AYOTZINAPOS ¿POR ENCIMA DE LA LEY?

Ver en la televisión, o leer en los periódicos (con fotografías) las graves y múltiples atrocidades cometidas por los delincuentes encapuchados de la dizque “Normal” de Ayotzinapa el pasado 25 de septiembre, dan la impresión de que vivimos en un país sin ley. Que el más fuerte, o ciertos grupos afines al gobierno, tienen licencia absoluta para destruir y delinquir cuanto quieran. Que la ley no aplica para estos criminales salvajes, incivilizados, malvados, y destructores, claro, destructores del patrimonio ajeno, pues en su miserable y condenable vida no han construido ni aportado nada a la sociedad que no sea problemas y peticiones. Nada más.

La serie de graves y cuantiosos delitos cometidos por estos guerrilleros encapuchados en ningún país en el que aplique el estado de derecho les permitirían manifestarse en esa forma. Pero no, estamos en la dictadura de MORENA y, para este pseudo gobierno, son cosas de muchachos, pininos de entrenamiento para los cuadros del segundo piso de su proyecto ¿o no?

Porque para un gobierno demócrata, quien viole la ley tiene que pagar las consecuencias y lo que hicieron estos malvados trogloditas —que por lo que se observa de sus conductas vinieron a sus prácticas profesionales de anarquismo— han quedado absolutamente impunes. Sí, ¡ABSOLUTAMENTE IMPUNES!

Analicemos esa actitud permisiva del actual gobierno: Mientras que en el movimiento del ’68 los estudiantes no le tenían miedo al Ejército ¡le tenían pavor!, los ayotzinapos, hijos mimados de MORENA Y LA 4-T, son capaces de venir desde su Normal Patricio Lumumba ¿o cómo se llama? en el Estado de Guerrero, en autobuses robados, obviamente, nada menos que para atacar el Campo Militar No. 1 del ejército mexicano en la ciudad de México. Queda claro que se saben impunes. Estamos seguros que si el Ejército les respondiera como es su deber: una legión de plañideras correría horrorizada hasta las faldas de la señora que cobra en Derechos Humanos.

Lo que es peor ¡ver para creer!, derribaron la puerta de ingreso de dicho cuartel con un camión de reparto robado (delitos acumulados), prendiendo fuego a toda la fachada del edificio, lanzando petardos y bombas molotov, y… ¡NADA LES HICIERON! Terminada su materia de prácticas profesionales de anarquía y terrorismo, retornaron al centro de la ciudad para continuar con sus destrozos, saqueos y demás delitos.

Delitos que sumados cuentan por decenas de millones de pesos, tanto en contra del patrimonio nacional, como en el de tantos particulares afectados al paso de estas hordas criminales; ilícitos tumultuarios que a causa del monto y la comisión cada vez más frecuente, además de los daños, están provocando hartazgo entre empresarios y comerciantes, que vez tras vez son afectados, y jamás han visto que el gobierno haga valer la ley.

Los dizque ‘gobernantes’ de MORENA dicen al respecto que “ellos no van a reprimir”dejando en claro que en sus mentes trastornadas, hacer valer el estado de derecho “es reprimir”. El subconsciente les traiciona. Así llegaron ellos al poder: campeones de marchas, manifestaciones y desmadres, conocen al dedillo el manual de la destrucción social y el rompimiento del orden. Olvidan, sin embargo, que nadie votó por ellos para que disimulen semejantes cadenas de delitos, al contrario, se les votó para que cumplieran e hicieran cumplir la ley.

Antes de concluir con este artículo, otros compinches o camaradas de los ayotzinapos, los vándalos anuales del 2 de octubre (que ni habían nacido siquiera, que no saben realmente qué pasó, por qué, ni cuáles eran las condiciones políticas, sociales e internacionales en ese año y momento tan especial) salieron a hacer lo propio, destruyendo a su paso cuanto se les antojó. Y no solo eso, lesionando a 90 policías con petardos y piedras (algunos de manera grave), destruyendo y robando cuanto se les antojó a estos delincuentes con credencial al estilo James Bond «con licencia para matar» (y robar).

Una nota periodística del día siguiente recoge la denuncia e indignación de una comerciante propietaria de un negocio de joyería del centro de la capital, “Perdí entre dos y medio y tres millones de pesos en joyería” (El Universal, 3/Oct/2025), quien declaró a ese medio que no contaba con seguro debido al alto costo de este. La lista de afectados es por demás larga.. ¿Gritando consignas de un hecho ocurrido hace 57 años es permitido robar, lesionar, matar, y destruir de manera impune? ¿Está acaso semejante horror contemplado en la Constitución? ¿Lo permiten el Código Penal y el de Procedimientos Penales?

Es demasiado. ¡Ya basta señora presidenta! Si no pueden aplicar la ley a los ayotzinapos y demás fauna anarquista porque sus mentes torcidas y ajenas al estado de derecho no se los permiten, RENUNCIEN, pero no hundan más este país en el caos y la ingobernabilidad.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

Compartir: