ABUSO DEL JUICIO DE AMPARO

En México tal parece que casi todas las cosas se contaminan, aun las mejores y las que debieran de permanecer intocables (como es el caso de la familia). Hoy hablaremos de algo que los mexicanos tenemos a nuestro alcance y beneficio desde siglo XIX, pero que en los últimos años, sobre todo en lo que corre del presente, se ha corrompido y abusado hasta lo irracional: ¡El juicio de amparo!

     No hablaremos de su historia y propiedades, hay abogados muy preparados en la materia que lo pueden hacer con mayor propiedad y profundidad. La inquietud que nos mueve al tema es otra, más simple, pero no por ello sin importancia, al contrario, se trata de asunto grave. De cómo se ha desvirtuado este juicio maravilloso, cuya utilidad social se ha diluido y tergiversado de una y mil formas hasta convertirse en herramienta de bandoleros, constructores sin escrúpulos, mafias de abogados laborales, y de cuanta cosa se pueda usted imaginar, pero que jamás cruzaron por la mente de Mariano Otero.

      Allá por el año 1968 o 1969, escuché en la Facultad de Derecho al maestro Arturo Ramos Romero (1911-2000), hombre sabio, ilustrado, y decente, hablarnos a sus alumnos de este juicio, de sus enormes beneficios para el ciudadano, como también de cuándo, cómo, y porqué se debía de utilizar.

    Y aquí parece ser el punto del problema. En este momento el Juicio de Amparo se ha corrompido en su uso hasta llegar al abuso; ni qué decir en su aplicación, pues ahora tal parece que ya hay más juzgados federales que clínicas del IMSS, y todos dispuestos a amparar a cuanto sujeto presente una demanda. No importa que se la cosa más descabellada, téngalo por seguro que lo concederán sin demora ¿Cómo justificar tanta burocracia judicial tan costosa como innecesaria?

     Una de las primeras advertencias que nos hacía el Maestro Ramos Romero y el resto de los catedráticos, es que este juicio solo se podría utilizar una vez agotados los recursos y para asuntos que realmente lo ameritaran. Hoy en día los conceden como programas de publicidad en las esquinas y cualquiera que se sienta agraviado en lo que usted quiera y guste recurre a la autoridad federal, bueno, hasta Tribunales Administrativos los conceden ya con la mayor facilidad ―para alegría de constructores corruptos, empresarios de anuncios espectaculares, ejidatarios transas y demás―. ¿Mariano Otero y sus compañeros aprobarían lo que se está haciendo con ese juicio?

     Por supuesto que no, este juicio se reservaba como joya valiosa, por décadas y décadas los abogados hacían uso de él solo cuando se ameritaba, a excepción claro está, del llamado «amparo administrativo» que se utilizaba para evitar que el cliente fuese detenido por alguna autoridad de manera arbitraria. Eso es historia.

     Hoy el juicio de amparo es presentado por cualquier tontería, incluso por capricho o berrinche políticoy lo peor es que se les concede(como es el caso de un individuo de nombre Gabriel Valencia López, hermano de conocido y protagónico diputado, que a fuerzas quiere ser Fiscal Anticorrupción y el cargo se lo dieron a otro). ¿Qué pensaba, que por su linda cara se lo darían? ¿Acaso no sabe que en México solo existe una democracia en el papel, pero que en realidad padecemos una partidocracia, de la cual él y su hermano son parte activa?

      Los constructores hacen uso del amparo, los choferes, los que desean ese absurdo de “matrimonios” del mismo sexo, los ejidatarios transas, etcétera y etcétera. Quizá una de las materias en que se hace mayor abuso del juicio de amparo es en los juicios laborales. Presentan amparos al por mayor, incluso hasta dos en un mismo asunto antes de llegar al Laudo. Es tal el descaro y abuso de este juicio, que las mafias de litigantes(al estilo “talibanes” y demás) promueven un amparo para que las saturadas Juntas les adelanten las fechas de las audiencias, y una vez obtenida la fecha adelantada, CUANDO DEBEN PRESENTAR AL TRABAJADOR a que absuelva posiciones casi NUNCA LOS LLEVAN. Si esto no es abuso del juicio de amparo no sé cómo llamarlo.

      Juicios que son una multimillonaria carga para los bolsillos del pueblo, pues ni el Presidente, ni los Gobernadores les pagan a los muy costosos funcionarios federales de su bolsillo. Todo sale de los dineros públicos, dineros que se necesitan en salud, en educación, por señalar algunas urgencias sociales.

     Un paréntesis: esta semana una escuela pública de Tonalá denunció en los medios locales el enésimo robo de cables, computadoras y demás cosas de valor de la escuela ($250 mil pesos en total). La ruindad de estos ladrones llegó al extremo de subirse al escritorio de la dirección y defecar sobre unos documentos ¿Esa es la sociedad que queremos la mayoría de los mexicanos, la que sufre el bullying cotidiano, la que está aterrorizada por la delincuencia sin que autoridad alguna ponga orden, la que se olvida de la víctima y se desvive por soltar al victimario?

      Es obvio que no. Queda claro que las Comisiones de Derechos Humanos están actuando en el lado inverso y con un sentido de justicia totalmente torcido pues siempre será la víctima (y no el victimario) la que deba ser cuidada, atendida y protegida, y hasta ahora solo la delincuencia ha gozado de su protección. Como también la ha gozado de las autoridades federales ―volviendo al tema― que han estado otorgando amparos sin obligar al supuesto afectado que agote antes todas las instancias y procedimientos obligados y necesarios antes de recurrir a la justicia federal.

     ¿Para qué hacer uso del derecho de petición que nos concede el artículo 8º constitucional? ¿Para qué molestarse ante una autoridad peticionando un derecho o una necesidad personal o comunitaria y luego de agotar todos los cauces de la legalidad, recurrir al juicio de amparo, para qué, si los nuevos jueces federales les pueden evitar la fatiga? Así que no solo es deseable, sino necesario que los jueces federales tomen cartas en el asunto y recuerden que su función primaria y única es impartir justicia en los marcos que la misma ley establece.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com

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