagen muy distinta de ellos.

Ramón López Velarde, el poeta y escritor zacatecano, al comentar acerca de las plumas al servicio del estado y su diferencia con las independientes, decía que a las segundas es tarea del pueblo buscarlas:

―“Las masas deben ir al escritor independiente, no él a ellas. Porque ni el faro mira a los tripulantes del mar, ni los ríos van a correr junto a las ciudades de la tierra: son los ojos marinos los que se guían por la luz providente del faro y es la humana colmena la que finca su panal a las márgenes de las aguas bienhechoras.

     Los independientes son los que escriben sin cuidarse de las bilis del César y los procónsules, los que no sobajan la forma de su arte ni subordinan la substancia de su espíritu.

    Los inmorales son los otros” (Los Inmorales, Crónicas Literarias, Océano, pág. 80).

Parece mentira (y esquizofrenia) que el periodismo oficial con una nota critique a los vándalos anarquistas que están llevando al caos al país y con otra les defienda para que el gobierno no ponga orden. Y como los gobernantes y la clase política en general cuidan más su imagen y lo políticamente correcto; por consecuencia se han olvidado de su tarea que es gobernar y procurar el bien del pueblo mexicano. Teniendo la Constitución y demás cuerpos de leyes como marco normativo, para desgracia nacional apenas atinan en hacer uso de sus asesores de imagen acarreando de paso el hartazgo social ¿No lo cree usted estimado lector?

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

e-mail: mahergo50@hotmail.com

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Qué curioso, ya nadie sabía nada del encapuchado Marcos y su guerrilla virtual (obra de los jesuitas) y de pronto reaparece justo cuando el nuevo gobierno cumple un año! Guerrilla de opereta, de comunicados y manejo de medios –como saben hacerlo con verdadera maestría los jesuitas-. Claro, en las guerrillas de verdad las balas matan y la intención de “levantarse en armas” (1994) utilizando como pretexto a los indígenas chiapanecos era mediática.

ué curioso, ya nadie sabía nada del encapuchado Marcos y su guerrilla virtual (obra de los jesuitas) y de pronto reaparece justo cuando el nuevo gobierno cumple un año! Guerrilla de opereta, de comunicados y manejo de medios –como saben hacerlo con verdadera maestría los jesuitas-. Claro, en las guerrillas de verdad las balas matan y la intención de “levantarse en armas” (1994) utilizando como pretexto a los indígenas chiapanecos era mediática.

     El “abusivo” presidente Salinas respondió a su ataque enviándoles la aviación y el llorón del Marcos cual plañidera cibernética no paró de acusarle ante los europeos que le apoyaban, especialmente alemanes, italianos y franceses (a los que una vez lograda la “paz” les daba costosos tours para que se sintieran “guerrilleros”, ya sabe usted que los deportes extremos están de moda) de que los estaba matando ¿Y que esperaba este follón si le declaró la guerra al estado mexicano?

Bueno, farsante el uno como la otra, aunque mayor condena merecen los dueños de la carpa de títeres, comparto al lector algunos fragmentos de reciente libro de mi autoría acerca de este individuo llamado Marcos:

―”Una de las peores incongruencias del gobierno salinista fue la aparición del autonombrado Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN): Comandado por un superestar de los medios apodado “Marcos”, cuyo nombre real es Sebastián Guillén Vicente y acompañado por una turba de indígenas disfrazados de guerrilleros atacan un cuartel en San Cristóbal de las Casas en Chiapas (como si se tratara de una ópera bufa destinada a impactar únicamente en los medios sin que en momento alguno se tratara de una guerra en serio, pues de haberlo sido el ejército les hubiera aniquilado en un par de meses cuando mucho).

Las razones de su existencia y aparición pública (del EZLN) nos la deben tanto Salinas como Zedillo, el vendepatrias de Marcos, y por supuesto, el Imperio. Y es que justo el día que entraba en vigor el TLC (1º de enero de 1994), aparece un nuevo apóstol de los indígenas chiapanecos, cubierto –como si se tratara de un bandolero- con un pasamontañas y con una pipa al estilo “Che” Guevara. En un corto tiempo se vería que el sujeto era más diestro en el internet, imagen y manejo de medios, que en los asuntos bélicos…. (México: ¿Estado Fallido o País Traicionado? Volumen dos, pág. 319).

Cuando esta columna se publicaba en conocido diario de la ciudad de Guadalajara, lo cual sucedió por dos décadas (hasta que vino la censura durante el mal gobierno de Emilio González Márquez), escribí un artículo el 18 de febrero de 1995 titulado “¿A LA DERIVA?”. Entre otras cosas criticaba severamente la tibieza de Zedillo, su indiferencia ante el rompimiento del estado de derecho por el EZLN y de la violencia contra los ciudadanos que trabajan y sostienen este país, así como la farsa del encapuchado:

―”Desde el inicio del régimen del actual Presidente Zedillo, muchas de las políticas que se han tomado, han dado la apariencia a la sociedad de carecer de un rumbo fijo. Las declaraciones presidenciales con referencia a los encapuchados del EZLN matizaban el asunto de tal manera, que se consideraba que la paciencia oficial sería eterna…

Por su parte los ganaderos chiapanecos en su desesperación levantaron airados su voz ante y contra la figura presidencial. Los continuos robos y sustos a los que han sido sometidos por los facinerosos del EZLN, les condujeron al callejón de los gritos que claman por justicia y protección.

De pronto, ante el asombro y beneplácito de toda la Nación, el Presidente Zedillo anunció el descubrimiento de la identidad del encapuchado mayor llamado “Marcos”, y la decisión gubernamental de perseguir judicialmente a éste y otros delincuentes de su ralea que amparados con el ‘borrego’ de la causa indígena han sumido al país en el caos político y económico…

Sin embargo, el martes de la presente semana el pueblo mexicano escuchaba con asombro nuevas declaraciones del Presidente Zedillo ordenando prácticamente el alto a las acciones militares en Chiapas e invitando por enésima vez a los encapuchados al diálogo ¿Se puede con apego a la Constitución dialogar con encapuchados violadores del Estado de Derecho?…  Nuestro gobierno no puede continuar dando tumbos diciendo un día sí y otro no. No puede quitar a un gobernador de su cargo solo porque un candidato es mal perdedor y en su berrinche causa problemas. Como tampoco se puede retirar a un Ejecutivo Estatal solo porque un junior disfrazado de guerrillero (título que por cierto le queda muy grande) presiona, ayudado por la prensa y los billetes venidos del extranjero para causar un conflicto social”.

En conclusión: Ni Marcos es guerrillero ni el EZLN es un ejército. Simple farsa de uno y otros para sacar provecho político y económico de gobiernos malos y timoratos. Un país, de la ideología que sea, se construye trabajando, aportando ideas, recursos y esfuerzo de manera colectiva. El tema indígena siempre será bandera fácil de farsantes y demagogos. En veinte años ya era para Marcos y sus secuaces (incluyendo a los jesuitas) hubieran educado a los indígenas locales en todos los órdenes, incluso el demográfico.

Con familias de ocho y diez hijos lo único que hacen es agudizar el problema y no hay dinero que ajuste para llenar tantos estómagos vacíos. No se diga en un país como México en que la mayoría no paga impuestos y una clase política corrompida hasta la médula ha perdido toda sensatez (viviendo como reyes, en el estricto sentido de la palabra) y los dineros públicos son pésimamente mal utilizados. Donde unos pocos tienen mucho y muchos tienen muy poco.

Así que la aparición de Marcos y sus secuaces además de ser molesta de sobremanera para el mexicano que trabaja y sostiene el país, demuestra por enésima vez que en este pueblo al que trabaja y esfuerza se le castiga y exige toda clase de impuestos, mientras que a los parásitos y chantajistas (maistros de la CNTE, perredistas, informales, Marcos, EZLN y demás) no se le toca ni con el pétalo de una rosa, menos con la aplicación estricta de la ley, que dicho sea de paso, en México solo se aplica de manera selectiva.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

e-mail: mahergo50@hotmail.com

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Toda moneda tiene dos caras. Con relación a las tarifas del transporte público en Guadalajara desde que se tiene memoria cada que son elevadas, brotan de inmediato una legión de apóstoles del proletariado más veloces que una flecha y mas balines (a cual más) que un billete de tres pesos.

oda moneda tiene dos caras. Con relación a las tarifas del transporte público en Guadalajara desde que se tiene memoria cada que son elevadas, brotan de inmediato una legión de apóstoles del proletariado más veloces que una flecha y mas balines (a cual más) que un billete de tres pesos.

    Toda persona sensata sabe que el transporte público es una necesidad para la mayoría de la población, que si no se utiliza en mayor medida, es básicamente por el desinterés del gobierno y los grandes inversores para mejorar y ofrecer opciones más cómodas y modernas (como es el metro o tren ligero). Este punto carece de discusión.

Así que volviendo al asunto de las tarifas. En los años sesenta y setenta apenas se conocía del aumento del boleto de los camiones (que era de unos cuantos centavos), cuando esa organización de porros y criminales llamadaFederación de Estudiantes de Guadalajara salía en “defensa del pueblo”. Los periódicos de entonces son testigos en no pocas ocasiones de una extensa galería de bribones derramadores de sangre y controladores oficiales del gremio estudiantil, pandilleros empistolados que mancillaban a diario los recintos universitarios. ¿Por qué nunca salían o salieron en nuestra defensa cuando se sabía de los latrocinios de algún funcionario del gobierno?

Entonces sus enemigos del “pulpo camionero” se reducían a dos empresas: la llamada Alianza (que agrupaba, los amarillos de Analco, los rojos de Oblatos, los blancos de Colonias, los azules de Circunvalación, los verdes de Atemajac y los plomos de Tlaquepaque) así como Servicios y Transportes; una empresa que finalmente quedara en manos del gobierno y cuyo taller estaba por Paradero a la entrada de San Pedro.

Los nombres y apodos de personajes de esa nociva agrupación ponían los pelos de punta a cualquiera: Enrique Zambrano, Enrique Alfaro, el “gorilón”, el “pelacuas”, el “Balvaneda”, el “niño Urzúa”, el “wama”, el “teocaltiche”, por citar algunos.

Pero como las leyes físicas aseguran que la materia no se destruye sino se transforma, la banda de golpeadores también se transformó. Queriendo echar tierra sobre su terrible pasado (su cueva se situaba a espaldas de la escuela de Música en Juárez y Tolsá, aunque la entrada estaba por Pedro Moreno; lugar temible para todo estudiante) la FEG en la actualidad se ha lavado el rostro con el jabón mil usos de la “democracia”, presentando un nuevo look con las iniciales de FEU ¡Total, al mexicano todo se le olvida y los viejos no tienen manera de hacer públicas las muchas fechorías de estos falsos apóstoles sociales!

Durante los años cincuenta y sesenta, el “día del estudiante” hordas de vándalos de la FEG aterrorizaban los comercios del centro, pero sobre todo de la zona de Obregón (compuesta por esa época de comercios muy distintos a los actuales), mismos que se veían obligados a cerrar sino querían sufrir grandes robos por estos sujetos a los que la policía jamás molestaba (y que el sistema podía utilizar más adelante ¿para qué molestarlos entonces?).

Al crecer el problema del transporte público el gobierno se deshizo del subsidio y dejó que particulares se encargaran del mismo (quedándose con unas cuantas rutas con pocas unidades, como es el caso de Servicios y Transportes). Se consideró hace unas tres décadas que el usuario tenía que pagar el costo real y no tenía el estado porque cubrir con dineros públicos el subsidio que año con años iba en aumento.

Llegamos al punto. Así como los “apóstoles sociales” cada vez que se habla de aumento de tarifas se desgarran las vestiduras y lapidan con frases demagógicas al “pulpo camionero”, es justo que se descubra la otra cara de la moneda ¡EL PULPO DE LOS DEMAGOGOS! Una cofradía de falsos redentores integrada por la FEU, televisoras, periódicos, comentaristas y demás, que aprovechan este ajuste para situarse en el medallero político o en el centro de la opinión pública.

Sin embargo olvidan varias cosas que no mencionan jamás al usuario del transporte público. Que los camiones son un negocio particular y debe ser negocio para que sigan prestando el servicio. Hasta donde se sabe las tarifas tienen cuatro años y meses sin subir un solo centavo, mientras que el diesel ha subido casi al doble, como también el costo de las unidades, llantas y refacciones.

Es decir ¡hágase la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre! Mientras los funcionarios públicos tienen ingresos de monarcas, al salario del trabajador le aumentan $3 miserables pesos. Dicho en otras palabras: El problema no son las tarifas del transporte público. El problema son los salarios de miseria. Durante muchos años los distintos gobiernos han permitido que se erosione el salario del trabajador; en tanto que cualquier regidor ignorante y corrupto tiene ingresos millonarios. Ejemplo que se observa también en congresos y toda dependencia pública.

Así que no nos vengan con que el problema es el pulpo camionero, cuando es otro pulpo: el de los ricachones de los dineros públicos mal habidos, los que saben manejar a ciertos medios para engañar la opinión pública. Ellos son realmente el problema. Los que han permitido que el salario del trabajador se convierta en nada y sufra para pagar su transporte. Así que no nos vengan con el viejo cuento de “¡Al ladrón, al ladrón…”!

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

e-mail: mahergo50@hotmail.com

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Hace algunos años un estimado amigo judío me llamó por teléfono para disculparse por un comentario que me había hecho al final de la presentación de mi libro “EL RETORNO” (Ha Jazará). Él, como la mayoría de los judíos y de los cristianos no entendía la doctrina bíblica de La caída, la cual les resulta imposible comprender así como sus gravísimas consecuencias para la humanidad en general (cuando no tienen una relación íntima con Dios a través del Mesías).

     Hombre de bien, sincero y profundo en sus razonamientos, me expresó su malestar personal por haberme dicho aquel comentario. Acto seguido, me compartió con alegría que gracias a la lectura de mi libro había entendido por fin el milenario pecado de Adán y Eva (que ocasionara “la caída”) y sus terribles consecuencias espirituales (en teología se le conoce también como la doctrina de la depravación del hombre); de su rompimiento con el Creador y de su relación pura y perfecta.

Palabras más, palabras menos me expresó con alegría que “…si no hubiera habido caída ¿para qué necesitábamos un Mesías?” Lo había entendido en plenitud. El Espíritu Santo (Ruach ha Kodesh en hebreo) había hecho su bendita obra en mi amigo y él lo había permitido sencilla y dócilmente por medio de la fe. Por cierto, su abuelo había sido rabino en el siglo XIX.

La cuestión es que la mayoría de los cristianos en todas sus expresiones están casi en idéntica posición. Desconocen la esencia de su propia fe confiando apenas en algunas historias y relatos bíblicos, como también desconocen la mayoría de las doctrinas bíblicas, apoyándose tan solo en ritos y rezos que por cierto jamás han concedido salvación a nadie (eso enseñan y advierten las Sagradas Escrituras).

Aplicando el tema al cristianismo popular de los mexicanos, un enorme porcentaje queda dentro del sincretismo de manera que temas como la Navidad, por mencionar alguno, resultan difíciles de explicar por el creyente común. Para muchos la navidad es tan solo días para convivir con la familia, que nació “el niño Dios”, de dar regalos y festejar las posadas (cuyo significado para la mayoría en la actualidad no tiene nada que ver con la fe y sí con fiestas hedonistas, sino es que de verdaderas francachelas).

Retomando el tema de “la caída” (para poder entender la Navidad), la relación plena del hombre con su Dios es destruida. Entre otras consecuencias vino la muerte física y espiritual y el estado intelectual del hombre quedó destrozado, por lo que tuvieron que pasar miles de años en los que el amor y la gracia de Dios obraron entre un remanente de hombres que responderían a su llamado, quienes reciben gradualmente el mensaje revelado (lo que hoy en día llamamos Biblia o Sagradas Escrituras).

A tal extremo era el estado y condición del hombre caído a causa de su pecado de soberbia “de querer ser como Dios”, que diciéndolo en palabras sencillas, queda en condición casi de bestia luego de ser expulsado de Gan-Eden (jardín de Edén). En su desvarío, un pecado no discernido ni eliminado por las mayorías a través de los siglos, el ser humano pronto deja salir esa bestia salvaje capaz de matar a su propio hermano (como lo hizo Caín) o de repetir su inclinación rebelde construyendo “una torre que llegara al cielo” por lo que su lenguaje único es confundido para bajarle los humos, dando paso a los idiomas y dialectos (y evitar que se unieran en proyectos fatuos).

Muchos siglos después y a causa de la incredulidad e impiedad generalizada, Dios enjuicia el pecado a través de un Diluvio del que Noé es librado por causa de su fe (con toda su familia).

Tiempo después Dios llama a un hombre llamado Abram para formar por medio de él un pueblo especial en el cual revelar y depositar su mensaje de redención y reconciliación para el hombre caído. Moisés y los profetas son durante 1,400 años los encargados de recibir ese mensaje que precisamente se cumplimenta con el Mesías, con Yeshua (Jesús), que aunque no nació un 25 de diciembre, en su persona y obra redentora la humanidad caída es reconciliada por fin con el Dios santo y justo.

Por eso es que el Mesías y la Navidad están estrechamente ligados. Nació en un pesebre pestilente porque no hubo nadie en Belén que le abriera las puertas de su casa. El meollo es que ese niño se hizo hombre y luego de cumplir perfectamente con la Ley (Torá) y con todas las profecías relativas a su etapa redentora, se ofrece voluntariamente para morir en una cruz en la que todos nosotros deberíamos estar a causa de nuestras maldades y pecados. El no cometió ninguno. Por eso es que en el Templo dijo a los cohaniím y ancianos de Israel “¿quién de vosotros me redarguye de pecado?”¡No hubo quien, ni lo habrá!

Sus últimas palabras en la cruz fueron ¡CONSUMADO ES! En otras palabras, nuestros pecados fueron limpiados delante de Dios a través de su sacrificio expiatorio tal y como lo anunció Isaías (53:4-11). Pero así como Herodes quiso matar a Yeshua cuando era niño, hoy día hay millones de Herodes que quieren matar al Mesías que está naciendo en los corazones de los que desean y anhelan salvarse. Quiera Dios que esta reflexión sea útil para algunos de los lectores a quienes envió afectuosamente un saludo y abrazo de navidad en el Mesías Yeshua-Jesús, Señor nuestro.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

 e-mail: mahergo50@hotmail.com

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