CARNAVAL DE CÍNICOS
La reciente detención de Humberto Moreira ha corroborado el cinismo de la clase política mexicana, que si no lo son todos, la mayoría sí. Lo peor es que hacen ostentación de lo que debiera avergonzarles. El filósofo José Ingenieros, escribía que son incapaces de resistir la tentación del mal pues hay entre ellos: “Falta de virtud para renunciar a éste y de coraje para asumir su responsabilidad. Es el guano que fecundiza los temperamentos vulgares, permitiéndoles prosperar en la mentira… Esquivan la responsabilidad de sus acciones, son audaces en la traición y tímidos en la lealtad” (El hombre mediocre, cap. III).
Panistas y perredistas, pero sobre todo los primeros echaron las campanas al vuelo al saber de la detención, claro, atrios y mochería son parte de su hábitat y ornamento, aunque amnésicos de los latrocinios propios e incapaces absolutos de reconocer los yerros de los suyos, que enriquecidos hasta el infinito hacen ostentación de sus hurtos, ofendiendo al ciudadano que impotente no haya como resolver el agravio ante la impunidad que campea.
Los mexicanos estamos esperando todavía que los panistas pidan cárcel para Vicente Fox, Marta Sahagún, los hermanos Bribiesca, así como para la cauda de favoritos, familiares y protegidos que en el llamado gobierno del “cambio” ¿sería cambio de banda de pillos?, se dedicaron a saquear el país de manera cínica y sin remordimiento alguno. Fox (y Marta) comulgaba(n) ante las cámaras y sin rubor le mentía(n) a diario al pueblo, entre otras, cuadruplicando la deuda pública, pues aunque pagó parte de la deuda externa, lo cierto es que la cambió a pesos con un interés más alto, creciendo como nadie la interna, que sumada con las deudas que contrajo para Pemex (que dejó en quiebra a pesar de que nadie tuvo mayores ingresos petroleros que él durante su mal gobierno) y la interna el país quedó en manos del agio internacional y nacional.
El gobierno de Felipe Calderón cubrió un poco más las apariencias pero tampoco se libró de la mega corrupción impuesta con los panistas, que ávidos de llevarse lo que se pudiera perdieron toda compostura de cara a la Nación. Valga decir que tan solo para los festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, el fallecido Alonso Lujambio gastó miles de millones sin que haya quedado obra alguna. Bueno, la tan cacareada “estela de luz” presupuestada en $ 200 millones de pesos, finalmente quedó en $ 1,400 millones y no sirve para nada (Don Porfirio durante el Centenario construyó el Ángel de la Independencia, Bellas Artes y una serie de obras por todo el país que todavía permanecen).
En un libro de mi autoría publicado en 2007, señalo con todas sus letras parte de los mega hurtos de Fox y sus bandas de saqueadores (hasta sus hijos adoptivos fueron adoptados por la Nación) ya que sin duda la mayoría de sus ilícitos jamás saldrán a la luz pública. Los cómplices siempre guardan las espaldas de sus jefes. Entre las cosas que señalo están las siguientes:
―“En el año 2000 el importe era por $84 mil 058 millones de dólares… En el año 2006 la deuda externa es de $42 mil 974.6 millones de dólares. Ciertamente bajó, el problema es que Fox la convirtió en deuda interna la cual ha crecido astronómicamente. En el año 2000 la deuda interna era de $684 mil 797 millones de pesos y para junio del presente año esta misma deuda ya sumaba Un Billón 298 mil 825 millones de pesos (La Crónica, 12/Ago/06). Y en cuanto a Pemex las cosas están peor. En el año 2000 la paraestatal debía $413 mil millones y en este momento su deuda ha crecido hasta el Billón 114 mil 200 millones de pesos… Sume usted la deuda externa, interna y la de Pemex, y se dará cuenta de nuestra terrible realidad: 3 billones 291 mil 584 millones de pesos.
¿Por qué no dijo Fox que del año 2000-2005, Pemex tuvo ingresos por 125,530 millones de dólares (ya descontados sus costos de producción)? ¿Por qué no dijo a los mexicanos que con esa inmensa suma podía pagar la deuda externa en su totalidad…? (El hombre que nunca debió ser presidente, págs. 135-136).
Líderes del PAN al enterarse de la detención de Moreira festinaron la nota y dejaron salir lo peor de sí mismos, pasando por alto que en casa están cubriendo a verdaderas hordas de saqueadores de la Nación. ¿No saben que Manuel Bribiesca (a) “el ecoloco”, se dedicaba a comprar botellas de plástico en el basurero municipal de León, Gto, para el reciclado, que carecía de capital alguno? ¿Desconocen que Emilio González Márquez gastó durante su terrible cacicazgo en Jalisco nada menos que $ 74 mil millones de manera discrecional y que tiene fincados cargos por $ 7,400 millones por la Contraloría del Estado?
Si ya olvidaron que el destartalado rancho de Vicente Fox en San Francisco del Rincón (sí, el mismo pueblo de las “Poquianchis” que cambió de nombre por “San Cristóbal”) no lo quiso el Banco por una deuda menor a los 3 millones de pesos; habrá que recordarles que ahora es un mega rancho con instalaciones de jeque petrolero, pues el señor de las botas lo creció en cientos y cientos de hectáreas.
Para darnos una idea de la desaparición de verdaderas fortunas durante los gobiernos de Fox y Calderón, dejemos que quien fuera el Auditor Superior de la Federación lo haga (Arturo González de Aragón):
―”Un ejemplo de la forma indebida en que se han manejado los recursos en ambos sexenios panistas son los llamados ‘excedentes petroleros’, que de 2003 a 2008 alcanzaron la exorbitante suma de 1 billón 330 mil 116 millones de pesos. No estoy diciendo que se los hayan robado. La pregunta es en qué se los gastaron y dónde están” (Proceso, No. 1764, 22/Ago/2010).
A esto se refería Jesucristo cuando les dijo a los líderes religiosos de su época “¡Hipócrita! saca primero la viga tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja en el ojo de tu hermano”. Si el señor Moreira cometió uno o varios delitos con los dineros públicos, que sea procesado (en México, no en España no podemos permitir semejante barbaridad jurídica que abriría las puertas a un opresivo colonialismo ya superado), pero que también sean detenidos y procesados los miles de panistas que en tres, seis o doce años se hicieron de escandalosas fortunas mal habidas, a los que deberán acompañar perredistas, petistas, verdes y demás bucaneros que han hecho del servicio público una verdadera cueva de ladrones.
¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!
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