LOS DELITOS NO IMPUTADOS AL CHAPO

Ríos de tinta y horas y horas de imagen han corrido y gastado a nivel mundial por la detención de Joaquín Guzmán Loera (a) “el chapo”. Gobiernos y medios le han acusado básicamente de las mismas cosas, en tanto que analistas o dizque se han dado vuelo, al punto que la fantasía ha corrido de la mano de la pedantería y la frivolidad, describiendo al detenido como criminal, genio, bueno, malvado, multimillonario, incluso hasta de “don Juan” le han calificado (con dinero todos los seres humanos mejoran su fisonomía).

Los delitos por los cuales se le han fincado procesos son casi los mismos: delincuencia organizada y portación de armas de uso exclusivo del ejército. Como mera observación no se ha escuchado que le finquen los asesinatos de los cientos o miles de personas que se asegura han muerto por su causa (en el calderonato los asesinatos sumaron 120,000 ¿cuántos y cuáles le son imputables?). Como tampoco del tráfico y venta de miles de toneladas de drogas, según se ha afirmado por medios y gobiernos, que realizó durante más de dos décadas.

Sin embargo hay otra lista interminable de daños ocasionados y delitos cometidos por este individuo que nadie ha mencionado. Tal vez el deterioro y decadencia social que hemos estado padeciendo de unas décadas a la fecha ha nublado la vista colectiva. Nadie habla ya de cosas y daños antaño visibles para todos.

Es tal la contaminación de inmoralidad en la sociedad, que el miércoles pasado (26/Feb/2014) algunas decenas de personas en Culiacán se manifestaron pidiendo la liberación del “chapo”, presentando a sus ojos a este archidelincuente como si fuera víctima del estado mexicano. En su extremo absurdo presentaban a este individuo como promotor de empleos ¡Ver para creer!

Lo que no ven estos marchantes inmorales, que a simple vista portan una cabeza, pero totalmente distorsionada de la realidad y carente de principios y sentido común: es que tras de sí este hombre al que presentan como su “héroe”, ha dejado por décadas una estela de muerte y dolor.

La lista de daños y delitos cometidos por el “chapo” (y sus empleados) es interminable e imposible de enjuiciar jurídicamente por cuanto parte de aspectos y situaciones tanto personales y familiares como de intangibles ¿Cómo acusar al chapo de los llantos de dolor de cientos de miles de madres al ver llegar a sus hijos drogados o de plano perdidos por ese veneno maldito? ¿Cómo clasificar como delito los miles de matrimonios destruidos a causa de la droga vendida por su cofradía de malvados, de esposos que destrozaron su proyecto de vida, echando por tierra los sueños de ellos y ellas? ¿Cómo calificar y cuantificar el daño causado a las legiones de huérfanos cuyo padre (o madre) fueron víctimas del chapo, sea mediante el consumo o en las vendettas entre mafiosos en las que por lo general muere mucha gente inocente?

¿Le cargarán al “chapo” los miles de millones que el gobierno mexicano ha destinado para combatirle a él y a los otros gavilleros? Porque de no ser por él, sus compinches y sus enemigos de otras gavillas, esas fortunas se destinarían para hospitales, escuelas, universidades, carreteras, guarderías, etcétera. Nadie señala que los dineros de los mexicanos en los últimos años se han desviado para combatir (durante el foxiato y el calderonato de manera inútil) a estas plagas sociales que tanto daño y sangre han costado, pero sobre todo, acabado con cientos de miles sino es que con millones de familias.

Así que vale recordar el llamado “salmo del drogadicto” escrito por una joven de 20 años que lo dejó durante una crisis en una caseta telefónica de Paris en los años ’70 (una parodia del salmo 23); texto que nos concede una idea del tormento interior que padecen los adictos a ese veneno llamado droga:

 “La heroína es mi pastor, jamás alcanzaré la satisfacción.

   En las alcantarillas me hará caer, y junto a aguas putrefactas me conducirá;

  Destruirá mi alma, me guiará por sendas de perversión a causa de sus efectos.

  Sí, andaré por el valle de la miseria, y temeré todos los males, porque tú heroína estarás conmigo;

  Tu aguja y tu cápsula tratarán vanamente de consolarme, despojarás la mesa delante de mí, en presencia de mis familiares;

  De mi cabeza sacarás la razón, y mi copa rebosará amargura.

  Ciertamente, la pasión de las drogas me atormentará todos los días de mi vida.

  Y en la casa de los condenados moraré por largos días”.

Y aunque las leyes de los hombres no pueden enjuiciar por estos daños y delitos a Joaquín Guzmán Loera, la justicia del Dios Todopoderoso no la podrá evadir como lo hizo del penal de Puente Grande, pues no ha nacido ni nacerá el hombre que escape de esa justicia santa y perfecta.

OTRO ACIERTO DEL GOBIERNO FEDERAL

Se dice que las comparaciones son odiosas, pero si comparamos la sigilosa búsqueda y captura del llamado “chapo” por el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, con los resultados obtenidos durante los gobiernos de Fox y Calderón, no queda más que reconocer el trabajo de inteligencia y efectividad del actual régimen. Una captura impecable y sin disparar un solo tiro. Esperemos que esa misma mano logre corregir los renglones torcidos de Calderón en Michoacán (y eso que es su tierra natal).

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

e-mail: mahergo50@hotmail.com