CAMPUS PARTY: ¿PARA TERMINAR EN CONCILIACIÓN?

Los gobiernos de los últimos años (en todos los niveles) viven alejados de sus gobernados y de la realidad. Sus acciones públicas lo denotan. Son rehenes de consejeros fantasiosos y ni qué decir de aspiraciones políticas, ya sea hacía arriba o buscando un espacio en la historia. El primero con facilidad lo pueden lograr, el segundo también, aunque no necesariamente por el camino que ellos quisieran.

Un caso concreto. Mientras que el Presidente Enrique Peña Nieto lanza el jueves 7 de julio las campanas al vuelo y anuncia que durante su mandato se han creado nada menos que 2 millones de empleos (lo cual es fabuloso), en Jalisco unos días antes, Aristóteles Sandoval embriagado por el mismo elixir, declaraba en el llamado “Campus Party 2016” que el futuro económico estaba prácticamente en manos de estos jóvenes emprendedores.

Parcialmente tienen razón. La creación de empleos es una bendición para cualquier país, una gran oportunidad que muchos pueblos de la tierra desean, pero que no la tienen. El problema es otro. Es mantener con vida las fuentes de trabajo, de crearles el estado las condiciones para que no solo mantengan los empleos, sino para que crezcan y creen nuevos puestos y de ser posible mejor remunerados.

    Pero… ¡los malditos peros! ¿Cómo mantener con vida las fuentes de trabajo sin que nadie ponga orden en esa cloaca llamada Junta Local de Conciliación y Arbitraje. Templo farisaico de un legalismo torcido y contaminado hasta la médula por toda clase de carteles de pseudo abogados (el verdadero abogado resuelve problemas, no los crea) que han hecho del edificio de la calle Independencia y Humboldt una verdadera cueva de ladrones. Donde la maravillosa LFT de 1970 ha sido torcida en su interpretación hasta convertirla en un arma para extorsionar a cuanta fuente de trabajo conviertan en su víctima. Claro, con la complicidad o indiferencia de la autoridad (que no ha puesto freno a semejante negocio ilegal).

Desde hace muchos años, para ser exactos desde que llegó el PAN al gobierno de Jalisco, el derecho laboral se alejó de su función original (que es proteger al trabajador del abuso de un mal empleador) para convertirse en simple negocio de vivales, que en complicidad o indiferencia de los funcionarios de las Juntas han estado utilizando los Laudos como mera arna de despojo y extorsión, transformando derechos de 10 o 15 mil pesos, en cientos de miles, acabando en primer orden con el estado de derechosiguiendo el patrimonio de los que se arriesgan a invertir creando fuentes de empleo y concluyendo con la salud y vida de no pocos que han caído en las garras de estos delincuentes.

Porque si no se detiene este torcido y pervertido negocio y se pone orden en este palacio de extorsiones al “amparo de la ley”; los emprendedores de campus party y todo aquel que se atreva a invertir en Jalisco, tarde o temprano terminará en esa cueva donde lo que menos impera es la ley, mucho menos la justicia. Donde el derecho se utiliza para todo lo chueco, donde la interpretación torcida y amañada de la ley se ha convertido como ya se dijo en arma «legal» para asaltar a cuando patrón o fuente de trabajo caiga en sus feroces garras.

Para que el lector se dé una idea de la magnitud del problema, los juicios que se reclaman actualmente contra las fuentes de trabajo locales, la cantidad es semejante al presupuesto de Guadalajara, Zapopan, San Pedro y Tlajomulco juntos (El Diario NTR, 8/Feb/2016).

Ya se dijo en artículo anterior, la verdad no es patrimonio de los trabajadores, como tampoco de los patrones. Hay trabajadores buenos, regulares, malos y muy malos. Igual es en el gremio de patrones. Así que corresponde a la autoridad procurar que la verdad  salga durante los procesos, no puede permitirse continuar con ese vicio maniqueo ¡DE NINGUNA MANERA!, en el que solo el dicho del trabajador ―que puede ser mentiroso por costumbre o aconsejado por su abogado―, sea palabra pura y prístina ajena a toda maldad, y la del patrón todo lo contrario ¡La vida no es así y el ser humano tampoco!

El día que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje comience a exigir dentro de los procesos que se apeguen las partes a la verdad de los hechos, que no permitan que se falseen NI SE AUMENTE EN LA DEMANDA EL IMPORTE DE LOS SUELDOS Y PRESTACIONES PARA ROBAR A LA FUENTE DE TRABAJO, que no permitan a notificadores levantar falsas notificaciones que desemboquen en cuantiosos Laudos (que acaban con las fuentes de trabajo y su capital), que vigilen a litigantes mañosos que han hecho del derecho laboral una tapadera para sus ilícitos, y que se dicten (ahora sí) Laudos justos en los que los hechos y argumentos de ambas partes sean considerados y ponderados con justicia; gradualmente bajará la carga de trabajo y el nuevo edificio que reclaman será innecesario, pues la carga de trabajo obedece a tanto delincuente con cédula profesional, como también a tanto trabajador “torero” que ha hecho de las demandas su “modus fregandi”.

Sin desatender claro está, la limpia de funcionarios corruptos, valga señalar que en días pasados la Policía Ministerial se llevó a una Presidenta de una de las Juntas, hecho que nos corrobora el estado de putrefacción de ese organismo público (tan necesario para el equilibrio económico y social)

En conclusión: la alegría del titular del Ejecutivo de Jalisco es tan frágil como una pompa de jabón. Gobernar no es salir a declarar triunfalmente a los medios. Gobernar es enfrentarse y resolver los problemas que afligen a los ciudadanos, que como ya se dijo, poner orden en la JLCyA es uno grave y de urgente intervención, pues en ello se va la estabilidad y el futuro económico de Jalisco ¿Acaso creen que quienes invierten y crean fuentes de trabajo no saben lo que está pasando?.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com

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