Opinión

El sello del actual régimen en México es la incapacidad: baldón social extremadamente pesado al que le han agregado la mentira como sistema, y la corrupción como modo de vida. Y no podía ser de otra manera. Los huizaches no producen manzanas, ni los cardos higos. Son ajenos a su naturaleza. Así López Obrador y su ‘gabinete’; no podía esperarse de semejante troupe de anarquistas, tribus socialmente parasitarias expertas en marchas y plantones y ajenas absolutamente al trabajo nacional, que una vez en el poder cambiaran ¿cómo? Imposible.

     En cinco años de dedicarse a destruir el país y mentir a la población desinformada e indiferente al acontecer nacional presentando ante los medios (todas las mañanas y a todas horas) un México que solo existe en la mente enferma del dictador tabasqueño; la destrucción total del puerto de Acapulco provocada por el huracán Otis, les tumbó también la fachada a su farsa. Quedaron desnudos ante y delante de todos los mexicanos y la comunidad internacional.

     La “atascada” en el jeep del que cobra como presidente pero que jamás ha estado a la altura y responsabilidad del cargo según él, rumbo a Acapulco, cosa que jamás se comprobó de manera pública; ofreció a propios y extraños una postal que pasará a la historia al mostrar a un hombre inútil, incapaz de salvarse él y mucho menos a una ciudad en desgracia total (y una serie de pueblos y comunidades aledañas al puerto que también fueron destruidas, pero que de un plumazo les quitó la ayuda limitándola a Acapulco y Coyuca).

     Y si el que cobra como presidente no se paró en Acapulco, mucho menos lo hicieron las dizque gobernadora y presidenta municipal. Los únicos que sí estuvieron presentes desde el primer día fueron las bandas delincuenciales dirigiendo a la plebe saqueadora que a manera de buitres se robaron todo cuanto era de valor, incluso, hasta los cajeros de Bancos (recordandome a la turba criminal de 1789 en París, como lo narra con precisión Dickens en Historia de dos ciudades).

     No hubo en el Puerto un solo policía, guardia nacional o soldado que representara a la República, el Estado y el MunicipioLa única fuerza que se hizo presente es la que ya estaba al frente desde antes del huracán: ¡Las bandas delincuenciales!

     López Obrador además de no pararse, de no avisar, bueno, el miércoles (8/oct) declaró en su carpa mañanera que “les iba a decir que venía cañón”, pero como se le hizo muy fuerte la frase mejor no puso nada, se limitó a un tuit (pasando por alto que el 99 por ciento de los mexicanos no ve sus tuits), de manera que llegó el terrible fenómeno y destruyó la ciudad.

     A este cuadro de horror, impreparación, incapacidad e indolencia, habrá de agregarse que en su corrupción desaparecieron el FONDEN para llevarse o robarse los 300,000 millones de pesos para desastres con los que se contaba. Y como desaparecieron dicho organismo y despidieron a las personas que se habían capacitado para tales tareas, existiendo protocolos para acciones, tanto de anticipación como de intervención inmediata (para que la población afectada por este tipo de fenómenos sufriera lo menos posible), pues, hete aquí que Otis llegó y acabó con Acapulco.

     Pero no sólo acabó con la ciudad. Acabó también con decenas de miles de fuentes de empleo, con los sueños de las familias, de los empleadores, con las cadenas hoteleras (que guste o no son promotoras de ingresos y divisas, generadoras de bienestar para la población local), con los supermercados, tienditas, tortillerías, mercados y cuanta actividad existía. Cientos o miles de autos, camionetas, lanchas, yates y cuanto vehículo terrestre y marino tocó el huracán fueron destruidos.

     Por si no fuera suficiente, el tabasqueño en su maldad de siempre ha ocultado el número de muertes, agregando dolor e irritación innecesaria a los pobladores del puerto. Los otrora eficientes Cuerpos de Protección Civil brillaron por su ausencia, solo la muerte, el pillaje, la oscuridad, la sed, el hambre y las enfermedades se hicieron presentes desde el primer día sin que el gobierno en ninguno de sus niveles respondiera a semejante cuadro apocalíptico, al que se le agregó la destrucción de decenas de colonias populares que a nadie le importan todavía.

     El tirano de Macuspana, aunque por única vez en su vida respondiera, sino como presidente, siquiera como persona de bien, no lo hizo. Perdió la oportunidad de su inútil vida. De nuevo el mentiroso compulsivo, el organizador de elecciones, el líder de la banda, salió a resolver la desgracia según él. Pero la sabiduría no se trasmite por ósmosis. La silla de Palacio Nacional no le trajo nada bueno, al contrario, le quedó demasiado grande, atinando solo a dar palos de ciego y responder con mentiras y presionando a empresarios del Puerto para aparentar una restauración y tranquilidad ajenas absolutamente a la realidad.

     Colonias enteras de Acapulco están destruidas, las redes de agua potable están secas, la luz solo ha sido restablecida en la Costera (en la zona hotelera) pero la mayor parte de la ciudad permanece a oscuras, con barricadas para defenderse de las hordas de delincuentes, pues la Guardia Nacional y el Ejército ya solo se lucen en los desfiles (en los gobiernos anteriores eran actores precisos y activos en la seguridad y atención a las ciudades y zonas en desgracia).

     En Acapulco hay olor a muerte y putrefacción en la mayor parte de la ciudad, olores y amenazas de enfermedad que no se ven en las imágenes pagadas a las televisoras acomodaticias. México no necesita de gobernantes que den palos de ciego ante las necesidades y problemas sociales. Necesita de hombres y mujeres preparados, cultos, inteligentes, pero, sobre todo, con verdadera vocación de servicio, y por supuesto, de mente sana.

    

OFENSA A LOS ESCRITORES Y CREADORES

                                 

     Un reflejo de esta ópera bufa que dice gobernar nuestro país, es el otorgamiento en Bellas Artes del PREMIO NACIONAL DE ARTES Y LITERATURA a una cocinera oaxaqueña. Si se tratara de un concurso culinario o de chefs guardaría silencio. Pero, ¿qué relación tiene la literatura con una cocinera? Pobre México, en manos de pillos e ignorantes ¿qué futuro podremos tener?

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

Tiempo de lectura: 5 min

Jamás en la historia de México habíamos, no tenido, sino padecido un presidente semejante al actual, que ya es decir mucho. Padecimos a otros dos López: López de Santa Anna y López Portillo, aunque entre los más recientes podríamos agregar a Echeverría y Fox Quesada. Todos ellos parte de una galería de líderes nocivos, derrochadores y ególatras. Los más ignorantes y dañeros los sufrimos en el actual siglo: Fox y López Obrador.

     Lamentablemente el tabasqueño que como Fox resultaron mentirosos hasta la repugnancia a sus muchos defectos, taras, resentimientos, complejos e incapacidad para gobernar, le ha agregado todos estos años una conducta perversa y mañosa. A la manera de Hitler, se ha rodeado de un grupo de ineptos como él, pero expertos en el manejo mediático de mentiras y engaños (por eso la comparación con Hitler, que si bien no tiene a Goebbels, tiene a su lado a Jesús Ramírez y otros) con el fin de torcer la realidad, engañar a los incautos, y promover el adoctrinamiento.

     Como al Führer sus mentiras le han funcionado, plan perverso que, para no ser confrontado con la verdad y la realidad, con sus incapacidad y falta absoluta de resultados, contesta siempre que “el tiene otros datos”. Una ‘verdad’ alterna que, además de no ser verdad, distorsiona las mentes de los fanáticos de su secta política y de paso ha dividido a los mexicanos. Cuestión por demás grave que debe ser detenida de inmediato, pues sin unidad jamás saldríamos del caos en el que este individuo pernicioso nos ha llevado.

     Ante un problema grave, urgente y por resolver (seguridad, salud, economía, laboral, obra pública, etcétera), López Obrador resultó genio del escapismo sacando cual mago de su chistera siempre un señuelo con algún problema falso inventando por él mismo para desviar la atención de los mexicanos. La ha funcionado.

     El viejo truco del ladrón que se para y dice a la turba que le persigue «¡Al ladrón, al ladrón!» y les indica con el brazo que sigan corriendo, mientras él aprovecha para escapar; de igual manera este hombre inútil para gobernar lo ha hecho desde que inició su desgobierno. Vez tras vez desvía la atención de la opinión pública desinformada, como también a sus fanáticos seguidores (que todo le justifican, hasta los delitos y yerros más graves e inimaginables en cualquier otro tiempo) con señuelos tan ridículos y en ocasiones tan estúpidos, que cuesta trabajo entender cómo es que caen en el engaño. Pero, sobre todo, que después de más de cinco años continúen haciéndolo.

     Ciertamente la desgracia ocurrida en Acapulco por causa del huracán Otis, la que pudo, no evitarse, pero sí disminuir sus terribles daños entre la población si el gobierno de López Obrador no se hubiera robado los $ 300 mil millones del FONDEN y a tiempo hubiera implementado un plan antes de que el huracán pegara al puerto como se hacía en anteriores gobiernos— e intervenido de inmediato con ayuda de la población (seguridad, víveres, salud, agua, etcétera) lamentablemente no sucedió. Los primeros dos días ninguna autoridad de ningún nivel apareció, dejando la ciudad en manos de las hordas de salvajes comandadas por los criminales que ya desde antes tenían a la población sometida a sus cobros (de piso) y al terror de su violencia. La rapiña y la maldad se apoderaron de la ciudad agregando terror a las familias pacíficas que viven de su trabajo honesto.

     En esta ocasión el gesticulador de las mañaneras probó todo tipo de suertes y rutinas para engañar a su público cautivo, bueno, hasta un show en un jeep atascado en el lodo montó y nada le resultó esta vez. La inmensa mayoría de los medios, no se diga en las redes sociales, le dejaron tal cual: DESNUDO E INÚTIL. Tarde o temprano sucedería. Si a Hitler se le cayó su teatro, no tenía porqué permanecer firme la carpa de este inútil que se atrevió a contender y aceptar la presidencia de México (sin contar con ninguna capacidad, formación e inteligencia para tan alta responsabilidad).

    No obstante que “Otis” ha dejado desnudo al “rey del cash” (como atinadamente le calificara Elena Chávez), lo cierto es que gran parte de los medios está ayudando al tirano a evadir sus gravísimos yerros y responsabilidades ¿De qué manera? Muy sencilla. Enfocados todos en el tema de Acapulco le están pasando por alto las desgracias y desatención en que este hombre inútil tiene a todo el país.

    En síntesis: sin dejar de señalar las necesidades urgentes en Acapulco (todo el tiempo que se requiera), los medios no deben olvidar su labor de señalar al gobierno de López Obrador las matanzas, actos de corrupción, derroches, desatención a las necesidades de los mexicanos (por andar en campañas políticas fuera de tiempo), extorsiones, desapariciones, secuestros, falta de obra pública, incapacidad para transitar por miles de kilómetros en el país (controlados por los criminales) y tantas cosas que nos aquejan.

     Periódicos, televisoras, estaciones de radio y portales en la red le hacen un favor a este bulto (como dijera Angel Verdugo) que cobra como presidente, pero que nunca ha gobernado, al dejar de señalar nuestras muchas y graves necesidades. El hombre se ha limitado a gozar del poder y dar rienda suelta a su enfermiza egolatría y mente trastornada. Así que no se le debe permitir, de ninguna manera, que pretenda distraer la opinión pública con la “ayuda a Acapulco” mientras el resto del país como dijo Salinas Pliego, “se cae a pedazos”.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

Tiempo de lectura: 5 min

Nadie se envilece de la noche a la mañana. La degeneración de una persona o de una sociedad es un proceso gradual, la mayor de las veces imperceptible, poco a poco, de tal manera que cuando se cobra conciencia puede ser demasiado tarde o los daños ya han cobrado una costosa factura, casi siempre imposible de cubrir.

     En los años setenta y ochenta varios de los campesinos de la sierra de ese Estado, aduciendo pobreza comenzaron a sembrar y vender mariguana, aunque para ello, claro está, dejaron de sembrar maíz, frijol y otros productos alimenticios y necesarios (la mariguana no se come: maíz y frijol sí).

      Al final de los ochenta y con mayor intensidad en los noventa, cambiaron los cultivos por los de amapola (para la producción de heroína), degradándose los campesinos y su sociedad, toda vez que al armarse se volvieron más violentos de lo que normalmente son. Algunos, no todos, para disfrazar sus ilícitos cultivos argumentaban ser “guerrilleros”, cuando lo cierto es que eran simples gatilleros.

     Y mientras esto sucedía en gran parte de la sierra, en el bello puerto de Acapulco, sitio de recreo para algunos y de pasiones desbordadas para muchos otros, sobre todo de los capitalinos, su población se degradaba paso a paso hasta convertirse en lo que hasta hace una semana era. Una ciudad en manos de hampones tanto en el gobierno como en las calles.

     Ciudad ya de por sí corrompida con las honrosas excepciones de las personas que han mantenido su integridad y principios, en la que es más fácil adquirir drogas de todo tipo que una vacuna para niños. Puerto en el que las calles, todas, están bajo absoluto control de las bandas de criminales a las que tanto el gobierno municipal como estatal no tocan para nada.

     El dominio de los asesinos ha llegado a tal grado, que el impuesto de los criminales (cobro de piso) ha llegado incluso a las esferas más pobres de la sociedad de tal forma que taqueros, choferes, taxistas, puesteros de mercado y cuanta persona gane algo es objeto de ese impuesto ilícito, que de no pagarlo, de inmediato la persona es asesinada.

     Baste decir que la clase gobernante de Guerrero en los tres niveles política y moralmente es impresentable. No hay manera. La ‘gobernadora’ incluso está emparentada con gente de una de las bandas criminales. De las muchas que abundan y tienen aterrorizado al país.

      El problema es que en sus fechorías y vidas desbordadas se llevan a muchos inocentes que viven y se mantienen dignamente. Ciudadanos para los que la vida cotidiana se ha convertido en un martirio continuo, sin pausas ni atenuantes.

     Por si faltara algo a esta sufrida sociedad, y la no sufrida, sino agresora y opresora, llegó el huracán Otis, que de ser tormenta tropical se convirtió en pocas horas en huracán categoría 5 (los más potentes), destruyendo casi del todo la ciudad hasta dejarle en ruinas: sin luz, sin agua, sin comida y sin comunicación de ninguna especie (aérea, terrestre o telefónica).

     Como era de esperar en un país con un presidente ornamental (para no decir inútil en todo lo que tenga que ver con ayudar, construir y prosperar), que desde el año 2021 tomó los 300,000 millones del FONDEN para sus obras inútiles y compra de conciencias de sus “incondicionales” (además, claro está, de fomentar como nunca la corrupción), no había dinero para atender de inmediato semejante emergencia.

    De hecho, son tan inútiles las autoridades en los tres órdenes de gobierno (FEDERAL, ESTATAL y MUNICIPAL) que al día siguiente del huracán nadie apareció en Acapulco. ¡Nadie! La población quedó sin líderes, desorientada, sola, sin nadie que le hablara y coordinara las tareas de auxilio, de proveer tanto refugios como auxilio médico y comida para los cientos de miles de afectados y, obviamente, los miles de turistas que quedaron atrapados. NADIE ESTUVO DEL GOBIERNO.

     Así que, al sentirse solos, sin gobierno, la turba, de por sí ya contaminada a causa del ambiente que se vive en la ciudad, dejaron salir sus instintos salvajes y se lanzaron a los supermercados y tiendas departamentales al saqueo y la rapiña.

     No por comida, que sin justificar, se hubiera entendido (pues no había despensas ni nadie que les diera algo para comer). ¡No, como fieras tras la presa se lanzaron sobre las pantallas televisivas, aparatos eléctricos de todo tipo, muebles, colchones y cuánta cosa de valor quisieron y se robaron sin que autoridad alguna les estorbara, firmando así la rúbrica del imperio del caos!

     Un imperio que de no poner un alto a través del orden, del estado de derecho y el retorno a la democracia, los inútiles que cobran por dizque ‘gobernar’ nos dejarán totalmente en las manos de los criminales. Tenemos ante nosotros las elecciones del 2024 una última oportunidad para recobrar la vida republicana, la división de poderes, y la democracia. Democracia que esta banda de falaces e improvisados se ha empeñado en destruir día con día desde el 1º de diciembre de 2018.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

Tiempo de lectura: 4 min

Pocos se hubieran imaginado el grado de maldad e insania mental de López Obrador. Su capacidad de mentir y destruir todo lo que le estorba a su mente perturbada carece de límites. No los conoce ni los admite. La ley le estorba, los otros poderes también, aborrece el estado de derecho. En su locura manifiesta actúa como monarca absolutista por esa misma razón se fue a vivir a Palacio Nacional; capricho que nos cuesta a los mexicanos 6 millones de pesos cada mes (El Sol de México, 11/May/2020)— lo cual él mismo se cree. Su postura y acciones cotidianas muestran al loco. Un loco peligroso y absolutamente dañino para México.

     En su discurso inicial en un salón frente a la Alameda Central de la capital, Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia mostrándose ante todos los mexicanos como lo que no ha sido. Ese día a la manera del Dr. Jekyll de Stevenson se comportó como un verdadero demócrata y defensor impecable de la ley, los poderes y las Instituciones públicas.

     Para desgracia de los mexicanos y de México, apenas comenzó a tomar decisiones y apareció el Mr. Hyde en Palacio Nacional, solo que en la novela de Stevenson el personaje central se transformaba por breves períodos para luego retornar a la normalidad.

     En el caso del tabasqueño no ha sido así. El que cobra como presidente de la República (cada vez más dañada y a punto del caos e ingobernabilidad) se fue transformando en un horrendo monstruo sin volver jamás a la normalidad de aquella noche que habló como demócrata.

      Es obvio que alguien le escribió el discurso, pues nadie se transforma en otra persona de la noche a la mañana. Queda claro que López Obrador ha mostrado síntomas desde hace años de insania mental, pero no al grado que se encuentra en la actualidad. De aquel que leyó el discurso, al que madruga todas las mañanas para destruir el País y ofender a los mexicanos que le critican o no están de acuerdo con sus mentiras, derroches y caos por el provocado (y cada vez mayor) hay un abismo de distancia. Abismo que a estas alturas del sexenio resulta imposible superar. El tiempo se acabó.

     Siempre simulando y mintiendo, no hay día que no destruya algo, engañando a los seguidores de su secta —que por conveniencia económica y política le obedecen y aplauden en automático— con argumentos siempre falsos y manipuladores, utilizando como lobo rapaz el disfraz del combate a la corrupción para devorar ovejas que simbolizan la vida democrática (Instituciones públicas, Fideicomisos, Estado de derecho, etcétera).

    Es del conocimiento de muchos mexicanos, no de todos, pues hay un sector que no quiere darse cuenta de lo que sucede en el País (pero que le afecta y de no participar lo afectará con gravedad jamás contemplada) que en estos días el tabasqueño, ya fuera de todo control, ha emprendido un ataque en contra, primero de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, muy en particular contra la presidente Norma Piña. Ataques que ya se extendieron a todo el Poder Judicial.

     El hombre de Palacio, como todo manipulador y demagogo tiene dos varas para medirEn sus ataques contra la SCJN, pero sobre todo contra su Presidente (con mayúscula), la referida Ministra Norma Piña Hernández, ha utilizado bandas de agitadores y golpeadores para atacarles de una y mil formas. De hecho, colocó un plantón de golpeadores deslenguados afuera del edificio cuyos ataques y ofensas cotidianas contra la Corte y sus integrantes (debido a la villanía y absoluta falta de respeto contra los integrantes de ese Poder) debieron ser detenidos y de ser el caso consignados a la autoridad capitalina correspondiente. No sucedió así. Impunidad total. No hay granaderos para ellos, según la 4-T ya no existen.

    Pero como el dictador tiene dos varas, ya se dijo, las actuales manifestaciones de los funcionarios y empleados del Poder Judicial Federal (a los que el Tirano les ha robado 13 Fideicomisos con dinero de ellos mismos) han sido reprimidas precisamente por los granaderos (con suma fiereza y agresividad) ¿Pues no que ya no existían, aseguraba la hoy candidata Claudia Sheinbaum? En los ataques contra la Suprema Corte, no ha habido granaderos contra los vándalos enviados por la secta de la 4-T y/o MORENA.

     Son manifestaciones organizadas por abogados (muchos de ellos con posgrado) que integran ese Poder, ofendidos todos los días por el desquiciado de Palacio Nacional, pero que están siendo reprimidos por el gobierno de López Obrador. Habrá de decirse que el Poder Judicial Federal se integra por abogados muy capacitados en las distintas ramas del derecho, de manera que la propuesta de AMLO de nombrar ministros y jueces por voto popular no es otra cosa que un disparate. Una estupidez monumental expresada por una persona que no sabe lo que dice. Que no tiene una idea de lo que está hablando.

     Y para que no queden dudas a nadie, al momento de escribir este artículo estaban por reunirse con el dictador, sus pares de Venezuela, Cuba y Haití en Palenque, Chiapas. Reunión jamás vista en México y que solo presagia males para el nuestro y los países que padecen a estos monstruos (así como para toda la región).

      Además, aumentar la deuda pública en un 38 por ciento para el año 2024 no solamente es criminal (que pagarían nuestros hijos, nietos y bisnietos). Debe ser causa para revocarle el poder y quitar a la bola de diputados y senadores que usurpan el cargo. Diputados y senadores son constitucionalmente los representantes de los ciudadanos, es decir, el pueblo mexicano; y estos lacayos del dictador no representan a nadie. Solo son simples empleados del Tirano. Un dictador demencial dispuesto a destruirlo todo (nunca ha trabajado en nada, ni aportado nada al País que no sea destrucción). La Constitución es el camino y la fuerza para volver al orden.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

Tiempo de lectura: 5 min
Page 10 of 146« First...9101112203040...Last »