SEÑOR PRESIDENTE, QUE NO LO PRESIONEN

La mayoría de los que integran la ONU han perdido toda vergüenza y sensibilidad. La primera a causa de que dicho organismo se ha visto mermada de diplomáticos y poblado de cuanto improvisado nos podamos imaginar; ya que habiendo sido creada como moderador y unificador de los pueblos para evitar o amainar los conflictos, lo cierto es que se ha convertido de cueva de facinerosos; de grupos de presión (el caso de los árabes fundamentalistas, poseedores de enormes fortunas de petrodólares) así como de corrientes políticas diversas, sobre todo de ignorantes y ‘activistas’ que creen ‘defender causas’ cuando lo único que le hacen es el trabajo sucio a los países agresores y defensores de oficio de la fauna delincuencial.

     Tal es el caso de lo sucedido en México con los vándalos de Ayotzinapa, que no son ningunos héroes. Todos sabemos que andaban de delincuentes con cinco camiones robados (de más de 2 millones de pesos el costo de cada unidad), a 150 kilómetros de su escuela y a la una de la madrugada.

     No les cayó encima el techo del templo en el que estaban orando, como tampoco les agredió nadie durante alguna clase dentro de las aulas. Andaban de delincuentes y otros delincuentes los asesinaron. Punto.

     Actor principal en este drama, lo fue el presidente municipal de Iguala, Guerrero, José Luis Abarca, amigo personal de Andrés Manuel López Obrador, impuesto por él en el cargo, incluso por encima de las decisiones de su entonces partido (antes que inventara uno de su propiedad en el que pudiera controlar absolutamente todo). Pero, valga la redundancia, como todo lo que toca este falso mesías, aparentemente lo purifica hasta dejarlo blanco, ahora sucede, que los delincuentes que él impuso como autoridad en Iguala, han diluido su culpa, peor aún, se la endilgado a través de sus corifeos al gobierno federal que nada tiene que ver en este macabro asunto.

     Para lograr lo anterior, las huestes de López Obrador iniciaron una campaña nacional e internacional a base de burdas mentiras y al mejor estilo del nazi Goebbels, repitiendo cientos y miles de veces su mentira «fue el estado» hasta metérsela en la cabeza a miles de jóvenes cuyos procesos mentales quizá no han madurado como debiera a causa del telefonito, el internet, los cables enchufados a toda hora en los oídos, sin concederse jamás el tiempo para pensar como se hizo desde siempre y por miles de años.

     Así que nada de “amor y paz” al estilo de este hippie trasnochado. Sus métodos de lavado masivo de cerebros en las redes sociales y de ataques contra medios y periodistas que no se alineen a los plegados de este Fhürer costeño son cada vez más agresivas.

     Los mexicanos que usan y saben usar las neuronas para lo que son, no podemos permitir que este dictadorzuelo que ni siquiera puede hilvanar una frase de corrido porque se le pegan los cables, nos pretenda gobernar a la fuerza. Somos una República con vocación democrática, con sus defectos derivados de nuestro carácter nacional mal formado, pero democracia al fin y al cabo. En buena la hora que López Obrador participe por tercera vez, pero nada de que “ya ganó” ni que sabe cuántos puntos va arriba en las encuestas. Probado está que las encuestas en las elecciones pasadas fracasaron estrepitosamente, eso por un lado, por otro, el que paga manda. ¿Porqué no hace AMLO sus encuestas en el norte del país?

     Por si fuera poco, ha sumado a su deseo mórbido de hacerse de la presidencia por la fuerza (acompañado de una galería de personajes con su perfil, o peor) a grupos como los ‘maistros’ de la CNTE, que no son otra cosa que vándalos profesionales, anarquistas cínicos que cobran su quincena en el cajero automático, mientras que los que pagan dichas quincenas tienen que trabajar duramente sus jornadas para que se les cubran salarios y prestaciones a individuos que lo único que le hacen a México es daño y retroceso.

     Dándose baños de pureza, de honestidad valiente y demás frasecitas para incautos, se ha rodeado de Bejaranos, de la esposa de Carlos Imaz (la trae ahora de candidata a la ciudad de México), de varios escritores de la cofradía del Distrito Federal, cuyo testimonio no es precisamente de honorabilidad, de Napoleón Gómez Urrutia, y de cuanto tránsfuga de todos los partidos políticos habidos y por haber le ha besado la mano a este engañador, cuya fe es tan falsa como sus promesas, pero que es capaz de perdonar cualquier mancha de corrupción por grande y cuantiosa que sea. La Biblia lo advierte y sentencia: “por sus frutos los conoceréis”,  “No puede el árbol malo dar buenos frutos”.

     Sucede, pues, que este falso profeta en compañía de sus acólitos (incluidos los padres mismos de los chamacos asesinados en Iguala por policías y delincuentes) estuvieron vendiendo la idea ante el mundo que el “gobierno de Peña Nieto desapareció a los estudiantes de Ayotzinapa”, lo cual además de ser una burda mentira, incapaz de ser aceptada por alguien que le funcionen aunque sea tres neuronas, fue comprada por algunos europeos y finalmente por ciertos grupúsculos de ‘activistas’ de los que abundan en la ONU como ya se dijo.

    La semana anterior la ONU tuvo el descaro y atrevimiento de decirle al gobierno de México: “La Oficina de Derechos Humanos de la ONU reitera su llamado a las autoridades mexicanas para que implementen las recomendaciones del informe, con el objeto de esclarecer los hechos ocurridos, garantizar la justicia, brindar reparaciones a las víctimas” (Mural, 10/mayo/2018).

    El gobierno de la Republica no puede admitir presión alguna por este caso, aunque venga de la ONU o de Marte. Los hechos están debidamente probados y nadie puede venir del extranjero a decirnos qué debemos hacer, la sentencia del Presidente Benito Juárez no deja lugar a las dudas. Además, no hay héroes caídos. Cometieron actos delictivos y probablemente fueron utilizados por sus propios líderes de la dizque Normal (que no tiene nada de normal) para dichos fines, de los que ni siquiera estuvieron jamás conscientes. En todo caso, si hay que investigar, es esa escuela formadora de anarquistas y guerrilleros de membrete, cuya quincena cínicamente es cobrada en los cajeros bancarios.

    Tomas Paine, revolucionario de dos continentes, ese sí, escribió en alguna de sus reconocidas obras: “Es tan cierto como lamentable que en todos los países existen hombres que sacan partido de la guerra y de mantener vivas las luchas entre las naciones; pero cuando quienes dirigen el gobierno en este caso la ONU se dedican a sembrar la discordia cultivando esos prejuicios, esa actividad es más imperdonable aún” (Los Derechos del Hombre, FCE, págs.. 42-43). ONU, AMLO, ¡Les hablan…!

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com

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