LA MALVADA COMEDIA
Las Sagradas Escrituras señalan con precisión que frente al bien está el mal. Lucha eterna a la que nos enfrentamos en mayor o menor medida todas las generaciones a partir de la caída en el Paraíso. Rompimiento entre la criatura con su Creador a causa de la soberbia y una libertad mal entendida; causa de la condición humana que la teología denomina como la depravación total.
Partiendo del mensaje eterno contenido en ese mismo libro, y no obstante de la abierta rebelión contra El: Dios anunció desde la expulsión misma un camino de reconciliación y salvación para aquellos que buscarán y anhelaran volver a su gracia. Mensaje que debido a las mismas condiciones de los seres humanos lo fue revelando poco a poco, principalmente a través de los patriarcas, Moisés, los profetas, y, por supuesto, con la llegada misma del Salvador anunciado.
Así que durante miles de años la lucha entre el bien y el mal ha sido a muerte y sin tregua. Aunque se habrá de señalar que ha habido épocas en que judíos y cristianos que han creído e intentado vivir conforme al mensaje bíblico, las cosas han marchado bien, o cuando menos de mejor manera que cuando impera la maldad o la desobediencia.
A principios del siglo XIV, el poeta florentino Dante Alighieri escribe su famosa obra La Divina Comedia; texto que describe desde su imaginación el destino de los malvados y su depravación que asfixiaba a la sociedad de aquella época; depravación que se mostraba en casi todas las esferas de la vida, sentenciándoles el famoso escritor a su destino eterno.
Desde el cruce del oscuro y tenebroso río Aqueronte, las almas de los perdidos y los malvados comienzan —según la famosa obra— a darse cuenta de su terrible yerro, de probar en su carne y espíritu que lo que se les había anunciado era real. A lamentarse a destiempo de tomar el camino y las acciones equivocadas.
La cuestión es que hemos tomado a manera de referencia «LA DIVINA COMEDIA» para señalar con un ejemplo adecuado la terrible situación que estamos padeciendo en México, a la cual podemos nombrar, con precisión y sin error «LA MALVADA COMEDIA»; misma que se inicia con el foxiato, continúa con el calderonato y el peñanietismo, para finalmente desarrollarse a manera de cáncer metastásico con Andrés Manuel López Obrador. Un hombre malvado que jamás debió haber llegado a la presidencia. Un psicópata que para lo único que le funcionan las pocas neuronas que le tocaron, es para destruir y hacer el mal.
Desde su mente y corazón desordenados salió toda esa maldad que estamos ahora padeciendo. Un gobierno integrado mayormente por porros, delincuentes, vándalos, vagos y demás, cuya ambición, sin medida ni recato, así como por su incapacidad manifiesta para gobernar, tienen ya a nuestro país en algo parecido a lo que describe Alghieri en su obra clásica, :
—“Las leyes existen; pero, ¿quién se cuida en su cumplimiento? Nadie; porque el pastor que precede a las almas puede rumiar, pero no tiene la pezuña hundida, por lo cual, viendo todo el rebaño a su pastor cebarse únicamente en aquellos bienes de que él es tan codicioso, se apacienta de lo mismo y no pide más”. (Canto Decimosexto).
¿Acaso durante todo el obradorato y lo que corre de su sucesora, la ley no dejó de ser la ley? A tal grado llegó esta situación anormal, anti democrática y anti republicana, que desaparecieron el PODER JUDICIAL para poner en su lugar a empleados de la horda y mafia morenista para aparentar lo que no se es, alejando la justicia y el estado de derecho. Ver al frente de la Suprema Corte de Justicia a un sujeto, que, aunque tenga supuestamente título de abogado, en circunstancias normales estaría incapacitado para ser siquiera secretario de juzgado de Distrito; es para poner los pelos de punta. Carece del perfil, conocimientos y experiencia judicial indispensables
Parafraseando a Dante y tomando en cuenta las palabras de AMLO (quien decía abiertamente “Y no me vengan con esa de que la ley es la ley”), el florentino advertía: —“Las leyes existen; pero, ¿quién se cuida en su cumplimiento? Nadie…!”, y, es que, desde que llegó al poder el tabasqueño, lo único recto fue su discurso luego de ganar las elecciones, ya que a partir de entonces: mentiras, saqueos cínicos y sin medida, e incapacidad total para resolver los muchos problemas del país han sido la constante.
Lo más increíble ha sido la descarada mega ambición, corrupción e incapacidad de la cúpula de los gobiernos morenistas (amigos y socios): el TREN MAYA, Refinería Dos Bocas, AIFA, Mexicana, Tren Interoceánico, y para no repetir lo que todos conocemos, son muestras irrebatibles de los negocios de la cúpula morenista y la familia y amigos del Fhürer de Macuspana.
Desde que llegó AMLO al poder en México los únicos que han sido protegidos son los delincuentes (capos y bandas de todo tipo), los gremios corrompidos hasta la médula (CNTE, SME, CATEM), los anarquistas y cuanto violento simpatice son MORENA.
En tanto que el pueblo, no los comprados con las dádivas de los que trabajan y sostienen a México (dinero que AMLO y CSP lo entregan como si fuera de ellos), el pueblo, el verdadero, el que comprende e integra a todos los mexicanos ¡A TODOS!: vive todos los días sometido al terror, a grupos y violencias de todo tipo, asesinados, extorsionados, robados, secuestrados, despojados, humillados y sin futuro alguno; advirtiéndose, que en cuanto comiencen a cerrarse los préstamos del exterior y la economía nacional muestre su verdadero rostro descompuesto: téngalo por seguro que la aparente estabilidad que ‘disfrutamos’, reflejará una realidad semejante a la que hiciera Dante del Infierno.
Los mexicanos hemos y estamos viviendo, como ya se dijo, una «MALVADA COMEDIA» escrita y dirigida por un farsante, mentiroso e incapaz como jamás había padecido el país. La única manera de poner un alto a esta terrible situación es que los propios mexicanos levantemos la voz por los canales que la ley todavía nos otorga. La dictadura está a unos pasos de cerrar las pinzas. De nosotros depende, pues, que como ciudadanos exijamos un alto a tanto abuso, corrupción desmedida, violencia generalizada y demás horrores, y mostrando firmeza, tomemos el papel que la democracia nos concede (todavía), de lo contrario el autoritarismo continuará con pasos agigantados hasta que sea demasiado tarde.
Una vieja leyenda cuenta, que al ser expulsados los moros de Granada, el rey árabe volteó de lejos y al ver la ciudad lloró, por lo que su madre le reprocha y dice: “¡No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre!”. En México no se necesitan armas para retornar a la democracia y el estado de derecho. Lo que se necesita, y con urgencia, son ciudadanos comprometidos con su país.
¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!
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