MEXICO HORRIBLE Y NO QUERIDO

Cuando Jorge Negrete cantaba con manifiesta alegría y convicción su “México lindo y querido” definitivamente eran otras las condiciones. ¿Si viera su país en la situación en que se encuentra cantaría lo mismo, o se iría a vivir (y morir) a Miami? como lo hacen la mayoría de los artistas en la actualidad. Retrocedamos un poco.

Abandonando con menosprecio y cinismo los postulados de le Revolución social de 1910, los gobiernos a partir de los años setenta sepultaron ese movimiento que trajo prosperidad y estabilidad a la República, abandonándose gradualmente a la corrupción y el desorden administrativo. Era previsible el retroceso, no así las terribles consecuencias en las que nos encontramos

Por principio de cuentas una fauna delincuencial ensoberbecida, en muchos casos en complicidad con las policías, fue minando el estado de derecho hasta controlar el uso de la fuerza y doblegar al propio gobierno. Sumido en el terror, el ciudadano no sabía si ese día sería secuestrado, asaltado, su negocio extorsionado (o quemado al no ceder) o su familia retornaría con vida. Bastaron doce años de incapacidad para que se engallaran los criminales y tomaran control de una gran parte del territorio nacional.

El gobierno del Presidente Peña Nieto ha emprendido una batalla frontal contra la delincuencia, sin embargo y tomando en cuenta el presupuesto y el alarde mediático los resultados convencen a pocos. La mano firme de la ley no parece tanto en los hechos. Que un vulgar criminal como “la Tuta” no pueda ser capturado es una burla, descrédito manifiesto ¿Cómo justificar que todavía haya bloqueos y tiroteos en Reynosa?

La mayoría desconoce el gasto que ha ocasionado esta lucha, pero entre armamento, vehículos, helicópteros, aviones, uniformes, viáticos, etcétera, la suma debe ser estratosférica (muy probablemente de dinero prestado) y los resultados más de televisión que de un efectivo retorno al orden.

Paradójicamente quien debiera velar por los intereses de los ciudadanos, es decir, el Poder Legislativo, años ha que es ajeno al pueblo. Perdidos por la ambición, su esfuerzo se reduce a producir leyes a rajatabla que no se cumplen o a modo para que Ejecutivo pueda llevar adelante su proyecto, lo cual no significa que necesariamente sea a favor de México. Los resultados nos lo dirán, mientras tanto queda a su favor el beneficio de la duda.

El problema sin embargo es que diputados y senadores se dedican a velar únicamente por ellos y sus partidos (aunque aseguren lo contrario). Pero no son los únicos, gran parte de los funcionarios públicos en los últimos sexenios está interesado de manera obsesiva en saquear el país. En enriquecerse lo más pronto posible y sin problemas legales posteriores. En otras palabras ¡impunidad total!

Esto por un lado, por otro vemos que su vanidad ha rebasado todos los límites. Gobiernos federales, estatales y municipales han gastado en los últimos tiempos con una irresponsabilidad nunca antes vista; sin verdadera planeación ni beneficio social alguno (si acaso en las declaraciones y publicidad en los medios). Alérgicos a la austeridad y reordenamiento financiero, derrochan los dineros públicos (y los venidos de préstamos) con escalofriante alegría ¿Acaso no piensan que tarde o temprano la gigantesca bola de nieve les aplastará también a ellos? Obnubilados por la ambición viven fuera de la realidad, enajenados con su vida principesca mientras la desesperación social sigue en aumento.

País de derroches y deudas, los documentos en manos de los prestamistas esperan el momento oportuno (casi siempre de debilidad institucional) para hacerse del país. Mejor dicho ¡de lo que queda de México!

Nadie en el gobierno se interesa en optimizar recursos, al contrario, cero austeridad, cero reordenamiento financiero. La moda es aumentarse los presupuestos (sin preguntarse siquiera de donde vendrán esos dineros), subirse los sueldos al triple o cuádruple que los gobiernos europeos de primer mundo, engrosar la nómina con amigos y favoritos(as), mandar hacer ropa especial bordada con los logos (y ayudar al socio o amigo), comprar vehículos aunque no se necesiten, viajar como enajenados con viáticos sin límite. En síntesis: ¡La irresponsabilidad total!

Los actos públicos oficiales se han convertido en costosas exhibiciones faraónicas para que los gobernantes (en los tres niveles) luzcan ante los medios, derrochando recursos que se pueden utilizar en un país de tantas carencias. La Biblia señala “en el barbecho de los pobres hay mucho pan, pero se pierde por falta de juicio”.

Un caso que refleja la condición de algunas zonas de México es el Estado de Oaxaca, en el que una organización delincuencial (sección 22, CNTE) tiene control total del poder y los dineros púbicos y un títere que se dice gobernador aparenta dar legitimidad a lo que es ilegal de origen. Mientras que la población que produce vive sometida a las hordas de zánganos violentos, y sin un gobierno que le proteja.

Vivimos por desgracia en el reino de los derechos humanos y enemigo jurado de los deberes. La cultura del esfuerzo en la que fuimos formados en las generaciones pasadas ha sido suplida por la de los derechos. Todos exigen ahora, pero casi nadie quiere hacer su parte en el contrato social.

Otra muestra del México que dejó ser lindo y querido es la reforma hacendaria, eficaz en el discurso, pero difícil de cumplir por las mayorías. Hacer una factura requiere de maestría y doctorado en informática. En lo personal (como escritor) fui al SAT a que me enseñaran como hacer uso de las facturas que ofrece hacienda. Muy bonitas instalaciones, de primer mundo, personal amable, pero tengo cuatro días intentando hacer una y literalmente es imposible. Me pregunto, si teniendo una formación universitaria no puedo ¿cómo harán los campesinos, los tianguistas, aquellos ciudadanos que ni siquiera saben utilizar una computadora para cumplir con los nuevos deberes fiscales? Es obvio que el Presidente desconoce estos absurdos, de lo contrario ya se hubiese puesto remedio ¿o se trata de que los que no sabemos compremos determinado programa para que sí funcionen las cosas?

Ante todas estas cosas y muchas otras que sería imposible enumerar pero que agobian este país, podemos decir sin temor a equivocarnos que México ya no tiene nada de lindo, su pésima conducción ha hecho que el amor por la Patria se enfríe, pues no tiene caso invertir la vida cuando los que deben poner el ejemplo viven afanados y enloquecidos por las riquezas.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

e-mail: mahergo50@hotmail.com

Correos recibidos: a Ma. Elena Gómez M, Myriam Levy, Andrea Platner, Natalia Galindo, Patricia Díaz Santana, Yolanda Guzik, Elena Hanono y Rosy Ramos les gustó el artículo anterior. En cambio Paulina Dieck Prado y su papá (Tawfiq Dieck Abularach) me acusan entre otras linduras de “ignorante de los desarrollos históricos que han ocurrido en el Medio Oriente”, diciendo además que ”Jesucristo desplazó a quienes ya habitaban el Lugar” (es decir, Israel). Pueden expresarlo, pero no dejan de ser disparates.