Opinión
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Uno de los grupos más dañados, descuidados, y asesinados en el actual sexenio son los jóvenes. El gobierno de López Obrador, aunque inútil para gobernar, construir y resolver los problemas nacionales; en cuanto a dañar, mentir y manipular es único. Tal parece que tanto el presidente como Jesús Ramírez, su encargado de comunicación social y el grupo cercano a él, se aprendieron a manera de catecismo las perversidades mediáticas del nazi Joseph Goebbels. Todo indica que son su manual cotidiano.

      Para empezar, se ha de decir que su perversa política hacia los jóvenes mexicanos ha sido de control absoluto sin que ellos siquiera lo perciban. Política que hasta hoy les ha dado resultados.

       Al inicio de su mandato, y como es costumbre en el tabasqueño, les mintió a los jóvenes haciéndoles creer su interés. En medio de abundante y repetitiva publicidad les hizo creer que en su gobierno iban a ser prioridad y para ello les creó el programa “jóvenes construyendo el futuro”, así como algunos otros; incluyendo ciertas ‘universidades’ patito; jacalones en la nada con maestros de nada, que les llevarían a la nada profesional.

    En cuanto a su formación, toda su estrategia se creó de manera perversa y maquinada para privarles de una buena educación, desincentivar todo anhelo de superación y crear legiones de mediocres sin deseos de una mejor vida para ellos y sus familias.

     De hecho, se dedicó a promover en ellos la pereza y el conformismo, y para ayudarse en sus malvados planes, echó mano de la diversión masiva y la promoción del hedonismo, los cuales ha promovido desde la presentación de ‘artistas’ en el Zócalo capitalino, hasta la mediatización en las redes, lo cual les ha permitido un control casi total. Una juventud anodina, carente de vigor, excepto para la diversión. A ese tema le dedican sus mejores horas y esfuerzo

      En todo lugar público: en el Metro, los camiones, trenes urbanos, espacios comunes, bueno, hasta en los aviones y calles, la juventud camina casi idiotizada y con su mente controlada por los telefonitos. Les podrá faltar qué comer, pero su celular, imposible. Es como amputarles un brazo.

     No diré a los jóvenes como pensábamos en mi generación, solo les comparto que fui parte de la generación de 1968 (ese año entré a la Facultad de Derecho de la U. de G.). En Guadalajara no se participó en el movimiento de los estudiantes capitalinos. De hecho, entre nosotros platicábamos la suerte que iban a correr, y cierto, esa suerte corrieron. En todo caso la reflexión es que teníamos 18 años y sabíamos lo que estaba pasando.

     En 2023 no veo que la mayoría de los jóvenes sepan lo que está pasando, están más interesados en viajar, conocer lugares y divertirse, lo cual no es malo, pero antes hay que planear y resolver otras cosas necesarias en la vida. El viejo proverbio hedonista atribuido a Epicuro de «comamos y bebamos que mañana moriremos» es una puerta abierta a los vicios y derrochar la vida de manera inútil, sin ningún proyecto ni fin.

     La juventud debe hacer un alto por el bien de ellos, de sus familias y de todos los mexicanos, analizar lo que está pasando en el país y que está haciendo el gobierno con ellos y por ellos. De entrada, habrán de reconocer que para el actual régimen no son nada. Absolutamente nada. Si los secuestran, desaparecen, explotan o asesinan al gobierno no le importa.

      Si desaparecen o los matan serán sus madres o parientes quienes en una angustia permanente anden excavando por aquí o por allá para ver si encuentran sus cuerpos pues el gobierno no hará absolutamente nada para rescatarlos, encontrar sus restos o detener a los que les asesinaron. El gobierno no hará absolutamente nada.

     En estos días cinco jóvenes de Lagos de Moreno, amigos de toda la vida, algunos de ellos deportistas de élite, salieron a divertirse juntos a la Feria Municipal. No llegaron, fueron desaparecidos por los delincuentes a los que López Obrador no toca, sólo les concede cálidos abrazos tres días después en las redes y en algunos noticieros nacionales se vio un video realizado por los criminales que les secuestraron, en los que los muchachos aparecen golpeados. Acto seguido, y con escenas literalmente diabólicas los jóvenes se agredían entre ellos hasta matarse ¿Los drogaron, qué les hicieron, qué pasó que los llevaron a tales extremos de conducta ajena a ellos, que sucedió? El gobierno no ha dicho nada. Nada.

     Algunos medios han comparado este hecho con los 43 muertos de Ayotzinapa. En lo personal no comparto esa comparación. Los vándalos de Ayotzinapa andaban delinquiendo y traían varios camiones robados, su problema fue que se metieron con otros delincuentes mayores que ellos y los asesinaron. En cambio, los muchachos de Lagos de Moreno eran personas de bien, hijos de familia y amigos que solo fueron a divertirse.

    ¿Qué hizo el gobierno para detener que desaparecieran y mataran a los jóvenes de Lagos de Moreno? Nada, absolutamente nada. A López Obrador y su banda de anarquista y resentidos sociales no les importan un comino ni estos ni ningún joven. Para AMLO sólo él y sus huestes son importantes. Los mexicanos solo somos objeto para llegar al poder y mantenerse en él. Nada más.

     No queriendo extenderme pues sé que a la mayoría de los jóvenes no les gusta leer y se cansan pronto, les pido, por bien de ustedes mismos, sus familias y los mexicanos, que hagan un alto, que comiencen a unirse, a analizar la situación entre ustedes, formen grupos y charlen y en un corto plazo, salgan unidos a la calle a reclamar y exigir al gobierno el retorno al estado de derecho, que si no los quieren escuchar, su reclamo se oiga más alto hasta que resuelvan o se vayan (No molesten a la sociedad para que encuentren en ella un sólido aliado)

     Con ustedes está la fuerza y la juventud, tenganlo por seguro que de unirse pondrán a temblar al actual desgobierno. Hagan de la Constitución su fuerza de apoyo. La prensa y los escritores hemos hecho cuanto ha estado a nuestro alcance para confrontar a este mal gobierno, tienen ante sí la oportunidad de cambiar su propio destino y el de México (para bien). Así que: JOVENES ¡UNANSE Y RECLAMEN!

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

 

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