Opinión
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Como dice el famoso tango, México se derrumba cuesta abajo en su rodada. La pesada piedra de la corrupción generalizada a manera de piedra molino atada a las finanzas públicas sumerge al país hasta al fondo del pozo de la inmundicia. Los desvíos presupuestales mediante “estudios”, “proyectos”, compras fraudulentas, obras amañadas o a precio inflado, diezmos reales o ficticios a diputados, senadores, partidos o grupos delincuenciales (que ya no se distinguen), son variantes apenas de la corrupción gubernamental.

El fallido gobierno del “cambio” (que no fue otra cosa que la llegada de legiones de pillos rociados con agua bendita), trajo para desgracia nacional un nuevo elemento de corrupción que en buena medida ha sido la puntilla para matar el estado de derecho y hacerse de las finanzas públicas. Me refiero obviamente a los estratosféricos salarios de funcionarios y empleados públicos en casi todos los niveles, pero sobre todo de media tabla hacia arriba.

En Jalisco (1994), el tal “Bebeto” que cobraba como gobernador, se subió y alentó a su gente a subirse en varias veces el monto de sus salarios con el argumento que “para no robar”; como si los principios de una persona estuvieran sujetos a tan estúpido razonamiento (propio de personas hipócritas). Fox seguiría la misma ruta..

El problema es que las casas de enfrente, entiéndase PRI, PRD, PT, VERDE, y demás, vieron el mal ejemplo de los panistas y les gustó. Hicieron suya la receta al pie de la letra.

A partir de entonces los dineros públicos no ajustaron: el IMSS quebró (ayudado por un sindicato corrupto y chantajista) y la obra pública federal, estatal y municipal disminuyó hasta casi desaparecer, recurriendo a los préstamos internos y externos hasta llevar al país a la bancarrota total. Funcionarios y burócratas se enrolaron en una especie del juego de “Juan Pirulero” en el que cada bribón atiende a su juego, desentendiéndose del pueblo y de sus deberes para con él ¿acaso no saben lo que significa servidor público?

Como plañideras muchos funcionarios y servidores públicos declaran “consternados” no contar con presupuesto para atender las necesidades sociales ¡Falso! Dinero sí hay, y mucho, basta revisar los presupuestos otorgados por el Legislativo para echar por tierra semejante mentira. Lo que pasa es que tienen trece años (a nivel federal) y en Jalisco diecinueve, que los dineros públicos se los llevan, por no decir roban, a través de mega sueldos, bonos, prestaciones, casas de enlace, ayuda para automóvil, préstamos (que no se pagan), ayudantes, asesorías y demás expresiones de saqueo ¿Cómo justificar que un simple diputado local tenga hasta 15 o 20 asesores? Total, si carecen de capacidad que renuncien, antes de que llegara el PAN al poder no había asesores y cuando se requería de ayuda profesional recurrían a las Universidades, sobre todo a las públicas que el pueblo paga. Siempre hubo personas capaces que generosamente aportaban su conocimiento y sin costo alguno ¡Si no saben legislar que se dediquen a otra cosa!

Veamos a manera de ejemplo el monto anual de los siguientes salarios y saque el lector sus conclusiones:

  • Presidente de la SCJN ———————-  $ 6’643,460.00 pesos
  • Presidente del Tribunal Electoral ———-  $ 6’643,460.00 pesos
  • Consejero de la Judicatura —————– $ 4’209,600.00 pesos
  • Auditor Superior de la Federación ——–   $ 4’182,519.00 pesos
  • Presidente del IFE ————————–  $ 3’033,870.00 pesos
  • Presidente Derechos Humanos ————  $ 4’119,327.00 pesos
  • Senador ————————————– $ 2’713,356.00 pesos
  • Presidente INEGI —————————- $ 2’403,549.00 pesos
  • Diputado Federal —————————- $ 1’891,059.00 pesos

Aunque bien sabemos los ciudadanos que nuestros “próceres” se las ingenian para allegarse otros extras, de allí que el país lejos de mejorar se hunda con rapidez, sin que hasta ahora nadie ponga orden a semejante orgía de corrupción.

Todos los que votamos por ellos esperábamos el retorno a la ortodoxia política y la senda perdida de la Revolución, sin embargo, hasta este momento al PRI le pasó como cantaba Carlos Gardel en el famoso tango “Si arrastré por este mundo la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser…”. Está bien, entendemos que solo los resentidos sociales y los que carecen de información pueden regatear al PRI el haber sacado al país del atraso en que el porfirismo y la lucha armada le dejaron. Pero eso es historia. Ya pasó más de un año y nadie pone orden en las finanzas públicas.

Que no nos vengan con el cuento que no hay dinero, porque sí hay dinero en México, y mucho, el suficiente para resolver los muchos problemas que nos aquejan. Un diputado no debe ganar más de $30 mil pesos mensuales y sus rémoras (asesores) deben desaparecer; igual en el Senado, los sueldos no deben superar los $40 mil pesos. Si no tienen vocación de servicio público que ofrezcan su genio en la iniciativa privada, sirve que ayudan con semejante inteligencia a sacar el país adelante (que ellos mismos sumieron con su ambición desmedida).

Eso por un lado. Por el otro, la PGR y las Procuradurías Estatales deben llamar a cuentas a todos los saqueadores, metiendo tras las rejas a los que se acredite algún ilícito y quitarles lo que se llevaron. En Jalisco los ciudadanos estamos esperando que el exgobernador Emilio González Márquez rinda cuentas de los $74,000’000,000.00 (setenta y cuatro mil millones de pesos) que se gastó de manera discrecional sin entregar cuentas al Congreso. Fox y su corte de pillos igual, como también los que tengan que ser llamados del sexenio calderonista.

De no ser así, los que cantaríamos el tango de Gardel seríamos los ciudadanos rumbo a la esclavitud sometidos a los países acreedores: “Ahora, cuesta abajo en mi rodada, las ilusiones pasadas yo no las puedo arrancar. Sueño con el pasado que añoro, y el tiempo viejo que lloro y que nunca volverá”. Se espera por tanto que el Presidente Enrique Peña Nieto ponga, de manera urgente, orden en las finanzas públicas. ¡Basta ya de saqueo!

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

e-mail: mahergo50@hotmail.com

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El clima de violencia que se vive en México (salido de control en algunas zonas, Michoacán en particular, aunque Oaxaca con los maistros y Guerrero con los narcotraficantes van por el mismo sendero) ha sido comentado hasta el hastío en foros, medios electrónicos e impresos. Políticos, sociólogos y analistas han desmenuzado el fenómeno hasta el infinito llegando casi todos a conclusiones no siempre acertadas, sino es que meramente académicas, de lucimiento, o a modo.

      El gobierno aborda el problema para cuidar su imagen. Los partidos opositores ―no importa el color pues todos han abandonado las ideologías para convertirse en meras franquicias de bucaneros―, se limitan en llevar agua a su molino y descalificar al partido en el poder. No dan para más.

Se dicen muchas cosas ciertas: que la pobreza, que la educación, que la marginación social, y muchos otros factores que a diario escuchamos como causa de esta violencia que a todos nos aflige (o casi todos), sin embargo no se dice que en buena medida esta pobreza se deriva de la corrupción del sector público (perdido ya por la ambición); del egoísmo y la pereza de muchos ciudadanos que reclaman pero no comparten sus muchas riqueza o no mueven un dedo para mejorar la situación; que la mayor inversión pública en México es en educación y los resultados son escasos, muy escasos.

Que una fauna de ignorantes se ha apoderado del magisterio llamando “conquistas laborales” a su chantaje, incapacidad, negligencia y pereza, aprovechando que son cientos de miles para hacer presión, que dicho sea de paso, en lugar de utilizar para formar a niños y jóvenes a salir de la ignorancia y pobreza (que ayudarían en pocos años a sacer el papis adelante): se limitan a contagiarles sus rencores y vida parasitaria.

La mayoría de los mexicanos vivimos sometidos al imperio de la delincuencia y al duro yugo de un gobierno oneroso e ineficaz. El ciudadano, sobre todo en las zonas ya mencionadas (habrá que incluir Tamaulipas, Chiapas y Tabasco) está absolutamente indefenso ante la amenaza del secuestro, la extorsión y el despojo (no “desplazamiento” como eufemísticamente le nombra el gobierno a este último delito).

Pero nadie quiere aceptarlo: ni el gobierno, ni la fauna delincuencial, ni los que se han enriquecido amasando enormes fortunas en un amasiato con los últimos gobiernos, condenable desde todo punto de vista por cuanto los dineros que mejorarían la condición social han ido a parar a manos de particulares (casi siempre en sociedad con funcionarios o ex), disparando un injusto reparto de riqueza no visto desde el porfiriato.

¿Podrán impartir justicia los Ministros de la Suprema Corte con sueldos (ya con los extras) por encima del medio millón de pesos al mes? Gobernadores, Secretarios, senadores, diputados y toda la corte antaño republicana, se ha convertido en la mayoría de los casos en una insufrible monarquía tan costosa como inútil.

Pemex es tan extraña que ni Kafka la comprendería. Generadora de riqueza en cualquier otro país, en México la banda de funcionarios y trabajadores (salvo excepciones que confirman la regla) ven en la paraestatal una simple caja interminable de caudales que hay que saquear, el problema es que ya no les ajusta y ahora la llenan con préstamos, llevando la empresa a la quiebra desde el sexenio de Fox.

El robo de combustible (impensable e inexistente hace algunos años) es cosa cotidiana, como también el descontrol de Pemex sobre las gasolineras, en las que se vende gran parte de la gasolina robada ¿Desde cuándo dejó de cotejarse los números del combustible entregado por Pemex a las gasolineras y luego compararlo con las cifras reportadas a Hacienda? ¿O nomás hay auditores para los changarros y causantes de media tabla para abajo?

Al ciudadano cumplido y honesto la CFE le sube en 2013 la tarifa estratosféricamente, mientras que tranzas y gandallas se la roban sin que nadie los moleste. Igual sucede con gasolineros y gaseros alterando bombas, cilindros y pipas para robar al cliente sin que nadie les ponga freno. El gas que antes duraba tres meses hoy puede durar una quincena.

¿Por qué entonces tanta maldad y corrupción social? Como ya se dijo los factores son múltiples, pero la causa es una sola ¡este pueblo mexicano le dio la espalda a Dios!

Podrá negarse lo anterior, incluso burlarse, pero la realidad no cambia. En México tuvimos gran riqueza durante los años ’30 hasta mediados de los años ’70 porque este país creía sinceramente en Dios, aun con su fe contaminada por el sincretismo.

Aquí en Guadalajara hasta inicios de la década de los setenta, las puertas de las casas se abrían en la mañana (todas) y no se cerraban hasta en la noche. Una casa cerrada era señal de que no había nadie. Hoy sería temerario hacerlo si no es que suicida.

Pero vino la modernidad, su hijo el posmodernismo, y su hijastro el posteismo y al no haber Dios para muchos (aunque siempre lo habrá) las barreras y los límites en sus acciones dejaron de existir, creando un clima social insoportable como escribiera el profeta sin que hasta el momento se vea alguna solución efectiva, pues Dios no se menciona en la solución (y un clero corrompido parece no tener autoridad moral para llamar la atención a nadie): “Porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra, perjuran, mienten, matan, roban y adulteran, y homicidio tas homicidio se suceden. Por lo cual se enlutará la tierra… Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento (de Dios)” (Oseas 4:1-6).

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

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Desde esta columna se dijo en el segundo lustro de los años noventa que los panistas eran mega corruptos (e hipócritas). Toda una vida criticando a los priístas y cuando llegó la oportunidad, de hecho el Imperio se las concedió por así convenir a sus intereses, pronto perdieron toda cordura para dedicarse al saqueo impune de la Nación.

Jalisco, como suelen hacerlo las empresas, fue el piloto de prueba para su proyecto político, que por los resultados obtenidos se ha limitado al cínico saqueo, ampliando en el año 2000 su mega latrocinio.

Una y otra vez como disco de repetición su servidor denuncié a la caterva de “funcionarios” públicos que estaban llevando al país al caos y al endeudamiento sin límites. En esta columna, en mis libros, en la televisión, internet e incluso en la radio (cuando se me invitaba) denuncié a esta banda de facinerosos que escudados falsamente en la religión engañaban a los ciudadanos; sobre todo a cierto sector que todo les creía y cualquier crítica o señalamiento contra ellos lo tomaban como “un ataque pagado por el PRI”.

Sospechosamente la mayoría de los medios (electrónicos e impresos) les cubrieron durante todos esos años su imagen y las espaldas para evitar cualquier proceso. Engañando a la opinión pública, la espada de la justicia no tocó a ninguno de estos bribones para los que el “Negro” Durazo fue un simple aprendiz, un bobalicón que pretendía hacer dinero, pero no sabía cómo por eso extorsionaba a sus subordinados (los panistas saqueaban directamente las arcas públicas).

Tanto en Jalisco como en todo México los medios presentaban a los gobiernos del PAN como inmaculados, como aves que cruzan el pantano sin mancharse. El problema es que otros periodistas y escritores veíamos a muchos de ellos totalmente sucios; como buitres abalanzados sobre los bienes, recursos y dineros nacionales. Y lo sabíamos porque siempre hubo valientes compañeros que denunciaban sus pillerías, además de que fueron tan torpes que sus fechorías se notaban sin mucho esfuerzo ni investigación, aun así, la impunidad se convirtió en el sello de la casa.

Saquearon tanto y en tan poco tiempo que su ambición les perdió a la vista de todos. Por mucho que la prensa “amiga” les protegiera sus latrocinios no podían ser ocultados por más tiempo, pues como dice el viejo refrán popular “el amor y el dinero no se pueden ocultar”. Valga decir que en dieciocho años de gobiernos panistas en Jalisco no hubo obra pública, pero nuevos fraccionamientos y consorcios con mucho capital sobreabundaron. Las avenidas de la zona metropolitana de Guadalajara se inundaron de costosos autos importados manejados por funcionarios, sus familias y favoritos(as) creándose una insufrible y pedante nobleza huehuenche.

En decenas de mis artículos se señaló el saqueo de los “honestos” panistas. En varios de mis libros también, por lo que rescato algunos textos para refrescarles la memoria, no vaya a ser que lo nieguen y digan que nunca se dijo nada:

―“Habían llegado al poder mediante la franquicia del PAN, sin que fueran en verdad ni políticos ni panistas. Se trataba de simples bucaneros del poder público que corrompieron a su ambicioso e impaciente paso al partido avasallado, destruyendo además lo que quedaba rescatable de muchas de las instituciones públicas que tanta sangre y dinero habían costado al país” (El hombre que nunca debió ser presidente, México 2007, pág. 100)

―”Independientemente de que casi toda la parentela sanguínea y política, así como una corte interminable de amigos y favoritos se abalanzaron sobre el presupuesto, Fox en ningún momento les estorbó, al contrario, les concedió toda clase de facilidades para que se enriquecieran hasta lo imaginable…” (Análisis y Propuesta, 20 años de periodismo libre, México 2009, pág. 98).

―”El llamado «cambio» ofrecido por Fox en el año 2000, lo único que trajo consigo fueron huestes incontables de saqueadores para los que no hubo ni hay presupuesto alguno que ajuste. En su avaricia sin freno además de aumentarse los sueldos hasta en un 2 o 3 mil por ciento, inventaron todos los medios inimaginables para hacerse como ya se dijo del botín (presupuesto y bienes nacionales), y como el erario no les ajustara recurrieron a todo préstamo posible; recursos que fueron a parar en mayor medida a las cuentas y patrimonio malhabido de una nutridísima corte de pillos…” (México: ¿Estado Fallido o País Traicionado?, México 2013, págs.. 405-406).

Y podríamos seguir hasta llenar varias páginas, pero como se dice en términos jurídicos “a confesión de parte, relevo de pruebas” ¿Para qué continuar si la conciencia ya dejó salir esta situación que les estaba quemando las entrañas? (si es que tienen). En días pasados el señor que cobra como senador; pero cuyo nivel político, intelectual y moral es impropio para semejante encargo, me refiero al señor Ernesto Cordero, charlaba con un compinche con total cinismo dejando salir la siguiente confesión publicada a nivel nacional:

̶ “¡Acción Nacional, ha dejado de ser “referente de honestidad” en la política nacional…. Ahora nos repartimos el presupuesto como si fuera un botín”! (El Universal, 14/Ene/2014)

¡Más claro no se puede! Ya era tiempo que esta pandilla de facinerosos que azoló el país por 12 años (y durante 18 a Jalisco) reconociera sus fechorías. Esperamos por consecuencia que el actual gobierno haga valer el estado de derecho y acabe con tanta impunidad y someta al imperio de la ley a tanto bribón y quitarles sus riquezas mal habidas (en Jalisco el anterior gobernador panista gastó 74 mil millones de manera discrecional y hasta ahora no ha rendido cuentas).

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com

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Cuando se creía que ya lo habíamos visto todo, que préstamos, devaluaciones y corrupción hicieron que muchos pidieran y votaran por un cambio, lo cierto es que nos sucedió como advierte el proverbio bíblico: “como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso” (Amos 5:19).

Una nueva clase política, ignorante y ambiciosa hasta lo irracional vino a ser y hacer el cambio. Trouppe de bucaneros cuyas acciones han estado encaminadas al bienestar único de su pandilla en el poder (clasificarles como partido político sería justificarles) sin importar un comino la suerte del pueblo y destino del país. De hecho lo han entregado al Imperio, acabando casi con los recursos nacionales.

Un caudillo de papel con botas; empresario torpe y en quiebra económica y moral engañó a millones de mexicanos prometiendo un cambio que al único que favoreció fue a su persona, familia(s) y allegados, dejando a la burocracia de todos los niveles sin control y con las manos desatadas.

Ejemplar grotesco y personificado del cinismo ahora quiere vender mariguana; incluso pretende acrecentar sus millones juntados en los años en el poder entrándole al negocio del petróleo (su capital personal era un rancho destartalado que no valía nada, pero que en su malgobierno creció en cientos de hectáreas y con instalaciones propias de un magnate).

Para nuestra desgracia una especie Napoleón de opereta le siguió en el trono y en lugar de poner orden en el país, declara sin antes prepararse ni hacer el trabajo de inteligencia, una guerra contra la delincuencia que costara 120,000 muertes; considerando que los costos económicos y sociales además de incalculables sus efectos padeceremos y lamentaremos por mucho tiempo.

Lo peor del caso es que esta nueva clase política marcada por la soberbia, incapacidad y ambición sin límite, carece de toda autocrítica y sentido común. La sensatez no es parte de su mundo de manera que ni siquiera se dan por enterados que los mexicanos están(amos) hartos, cansados de sus latrocinios, soberbia, egoísmo e incapacidad.

Desde que llegó el Partido Acción Nacional al poder (estatal y luego federal) los sueldos, prestaciones y demás variantes de corrupción que fueron apareciendo e inventando para llevarse el presupuesto, contagiaron con su avaricia a los demás partidos al punto de borrar las diferencias ideológicas hasta quedar en el simple discurso retórico.

Desde el malgobierno de Foximiliano se han dedicado a gastar en imagen y publicidad, que dicho sea de paso antes era gratuita por ley, pero Marta Sahagún sin ser nadie en la administración pública, negocio con televisoras y medios para renunciar a esa gratuidad y pagar en adelante millonarias cantidades mensuales. Situación que se traduce en menos obras y más mala atención en salud, educación, carreteras, etcétera.

Los gobernantes en los tres niveles se han convertido en adictos a la televisión, prensa y radio, incluso las redes sociales. Dejó de buscarse el bienestar social para entronizar el ego, de hacer de Narciso el centro del universo. El sociólogo Lipovestky lo ha escrito de manera precisa: “El narcisismo, nueva tecnología de control flexible y autogestionado, socializa desocializando, pone a los individuos de acuerdo con un sistema social pulverizado, mientras glorifica el reino de la expansión del Ego puro” (La era del vacío, Anagrama, pág. 55).

Las encuestas sobre los candidatos (y candidotes) han llegado al punto del hastío social, de producir nauseas. Los programas de radio y televisión integrados por políticos o periodistas hablando de ellos, causan ya urticaria social; sobre todo porque jamás les tocan de verdad ni les señalan sus muchas pillerías, limitándose a criticar bagatelas o tonteras que en nada afectan su imagen pública. Imagen que sus apologistas oficiosos o disfrazados de líderes de opinión cuidan (y venden) muy bien. El pueblo mexicano por supuesto que tiene otra imagen muy distinta de ellos.

Ramón López Velarde, el poeta y escritor zacatecano, al comentar acerca de las plumas al servicio del estado y su diferencia con las independientes, decía que a las segundas es tarea del pueblo buscarlas:

―“Las masas deben ir al escritor independiente, no él a ellas. Porque ni el faro mira a los tripulantes del mar, ni los ríos van a correr junto a las ciudades de la tierra: son los ojos marinos los que se guían por la luz providente del faro y es la humana colmena la que finca su panal a las márgenes de las aguas bienhechoras.

     Los independientes son los que escriben sin cuidarse de las bilis del César y los procónsules, los que no sobajan la forma de su arte ni subordinan la substancia de su espíritu.

    Los inmorales son los otros” (Los Inmorales, Crónicas Literarias, Océano, pág. 80).

Parece mentira (y esquizofrenia) que el periodismo oficial con una nota critique a los vándalos anarquistas que están llevando al caos al país y con otra les defienda para que el gobierno no ponga orden. Y como los gobernantes y la clase política en general cuidan más su imagen y lo políticamente correcto; por consecuencia se han olvidado de su tarea que es gobernar y procurar el bien del pueblo mexicano. Teniendo la Constitución y demás cuerpos de leyes como marco normativo, para desgracia nacional apenas atinan en hacer uso de sus asesores de imagen acarreando de paso el hartazgo social ¿No lo cree usted estimado lector?

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

e-mail: mahergo50@hotmail.com

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