VICAM Y TEMACA: LA GUERRA POR EL AGUA

Los daños causados por los gobiernos de Fox y Calderón son incalculables. Se empeñaron en cometer torpezas, en crear un clima de violencia y desconfianza (y eso que la mayoría de los mexicanos desconoce la mega deuda dejada por el docenato panista).

os daños causados por los gobiernos de Fox y Calderón son incalculables. Se empeñaron en cometer torpezas, en crear un clima de violencia y desconfianza (y eso que la mayoría de los mexicanos desconoce la mega deuda dejada por el docenato panista).

     Producto de la soberbia y la ignorancia se empeñaron en poner en cargos de prioridad nacional a individuos con nula experiencia. Este fue el caso de Rafael Elvira Quesada en la Semarnat, de Antonio Iglesias Benítez en la Cuenca Lerma-Santiago-Pacífico (inhabilitado recientemente por 10 años) y José Luís Luege Tamargo en la Comisión Nacional del Agua (un químico que ubicaba Valle de Bravo en la frontera con Estados Unidos). Trío que brilló, y mucho, pero no precisamente por sus aciertos e inteligencia “sino todo lo contrario”.

Dejaron el país sumido en una serie de mega problemas que desde ya nos están dando grandes dolores de cabeza, pues como se dice en los Altos de Jalisco “no hay más valor que el de un…” (miembro del PUP). Entre los muchos que crearon hay dos en particular que amenazan con transformarse en problemas sociales de difícil reparación de no manejarse adecuadamente y con respeto a las personas e intereses de los ciudadanos afectados.

El primero se origina en un canal de 150 kms., construido para sustraer agua de la presa El Novillo y llevarla hasta la ciudad de Hermosillo (se pretende un trasvase anual de 75 millones de metros cúbicos). El problema es que esta presa fue construida para el sustento de los pueblos yaquis y como los señores Elvira Quesada y Luege Tamargo no les preguntaron siquiera si podían tomar su agua, los yaquis se enfurecieron y no es para menos.

Desde los primeros días de junio los afectados, además de interponer un amparo ante la justicia federal por el atraco cometido en su perjuicio, se plantaron en la carretera que une los estados del Pacífico, para ser exactos en Vicam (Sonora). Cierto, no es la manera adecuada pues han afectado a miles de personas y sus bienes ajenos al conflicto, pero no menos dañina es la construcción del referido acueducto.

Hasta ahora el gobernador de Sonora no ha movido un solo dedo para resolver tan grave asunto. Desde hace cuando menos tres décadas ya se decía que las futuras guerras serían por el agua, pero por lo que se pudo ver en los gobiernos panistas la visión de largo plazo no existe. Apenas les da (o les dio) para enriquecerse lo antes posible y cometer las peores torpezas. Para eso sí salieron únicos. Sin par.

No están para saberlo los exfuncionarios que dejaron el conflicto y el gobernador que tampoco hace nada para resolverlo, pero hace un siglo estas tribus se le rebelaron al gobierno federal y provocaron una guerra en la que casi son extinguidos ¿No hay nadie con sensatez y respeto en el gobierno estatal y federal (en ese orden) capaz de buscar una solución sabia y pacífica que traiga concordia entre las partes?

En Jalisco, de no responder a tiempo a los reclamos de los habitantes de Temaca y demás pueblos afectados de la zona de Los Altos por la presa de “El Zapotillo”; lo cierto es que otro conflicto y quizá de mayores consecuencias sociales, se esté gestando a causa de la incapacidad, insensibilidad y sumisión de los gobiernos ante los varones del dinero, es decir, el gran capital.

Tomar las aguas del río Verde para llevarlas a Guanajuato y con ello satisfacer las grandes necesidades de las armadoras de autos, fábricas de llantas (Pirelli) y empresas de la zona, además de que en pocos años secarían el río al no volver a su cauce, lo cierto es que se trata de una terrible injusticia producto de un capitalismo salvaje y depredador.

Lo deseable es que se detengan estos saqueos de agua, de lo contrario la violencia a causa de tan preciado líquido pronto se hará presente y téngalo por seguro que las pistolas no serán de agua.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

e-mail: mahergo50@hotmail.com

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