HISTORIA Y DESTINO DE ISRAEL
Hoy Israel es el centro de la visión de todos los países de la Tierra. Sus acciones son analizadas con escrutinio único, para aprobar o criticar, aunque las segundas son mayores, razón que motivó escribir el presente artículo ya que para entender lo que sucede en esa zona del planeta, obligadamente se deben tener en cuenta tres factores fundamentales.
Primero: se trata de un asunto que se origina en el campo de la religión y la única fuente o sitio que nos puede orientar con verdad y certeza es la Biblia, toda vez que en sus páginas se narra la decisión Divina de formar un pueblo cuya razón de ser y propósito deja precisados. ¡El rescate y restauración de la humanidad caída para reconciliarle con Dios, y con ello, dar cabida y cumplimiento a sus planes eternos (cuestión que han ignorado muchos judíos y cristianos en todas las épocas; ni qué decir entonces del resto)!
Segundo: en oposición a dicha decisión Divina, el ángel caído desde hace cuatro mil años ha desatado una guerra de aniquilación y destrucción permanente en contra del pueblo hebreo (judío), incitando en su contra a los pueblos vecinos y a partir del siglo VII d.C. al islam. La Biblia recoge infinidad de ataques como se observa en algunos textos que se reproducen:
—“Sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos…” (Jueces 6:3-4).
—“Entonces los filisteos se juntaron para pelear contra Israel, treinta mil carros, seis mil hombres de a caballo, y pueblo numeroso como la arena que está a la orilla del mar…” (1 Sam 13:5).
—“Dieron aviso a David, diciendo: He aquí los filisteos combaten a Keila, y roban las eras…” (1 Sam 23:1).
—“Hazael, pues, rey de Siria, afligió a Israel todo el tiempo de Joacaz” (2 Reyes 13:22)
—En el noveno año de Sedequías rey de Judá… vino Nabucodonosor rey de Babilonia con todo su ejército contra Jerusalén y la sitiaron… (y) se abrió brecha en el muro de la ciudad. Y entraron todos los príncipes del rey de Babilonia…Y degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías en presencia de éste, haciendo asimismo degollar el rey de Babilonia a todos los nobles de Judá. Y sacó los ojos del rey Sedequías, y le aprisionó con grillos para llevarle a Babilonia. Y los caldeos pusieron a fuego la casa del rey y las casas del pueblo, y derribaron los muros de Jerusalén”. (Jeremías 39:1-8).
—Aconteció en los días de Asuero, el Asuero que reinó desde la India hasta Etiopía sobre ciento veintisiete provincias (1:1)… fueron enviadas cartas por medio de correos a todas las provincias del rey, con la orden de destruir, matar y exterminar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres en un mismo día, en el día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y de apoderarse de todos sus bienes” (Ester 3:13).
Sin olvidar, por supuesto, que además de incontables invasiones y masacres, Israel fue llevado a la diáspora por los asirios; por los caldeos o babilonios; invadido y dominado por los seléucidas, y, finalmente por los romanos que destruyen Jerusalén en el año 70 d.C., y en el 135, luego de una fallida guerra de liberación, el pueblo judío es lanzado a la gran diáspora, cambiando el nombre a su país Israel por el de “Palestina” y a Jerusalén por “Aelia Capitolina”, en un intento por borrar su nombre y memoria para siempre.
Tercero: Como se puede apreciar en los textos bíblicos reproducidos, así como en los hechos narrados, el antisemitismo ha sido parte de la existencia del pueblo judío, de su padecer milenario en su propia tierra y entre las naciones. El último texto bíblico citado se origina en el imperio medo-persa en el siglo V a.C., es decir, en el actual país de Irán, país que ha financiado a los terroristas de Hezbolá, Hamás y otros grupos durante décadas, ya que desde siempre han querido destruir a Israel. De hecho, en la avenida Jomhuri de la ciudad de Mashhad, el gobierno actual ha construido un reloj público anunciando la destrucción total de Israel.
El diario español El País publicó hace unos años esta expresión pública de odio irracional: “ la ciudad iraní de Mashhad se encuentran desde hace unos días una gran pantalla digital con la cuenta atrás hacia la desaparición de Israel. Según este presagio al “régimen sionista”, como lo denomina la propaganda oficial, le quedan en torno a 8.700 días de vida, que el reloj va ajustando minuto a minuto y segundo a segundo” (8/Nov/2016).
¿Podría país o persona alguna esperar a que su enemigo gratuito lo desapareciera del planeta? De manera que la acción de Israel obedece a un simple acto de defensa, de supervivencia ¿O por ser judíos tenían qué esperar a que el ayatola en turno los extinguiera como lo pretendía Hitler y sus huestes?
El asunto, y lo señalo como profesional del tema (teología), se origina como ya se dijo en el campo espiritual. Intentando decirlo de la forma más sencilla posible: ¡El Dios de judíos y cristianos es el mismo y su mensaje es para ambos grupos! Si a lo largo de la historia han ocurrido pogromos, Inquisición, masacres y persecuciones originadas desde el lado cristiano, ha sido precisamente por desconocer las Escrituras (Biblia); por querer llevar la fe a su gusto, y, por supuesto, por llevar a cuestas el pesado fardo del antisemitismo, que no es otra cosa que un odio irracional contra este pueblo, y lo diré con precisión: originado en el mismo Infierno al considerar el ángel caído que de este pueblo vendría el Salvador de la humanidad (claro, de la que crea y quiera salvarse): a quien pretendió destruir, pero, que al matarlo, el Mesías con su sangre inocente —en la Pascua del año 33— pagó los pecados de todos y con ello, reconcilió al hombre caído con Dios (relación rota desde el Paraíso) cuya santidad y justicia no permiten la impunidad (como sucede entre los gobiernos y los hombres).
Sintetizando: el ángel malvado queriendo matar al judío YESHUA (JESÚS), propició que el Mesías nos redimiera y reconciliara con Dios a través de su sacrificio, abriendo el Dios de judíos y cristianos la puerta de la salvación eterna a todo ser humano que le busque de todo corazón.
Sin embargo, en el siglo VII, un hombre llamado Mahoma inventa una nueva religión (cuya deidad ‘Alá’ no tiene nada que ver con Yahweh). La Biblia es un libro donde Dios mismo se revela a la humanidad caída para traerle su mensaje de salvación. En cambio, el Corán, es un libro cuya deidad y mensaje son inventados por Mahoma y en cuyas páginas judíos y cristianos somos simples infieles, por lo que autoriza a sus seguidores que nos hagan la yihad, y de no convertirnos a su credo, destruirnos.
En este punto radica el origen de todo lo que estamos padeciendo, con, y desde el mundo musulmán. La inmensa mayoría de los occidentales no conoce el pensamiento islámico, ni lo que representamos para los seguidores de este credo violento, cuya finalidad no es otra que “convertirnos”, y de negarnos, destruirnos. De manera que Israel lo único que está haciendo es defenderse y tratar de sobrevivir. Lamentablemente ignorancia, derechos humanos malentendidos, parciales y sin información real, pero sobre todo, un odio nacido y promovido desde el mismo Infierno; pretenden acabar con Israel, ignorando que de acuerdo a la fe judeocristiana, Yeshua el Mesías (Jesucristo) retornará con poder para reinar con gloria en Jerusalén y entre su propio pueblo (siendo la cristiandad fiel parte de todo esto). Aclarando: esto es lo que dice la Biblia y lo que la historia ha recogido y nos narra.
¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!
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