AMLO Y LA 4-T: MENTIROSOS, MANIPULADORES E INCAPACES

La sabiduría popular por algo existe, en una de sus muchas sentencias se dice: “¡Dime de qué presumes y te diré de qué careces!”. Sentencia que como dijera el propio López Obrador le cae “como anillo al dedo” a su persona y gobierno. Por cierto, un gobierno integrado por improvisados, resentidos sociales, agitadores, comunistas de café (que nunca leyeron a Marx ni a Lenin, como tampoco los periódicos pues no se han dado cuenta que el Muro de Berlín ya cayó), por una cauda de individuos provenientes de todos los partidos, es decir, por legiones de filibusteros y oportunistas con el disfraz que la ocasión merece (igual se lo hubieran puesto del PRI, PAN, PRD, o lo que sea, el hueso es el hueso).

Ni qué decir de los prófugos de la justicia a los cuáles se les hizo un espacio en los cargos públicos o en las curules. ¡Faltaba más, para eso son los amigos!, así que a Napoleón Gómez Urrutia y a la comandanta Nestora Salgado, se premió con una curul en el Senado, así como a Marcelo Ebrard con la titularidad de la Cancillería (teniendo pendientes las cuentas de la línea 12 del Metro), son muestras de esas mentiras. De la doble moral, de un gobierno que todos los días habla contra la corrupción y esta semana fue exhibido por el Inegi como más corrupto que el anterior. Son datos conforme a las víctimas, no a la publicidad oficial (La Jornada, 21/May/2020).

La cuestión es que este gobierno no solo es de doble moral, también ejerce como en la novela de Orwell 1984, el DOBLE PENSAMIENTO a través de una especie de ‘Ministerio de la Verdad’ como lo calificara el británico en su obra. Un ministerio en el que se pretende controlar y modificar la historia como en la dictadura de la novela orweliana cuya filosofía era: “Quien controla el pasado, controla el futuro, quien controla el presente controla el pasado.” Método que la 4-T intenta utilizar por medio del INAH y otras instituciones, aunque con nula creatividad y sobrada tontera.

Malos, que malos, pésimos para realizar proyecto alguno bueno y duradero en beneficio de los mexicanos (ya que solo para lo torcido y tenebroso tienen habilidad), ahora pretenden modificar la historia. Es así que hace unos meses el asesinato de Don Eugenio Garza Sada (1973) se pretendió modificar en los hechos nacionales y presentar a los asesinos como héroes. Y esto no es asunto de ideologías. Es asunto delictivo, de mentes enfermas, de corazones torcidos por el mal. Pero, ¿se podía esperar algo distinto de la mayoría de integrantes de esta troupe de improvisados, agitadores y mafufos?

Suficiente será decir que en días recientes el presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, Jenaro Villamil, declaró sin rodeos y cinismo su adicción durante una entrevista con Fernando del Collado: P.- ¿Mariguana? R.- Es algo delicioso. P.- ¿Coca? R.- Nunca la he probado… (Milenio, 17/May/2020).

Pues sucede que esta semana que concluye los chiflados y/o manipuladores de la 4-T salieron con la mafufada de que “el presidente Carranza” no se suicidó, que lo asesinaron (Mural 21/May/2020) ¿Qué no sabían algo que todos los mexicanos sabemos, que está en los libros de texto, en las Enciclopedias, archivos, etcétera? ¿O lanzan los buscapiés a ver qué sucede para luego mover la historia nacional a su gusto y antojo? Y si esto no es una maldad, una mentira, una manipulación, una muestra de incapacidad y de perversión absoluta, no sé cómo calificarlo.

Y para que no le batallen en buscar en los libros, ya que como se aprecia la lectura no es lo suyo, les comparto un breve texto de uno de mis libros: “Entendido pues de la grave situación, Carranza abandona la capital el 7 de mayo de 1920… Como presagio de lo que vendría después, sus enemigos le lanzan por el rumbo de la Villa de Guadalupe una locomotora ‘loca’ que le causa graves daños a sus hombres y fuerzas. Por si no fuera suficiente adversidad, sus tropas fieles son atacadas en Apizaco (8 de mayo), en Rinconada (día 11) y en la estación Algibes (los días 13 y 14) donde son derrotados, lo que obliga al presidente a abandonar el tren el día 15 y montado a caballo se adentra en la sierra de Puebla. Durante varios días logra recorrer diversos puntos y la madrugada del día 21, estando el presidente dormido es un mísero jacal, es traicionado por el general Rodolfo Herrero que supuestamente le cuidaba el sueño” (México: ¿Estado Fallido o País Traicionado?, tomo uno, pág. 263)

Y si desean más bibliografía les comparto otro texto (muy valioso) escrito años después del magnicidio, nada menos que por el general Francisco L. Urquizo, quien era parte de la escolta presidencial y es encarcelado por los traidores (a otros los fusilaron): “En ese momento desperté, y cuál no sería mi sorpresa al oír perfectamente fuego de fusilería, silbar de balas, gritos y blasfemias… Empuñe una de mis pistolas, ya en perfecto dominio de mí, y busqué con la vista los lugares en que se combatía, para tomar una resolución. La casa del presidente estaba cercada completamente y el tiroteo era espantoso… Confusamente, envuelto en las sombras de la noche, un hombre pasó cerca de mí gritando insultos al presidente… No se oía un solo grito a nuestro favor, ni un solo ¡Viva Carranza!… ¿Habrían huido los nuestros? ¿Habrían perecido?, ¿se habrían rebelado los mismos acompañantes de don Venustiano?…  –Están fusilando –murmuró Luis… A la media hora justa, otro cañonazo más cercano se escuchó claramente… recordé la ordenanza… ha muerto el Presidente… había muerto el señor Carranza. Todo había terminado; aquel hombre sin igual, aquel hombre cumbre se había derrumbado al terremoto de la traición… El cadáver del Presidente yacía en el centro de la estancia cubierto con la bandera nacional… Parecía que el Señor Carranza  dormía tranquilamente; ni una contracción de dolor, ni un gesto de espanto, ni la tristeza se reflejaba en su rostro, a pesar de haber sido traicionado y abandonado de todos los que fueron sus subordinados  amigos” (Francisco L. Urquizo: Asesinato de Carranza, Populibros La Prensa, 1969).

Y para que no les queden dudas a estos alérgicos al estudio que al Presidente Carranza lo traicionaron y asesinaron (a la mejor estudiaron historia con los maistros de la CNTE), se les comparte un breve texto de nuestra máxima obra de historia: “La madrugada del día 21 la tropa del general Rodolfo Herrero, que en apariencia custodiaba al presidente, se lanzó disparando sus armas sobre el jacal donde dormía Carranza, a quien dieron muerte” (Enciclopedia de México, Tomo 2, pág. 391).

Así que no nos vengan con sus bobalicadas. Pensar que los mexicanos desconocemos nuestra historia (como parece ser el caso de muchos de los nuevos gobernantes) además de ser una ofensa, es un atentado contra la verdad misma y contra la República. Una acción más que desnuda la falsía de quien pretende gobernar con manipulación, incapacidad y oscuros intereses, ajenos por cierto a las personas de bien.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

 

Email: mahergo50@hotmail.com

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