Opinión

Quizá no exista en toda nuestra historia nacional un gobierno tan inútil e indolente como el actual. Con 220,000 asesinados (se incluyen los desaparecidos ya localizados muertos, despedazados, o en fosas clandestinas, pero que no entran en las estadísticas oficiales); con las bandas criminales enseñoreándose de más de la mitad del país haciendo gala de su poder e impunidad; con millones de mexicanos sometidos al impuesto de los criminales (eufemísticamente llamado “cobro de piso”); sus familias mermadas por la desaparición de alguno(s) de sus miembros; las mujeres sin protección alguna de tal forma que pueden ser ultrajadas, asesinadas, o sometidas a esclavitud a través de la prostitución, y tanto el gobierno del tirano López Obrador, como la mayoría de los gobiernos estatales, no hacen nada, absolutamente nada.

     Los mexicanos vivimos en un surrealismo maligno propiciado desde el poder público y negado por un sector de la población que no quiere aceptar esta pesadilla iniciada por este remedo de gobierno, aunque lamentablemente despiertos. Sangre, ríos de sangre corren a diario acompañados de lágrimas de víctimas y familiares de estas, y el gobierno que prometió acabar en seis meses con la violencia y los violentos, se ha limitado a jugar a las elecciones, a seleccionar candidotes y, por supuesto, a vaciar las arcas de la Nación y de los Estados, sin ofrecer a los mexicanos otra cosa que no sea lo ofrecido por Churchill a los ingleses “¡sangre, sudor y lágrimas!”

     Sir Winston agregó otra palabra a su frase (trabajo) pero como el tabasqueño jamás le ha entrado a esta noble y productiva actividad, así le dejamos. Claro, los mexicanos que trabajan, ellos sí han llevado al pie de la letra el consejo del caballero y estadista británico (aunque su trabajo muchas veces sea arrebatado por los delincuentes, ya sea mediante la extorsión, despojo de su negocio, casa, bienes, de sus vehículos personales o de trabajo), agregando a su esfuerzo sangre y lágrimas, muchas lágrimas. Condición dolorosa y terrible que no inmuta en absoluto a estos sátrapas posmodernos

     Y mientras los mexicanos padecen tanta desgracia, las “corcholatas” de López Obrador (tan vulgar y ofensivo que ni a los suyos les concede respeto alguno) se han gastado decenas de miles de millones de pesos en pre campañas fuera de la ley y condenadas por la ley, y nadie dice nada. Carretadas de dineros públicos se tiran a diario en publicidad, pancartas, pintado de bardas, espectaculares, autos, pero sobre todo en gente a su servicio. Quien se rasgaba las vestiduras y aseguraba que de llegar a la presidencia acabaría con la corrupción, no sólo no hace nada al respecto, de hecho es su principal promotor.

     No hay dinero para comprar medicinas para la mayoría de los padecimientos, miles de niños con cáncer y personas con diversas enfermedades han muerto por falta de medicinas para sus tratamientos.Los hospitales y clínicas que prometió este cínico embustero al nivel de Dinamarca, hoy parecen changarros en decadencia. Con frecuencia vemos en los noticieros televisivos salas de hospitales e incluso los quirófanos inundados por el agua que a manera de cascada les azota mostrando la absoluta falta de mantenimiento y abandono del gobierno (con todo el daño ocasionado en la salud de los pacientes y condiciones adversas para el personal hospitalario). Pero sobre todo de humanidad, de misericordia para el prójimo. Para este sector no ha habido dinero (excepto para sus amigos cubanos que no sabemos qué fregados están haciendo México, aunque lo imaginamos).

     Tampoco ha habido dinero para el campo. Los productores han sido abandonados por esta banda de vividores que se limita a hablar, hablar y hablar, dejándoles a merced de las bandas de asesinos que son ahora los que le ponen precio a sus productos: limón, aguacate, huevo, pollo y un largo etcétera.

     Las policías municipales y estatales en la mayor de las veces también han sido abandonadas al retirar o reducir el gobierno federal los apoyos económicos a Estados y Municipios, lo que además de debilitarlas –—lo cual las hace vulnerables en todos los sentidos abriendo la puerta a ser corrompidas y sometidas por los criminales—. Claro, todo indica que es parte del guion principal de esta farsa disfrazada de gobierno «abrazos no balazos».

     Las matanzas y balaceras suceden cotidianamente por todo el país dejando en su estela un centenar diario de muertes y dolor, de hogares enlutados, familias desmembradas, sin el pilar de la casa (asesinado por no querer pagar la extorsión o por secuestro), extinguida la fuente de ingresos familiar, fraudeados y afectados por cuanto delito tipifican los códigos penales sin que el gobierno federal ni los estatales hagan algo por defender a los ciudadanos. Para López Obrador y los suyos solo importan las siguientes elecciones. Solo merece atención esto y el disfrute del poder al mejor estilo de los dictadores bananeros.

     Sonrientes a manera de hienas, los candidotes exhiben su miseria humana, su ausencia total de sensibilidad y empatía para con los mexicanos. Una sola crítica contra el desgobierno del tirano de Macuspana no se les escucha. Se regodean con las porras y aplausos de sus lacayos pagados con dineros del pueblo y desviados del erario y que deberían de estar usándose en beneficio del pueblo— creyendo sus propias mentiras, como si en verdad los mexicanos les estimáramos. Resultan repugnantes.

     Como ya se dijo, México bañado en sangre y dominado por las cada vez mayores bandas de criminales, y quienes deberían de defendernos y hacer valer la ley, jugando irresponsable y condenablemente a las elecciones. Como escribí la semana pasada, tenemos escasez de ciudadanos. Es tiempo de alzar la voz, de exigir al gobierno que cumpla con su deber o que renuncien. Y a los partidos políticos que dejen de vernos a los ciudadanos como ganado marcado. Son tan solo el vehículo normativo que la democracia nos señala para escoger a los mejores. No un negocio de vivales para forjar comaladas trianuales o sexenales de millonarios corruptos, detestables e inútiles.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

Tiempo de lectura: 5 min

De no creerse. El destino de México en juego y no pocos mexicanos perdidos en su mundito personal, que, en el caso de algunos millones de compatriotas, se reduce a su bolsillo y su cuenta de Banco. Si le va bien a él, entonces le está yendo bien al país.

Nada de quebrarse la cabeza, si nunca la ha usado ¿para qué enterarse de la situación real del país? ¿para qué fregados hacerlo ahora? De acuerdo a su modo de entender las cosas, para este tipo de personas, todos los políticos y todos los partidos son iguales: ¡todos son corruptos! No hay diferencias, excepciones, ni matices. Pero sí lo favorecen o ayudan a él en particular, o no lo molestan en lo que hace ¿para qué mortificarse? ¡le queda claro qué estos son mejores que los otros, y si le dan dinero, pues qué mejor!

No importa que roben como nunca se había visto; que no entreguen cuentas y bloqueen todo intento al respecto; que militarizaran al país y corrompieran las Fuerzas Armadas dándoles poder y cientos de miles de millones  —que se quiera o no, está por verse si mantienen la institucionalidadque desvíen y derrochen del presupuesto una verdadera fortuna a las elecciones del Estado de México (se habla de alrededor de $5 mil millones de pesos) para apoyar a Delfina Gómez, una mujer ignorante y corrupta, pero sumisa hasta lo irracional ante el tabasqueño. Para ese tipo de mexicanos, nada le importa. Sólo lo suyo

Se sabe que el Tren Maya es un fracaso anticipado, que siempre operará con pérdidas y ha causado demasiados daños económicos y ambientales; que la Refinería Dos Bocas es otro fracaso, un capricho, una coladera de cientos de miles de millones de pesos tirados a la basura; Lo mismo con el Tren del Itsmo, con el Aeropuerto de Santa Lucía, con la cancelación del NAIM. Todo se reduce a derroches y tiradero de recursos tan necesarios en otras obras y necesidades sociales urgentes (como Hospitales, medicinas, educación, seguridad de verdad, carreteras que puedan ser transitadas, y un largo etcétera).

Que la mitad del territorio nacional ya está controlado por las bandas delincuenciales, con todo lo que esta desgracia significa y conlleva para los mexicanos, en particular para los que padecen dicho control. Que casi 160,000 personas ya han sido asesinadas y cuando menos otras 60,000 han sufrido con idéntica suerte (sumando alrededor de 220,000 asesinados), pero como están en calidad de desaparecidos o sus cuerpos han aparecido en fosas clandestinas o desmembrados, ya no entran en las estadísticas.

Pero mientras no le toquen ni hagan daño a él en su persona o bienes, nada le importa. Nunca ha ido a una manifestación ni una protesta pública. Lo suyo son los guateques, los bailongos, las fiestas con la bola de panzones que dizque tocan, pero nomás hacen ruido con unas cornetotas que emiten una especie de pujido, o ir alguna presentación del ‘artista’ del momento (por lo general una especie de forajido totalmente tatuado, que no canta, sino emite sonidos guturales poco entendibles a los que, si se le pone atención, son verdaderas odas al crimen y al sexo sin barreras).

      Y nada, pero absolutamente nada de esto les importa a este tipo de personas como ya se dijo, solo lo suyo ¡Ah, pero si le extorsionan, le secuestran o desaparecen algún familiar! entonces sí de inmediato grita y pide ayuda a parientes y vecinos para cerrar alguna avenida y exigir al gobierno que haga su parte.

     Mientras tanto, nuestra realidad política y social les resulta ajena del todo. No son ciudadanos en absoluto, son apenas habitantes del planeta, quizá con identificación con algún club de futbol que les produce pasión, pero ninguna con los problemas del país, y mucho menos con el resto de sus compatriotas, que, en una de esas, son del equipo de futbol contrario, por tanto sus enemigos.

     La mayoría de estas personas confunde su país de nacimiento con ser ciudadano de ese mismo país, que dicho sea paso, en un gran porcentaje son cosas muy diferentes. Pueden tener la nacionalidad, pero la mayoría de esas personas nacen, viven, se reproducen y mueren, y jamás llegaron a ser ciudadanos. Su paso por este mundo se redujo a su bolsillo, su gente y sus cosas. Nada más.

     México se encuentra, sin temor a la duda, en la peor etapa de toda su historia. Amenazado por un tirano demente, ególatra y ambicioso de poder hasta lo irracional, acompañado de diversas bandas de malhechores. Unos bajo el disfraz de partidos políticos, y otros, sin disfraz, verdaderos malhechores que en distintas bandas se han adueñado ya de más de la mitad del País con el beneplácito y ayuda del presidente, sin que a estos ciudadanos de membrete les importe un comino. Indiferencia que ha sido aprovechada por el inquilino de Palacio y sus huestes destructoras.

     Las elecciones del domingo 4 de junio son una manera y oportunidad de despertar, de integrarse al clamor nacional, al coro de los ciudadanos comprometidos, que desde las vías democráticas hemos escogido se le ponga un alto a tanta maldad, violencia, destrucción y saqueo de México. Que con el voto se decida el rumbo del país y no por las armas y la violencia opresora.

     Estamos a tiempo, de lo contrario, a muchos de estos evasores de sus deberes ciudadanos y políticos, la famosa frase dicha por Aixa, la madre de Boadbil, el último sultán de Granada (cuando son echados para siempre de España), puede convertirse en una frase que les acompañaría de por vida: “No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre”. Frase a la que se podría agregar: ¡como hombre de bien, como hombre comprometido con tus hermanos, con su país México! ¡Así que mexiquenses y coahuilenses, a votar el domingo! ¿O usted que considera estimado lector?

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

Tiempo de lectura: 5 min

Las Sagradas Escrituras dicen: “Alábete el extraño, y no tu propia boca; el ajeno, y no los labios tuyos”; advertencia desoída por el titular de la presidencia, Andrés Manuel López Obrador, quien todos los días se auto elogia y habla de logros totalmente inexistentes. Un psicópata capaz de mentir todos los días y crear en su mente perturbada (y perturbadora) una realidad que solo existe en su cabeza enferma y perversa.

      Lo más terrible del caso es que hay unos diez millones que dicen ‘creerle’, algunos, ciertamente por ignorancia, otros, porque desean ‘creerle’ para sacarle provecho, que en el caso de los que le rodean, es obvio que le dan cuerda para provecho de ellos mismos (aunque en perjuicio del país, el estado de derecho y la paz social).

      Una postura recurrente de este mitómano sin remedio es echarle la culpa de su fracaso como presidente, a los gobiernos del pasado. Lo peor del caso es que como todos los días lo repite como loro, tal parece que ya se cree sus propias mentiras. Así que para ayudar a que las cosas se pongan en claro y las nuevas generaciones y los desinformados se enteren de la verdad, hagamos una pequeña comparación entre los gobiernos del Presidente Gustavo Díaz Ordaz y el presidente Andrés Manuel López Obrador.

     De entrada, se advierte que, para el tabasqueño, el Presidente Díaz Ordaz es la representación misma de la maldad, de los malos gobiernos de antes (según su maniquea y demencial visión), un represor enemigo del pueblo, un defensor de la oligarquía, etcétera.

    Así que, sin más preámbulos, dejemos que los hechos y los datos duros pongan en su sitio a cada quien y el lector saque sus propias conclusiones:

    Metro de la ciudad de México: sus primeras dos líneas son construidas por el Presidente Díaz Ordaz en 1969 y en 1970 una tercera, elevando no sólo la calidad de vida de los capitalinos, sino poniendo a nuestro país entre los pueblos en desarrollo al crear un moderno, rápido y elegante sistema de transporte al nivel de los mejores del mundo. Mientras que López obrador ni siquiera ha sido capaz de dar mantenimiento a las líneas del Metro que recibió. Un día se incendia una, otro se cae la línea 12, en los siguientes hay accidentes en una, en otra y no hay día en el que el Metro no sea noticia a causa de su falta de mantenimiento y desinterés por parte del gobierno actual (exponiendo y angustiando todos los días a millones de usuarios).

     En economía: Díaz Ordaz tiene un crecimiento anual sostenido del 7 por ciento, con una inflación del 2.6, dejando al país en total bonanza (como nunca), sin DEUDA PÚBLICA INTERNA y CON UNA DEUDA EXTERNA CASI SIMBÓLICA ($4,263 millones de dólares en total) y sin vender un solo barril de petróleo al extranjero (era para consumo interno solamente). En comparación; con López Obrador no ha crecido ni siquiera un punto anual al año, al contrario, ha decrecido, y con altas tasas de inflación además. Y respecto a la deuda, durante su desastrosa gestión HA CRECIDO AL PUNTO DE QUE YA SE DEBEN $ 11 Billones 658.6 mil millones de pesos al primer trimestre de 2023 (lo que representa el 38% del PIB), y para que el lector se de una idea de cómo ha endeudado México este mentiroso e incapaz, tan solo este año de 2023 nuestro país tendrá que pagar a la deuda $ UN BILLÓN 79,000 MILLONES DE PESOS (Revista Expansión, 27/Oct/2022).

    En el deporte: Mientras que Díaz Ordaz fue capaz de organizar LOS XIX JUEGOS OLÍMPICOS (1968) con magnificencia, precisión, buen gusto y gran impacto entre todas las Naciones del mundo (siendo las primeras de la historia televisadas a color y de manera simultánea), abriendo así un espacio a México entre el concierto de las Naciones. Espacio e impacto ratificado dos años después (1970) al organizar con la misma precisión el Mundial de Futbol. En cambio, López Obrador ni siquiera es capaz de pagar los pasajes y hospedaje de las nadadoras mexicanas (ganadoras de varias medallas de oro en reciente competencia mundial) ofendiéndolas a través de su golpeadora en la CONADE —¿o cómo se la puede nombrar a la Sra. Guevara? quien se atrevió en su perversión y vulgaridad a mandarlas a “vender calzones o tupperware” para que paguen sus boletos y viáticos—.

    En cuanto a educación: ningún sexenio ha recibido tanto presupuesto y apoyos en todos los sentidos como lo hizo Díaz Ordaz durante su gobierno. La formación de profesionistas de todas las ramas (y con calidad) hablan de semejante esfuerzo nacional, esfuerzo al que se sumaron Universidades, preparatorias, secundarias, maestros, y por supuesto, los sistemas educativos de los Estados. Confundir el movimiento estudiantil de la ciudad de México con el proyecto educacional es ceguera voluntaria o fanatismo ideológico. En cambio, López Obrador se ha dedicado a atacar a las Universidades públicas y privadas, y tratado de crear unos localones (al estilo rancho) para adoctrinar a la juventud, nombrando eufemísticamente a sus jacalones ‘universidades’ (que evidentemente no lo son).

    En el tema de seguridad, AMLO y su secta de Morena se desgarran las vestiduras por la matanza del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco (faltaban escasos 10 días para que se iniciaran las Olimpiadas y los agitadores profesionales querían dañar la imagen del gobierno y el desarrollo de los Juegos). Conforme a las estadísticas oficiales los muertos en Tlatelolco fueron 30, los heridos 70 y los detenidos 1,500; si bien habrá de decirse, que en todo el país estábamos en paz y creciendo en todos los órdenes. En cambio, durante el sexenio de López Obrador ya suman 156,136 asesinatos, el 99 por ciento impunes, además de haber más de 100 mil desaparecidos y millones de mexicanos aterrados y extorsionados por las bandas (otros han abandonado sus tierras, negocios y pueblos sin que nadie en el gobierno los defienda).

     Tratando de concluir este comparativo, el Presidente Díaz Ordaz durante su toma de protesta dejó muy en claro su directriz: “con la Constitución como guía, sin admitir retrocesos ni claudicaciones… (porque) en México existen todas las libertades menos una: la libertad para acabar con todas las demás libertades”, postura que mantuvo firme hasta el final. Mientras que López Obrador les ofreció a las bandas delincuenciales «abrazos, no balazos» con los resultados ya mencionados, nuestro país en caos y al borde de la ingobernabilidad, expresando desde Palacio Nacional la sentencia que le seguirá por siempre ¡Y no me vengan con esa de que la ley es la ley! ¿Quién cree usted que ha sido mejor presidente, Díaz Ordaz, o López Obrador?

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

Tiempo de lectura: 5 min

Una punzada en el corazón de gran parte de los habitantes del planeta es el problema de los migrantes. Y aunque migraciones y migrantes los ha habido en casi todas las épocas, la manera y la razón de las actuales dista mucho de las ya conocidas, de las cuáles no hablaremos, sino de las presentes. Tenemos, desde a finales del siglo pasado, pero sobre todo en el actual, que las migraciones en masa y en descontrol son un fenómeno distinto, ocasionado por causas meramente políticas. Es decir: por gobiernos tiranos y dictatoriales a los cuáles casi, si no es que nadie, quiere señalar y mucho menos tocar.

     Nadie SE VA del país donde nació nomas porque sí. Siempre hay una causa, que por lo general puede ser el hambre, la pobreza, la violencia, al igual que la falta de oportunidades para mejorar (eso que el tabasqueño que cobra como presidente llama despectivamente “aspiracionistas”). Y justamente por todas esas causas juntas es que millones de personas están huyendo de Cuba, Venezuela, Haití, Nicaragua, Honduras y un largo etcétera.

    Hace algunos años y viendo que su país (Italia) comenzaba a ser invadido por  árabes y musulmanes de distintos países; la escritora y periodista Oriana Fallaci; mujer por demás sensible (herida durante el 2 de octubre de 1968 en nuestro país como corresponsal durante las Olimpiadas), advertía a su país, y a toda Europa, que de no poner remedio a esta situación el viejo continente dejaría de llamarse así (Europa) para convertirse en «Eurabia».

     En uno de sus famosos libros reclama al gobierno de su país y a los de todo Europa su ineptitud: “¿Qué hicieron… para impedir que Europa se convirtiese en Eurabia, es decir en una colonia del Islam, e Italia en la vanguardia de esa colonia?…  Los desembarcos han disminuido un poco. Pero siguen produciéndose inexorablemente. En verano, unas mil personas al día. Y si una barca no lo consigue, ahí está la Guardia Costera para echarle una mano. Incluso en aguas internacionales… Y lo mismo ocurre con la ampliación del afilo político. Y lo mismo pasa con la proliferación de los clandestinos y la ineptitud e incluso timidez con la que afronta el problema la Fiscalía” (Oriana Fallaci se entrevista a sí misma, págs. 92-93).

     Oriana murió en el año 2006, pero sus reclamos y vaticinio parecen haberse cumplido en buena medida ¿O no? Ir a ciertos países y regiones de Europa da la impresión de estar en otro continente. La multitud de personas provenientes de otros países, sobre todo del mundo islámico, hace pensar que el control político y social de las naciones que les han acogido se está perdiendo a pasos agigantados ¿Quién olvida los múltiples atentados terroristas ocurridos en Europa, en particular en París, como el ocurrido en contra del semanario político CHARLIE HEBDO y otros sitios propiedad de judíos franceses organizados por fanáticos musulmanes? ¿Ya se olvidó la fatua en contra del escritor inglés Salman Rushdie (lanzada en1989) a quien luego de 33 años, finalmente logran atentar contra su vida en agosto del año 2022 en la ciudad de Nueva York?

     Sí, porque no se puede pasar por alto que en las migraciones llegan personas buenas, regulares y malas. De hecho, algunas muy malas. ¿Quién le puede asegurar a México y Estados Unidos que entre los migrantes cubanos y venezolanos no vienen guerrilleros y terroristas enviados por sus gobiernos dictatoriales para causar daños a nuestros países y sociedades? ¿Quién nos puede asegurar que entre los que ya están en nuestras tierras no vienen muchos a apoyar al gobierno del dictador López Obrador y su intentona de quedarse en el poder mediante la 4-T?

      El presidente John F. Kennedy escribió en un famoso libro el problema de los migrantes de forma bella y generosa, sin olvidar las necesarias restricciones:

“La diferencia de opiniones no surge del número de migrantes que se admitan, sino del criterio de admisión, es decir, el sistema de cupos de orígenes nacionales. En lugar de utilizar el criterio que discrimina según el país en el que el inmigrante nació, las propuestas de reforma consideran las habilidades que el inmigrante posee y las que nuestro país necesita, mientras que en el terreno humanitario, se centra en reunificar a las familias. Tal legislación no busca cambiar las características de Estados Unidos. Los inmigrantes todavía tendrán que pasar pruebas de salud, inteligencia, moralidad y seguridad” (Un País de inmigrantes, págs. 70-71)

 

     Ha pasado mucho tiempo de la propuesta de Kennedy. Hoy las condiciones del mundo son otras y la maldad humana ha crecido como la espuma (incluso escondiéndose de manera cobarde entre los pobres migrantes que buscan refugio y alivio a sus muchos males y desdichas).

     Tratando de resumir un tema por demás complejo, se habrá de decir que en el gravísimo problema de las migraciones a Estados Unidos —que involucran a México como país de tránsito (y ahora traspatio migratorio)— se acusa y señala a diario a ambas naciones como villanas y malas, sin que hasta ahora se toque ni con el pétalo de una rosa a los malvados que están ocasionando este gravísimo problema multinacional.

    Es decir: los principales causantes de esta situación que ha dañado y está dañando a millones de familias y países son NICOLÁS MADURO de Venezuela, MIGUEL DÍAS-CANEL de Cuba, así como otros gobernantes de Centro y Sudamérica: unos inútiles, otros indolentes, aunque todos malvados, quienes han lanzado a millones de sus gobernados a esta aventura que no parece tener buen final para la mayoría. Millones de seres humanos como todos nosotros.

     Así que el problema de los migrantes no es tan sencillo como culpar a Estados Unidos y México por no permitir que sus sueños se cumplan. Por desgracia la vida no es así. Muy pocas personas abrirían las puertas de su casa para que cualquier desconocido llegara y se asentara, y un país es algo semejante. Hay reglas, leyes, orden, modelos de país por el que muchas generaciones trabajaron para lograr llegar a ese punto.

     De manera que la solución al problema de los migrantes no es ese. No se puede hacer valer la ley del chantaje emocional. La ONU (o los países con mayor poder, influencia y deseos de ayudar) debe entrar en auxilio, tanto para buscar una salida y ayuda digna a los migrantes, como exigir a los causantes entiéndase NICOLÁS MADURO, MIGUEL DÍAZ-CANEL, RAÚL CASTRO, DANIEL ORTEGA, ET AL que resuelvan sus problemas internos y dejen de expulsar a tantos millones de personas inocentes que sufren a causa de sus erróneas y perversas políticas populistas.

     Pretender que otros paguen las consecuencias de sus malvadas e injustas políticas internas contra sus propios pueblos, resulta, además de impropio, una injusticia agregada. Lo que es peor, con la ayuda del coro de cierta prensa de postura cómoda al exigir algo que ni la ley ni el sentido común obligan. El chantaje moral nunca ha llevado a nada bueno como tampoco resuelve las cosas de fondo.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

Tiempo de lectura: 6 min