LA MEMORIA COMO DOCUMENTO PÚBLICO (PRESENTACIÓN DE NUEVO LIBRO)
Una de las mayores preocupaciones para los sobrevivientes de los campos de exterminio nazi, era que el mundo entero se enterara de las atrocidades y horrores cometidos por el gobierno y las tropas alemanas, que no se olvidaran sus incontables sufrimientos y semejante barbarie infernal. El principal activo en esta tarea fue la memoria, tarea no fácil para las personas descuidadas o superficiales.
Gracias en primer orden a los miles de testimonios por escrito que dejaron aquellos que tuvieron la bendición de salir vivos de los campos de concentración (Auschwitz, Birkenau, Chelmno, Sobibor, Treblinka, Majdanek, Dachau, Buchenwald, Belzec, etc.) es que la humanidad se pudo enterar en detalle de las atrocidades y crímenes cometidos por aquellos monstruos con apariencia humana. Tarea a la que si se le agrega un poco más de lecturas y se toma el tiempo para conocer las acusaciones contra los criminales de guerra nazis presentadas por los fiscales durante loe juicios de Nuremberg; se tiene una idea más precisa de los motivos de aquellos demonios uniformados capaces de asesinar sin piedad ni remordimiento a decenas de millones de personas.
Cierto, la vida en sí no es fácil, la mayoría de las personas se enfrentan durante su tránsito terrenal a varias o muchas etapas difíciles, y en todas, la memoria juega un papel crucial pues no solamente aporta experiencia y enseñanzas que ayudan, ya sea para evitar o aminorar daños, incluso para sobrevivir, como también para dejar constancia.
La historia entonces es parte de esa memoria colectiva. Maestra obligada para pueblos, regiones, y naciones, en la que el repaso de los hechos nos puede evitar repetir los yerros del ayer, de caer en los vicios o conductas de diversa índole que tanto daño ocasionaron.
De ahí la necesidad e importancia de dejar por escrito los sucesos del ayer con la intención de que puedan ser útiles en el hoy o en el mañana, en lo individual o en lo colectivo. Hay textos que se limitan al mero ámbito personal y así se les debe considerar. No obstante, no pocos de estos textos poseen o narran desde la visión personal hechos colectivos de una sociedad que nos incumben a muchos, ya sea por los sucesos narrados, ya sea por las reflexiones que los tales dejaron para beneficio o advertencia de la colectividad en el futuro.
Nuestro país posee un rico acervo de memorias personales que con el paso del tiempo se han convertido en valiosos documentos públicos. Vienen a la mente las “Memorias de mis Tiempos”, de Guillermo Prieto, “Los Bandidos de Río Frío” de Manuel Payno, “Visión de Anáhuac”, de Alfonso Reyes, “Memorias de España”, de Elena Garro (durante la guerra civil), sin olvidar los textos de mexicanos excepcionales, como es el caso de Fray Servando Teresa de Mier, José Joaquín Fernández de Lizardi, Francisco Zarco, Vicente Riva Palacio, y tantos, y tantos más.
Al cerrar el siglo veinte, presenté en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, mi libro “MEDIO SIGLO; VIVENCIAS Y TESTIMONIOS” (diciembre del año 1999). Un texto en el que dejé por escrito los hechos vistos desde mi propia experiencia y óptica a partir de mi nacimiento (1950) en el populoso barrio de San Juan de Dios en esta ciudad de Guadalajara, mi entorno, educación, ciudad, Estado, País, así como aquellas vivencias personales y hechos públicos de los que fui testigo de época (Movimiento estudiantil de 1968, las Olimpiadas, el Movimiento estudiantil aquí en Guadalajara en el año 1970, al igual que diversos hechos que de alguna forma nos atañen a todos y, otros, como ya señalé, que aunque son del orden estrictamente personal pueden resultar útiles también, pues no podemos olvidar que somos seres gregarios y nuestros hechos o inacciones pueden ayudar o perjudicar a otros. No debemos desatender de que el hombre tiende a imitar o a experimentar en el otro, sea en lo positivo o en lo negativo.
PRESENTACIÓN NUEVO LIBRO
Bajo esta misma visión he escrito y publicado un nuevo libro titulado “PENSAMIENTOS Y VIVENCIAS EN EL ATARDECER DE MI VIDA”, el cual recoge hechos vistos o analizados por quien lo escribe, así como vivencias y reflexiones personales a partir del año 2000 y hasta el año 2023. En doce capítulos, y entendido de que ya no se lee tanto como antes, en 200 páginas dejo mi visión de las cosas, incluyendo, claro está, la terrible situación política, social y de violencia que padece México. El libro se presenta el próximo jueves 7 de diciembre, a las 7:00 p.m., en Casa Zuno de la Universidad de Guadalajara (Av. Unión No. 226). Me dará mucho gusto la presencia de mis amigos y lectores que decidan acompañarme.
¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!
EL PAÍS EN CAOS Y EL GOBIERNO EN CAMPAÑAS
No podía ser de otra manera. Una banda de anarquistas resentidos, envidiosos de los logros y esfuerzo de los otros era imposible que condujeran al país por el rumbo correcto, ¿cómo? La legalidad y el orden nunca les han gustado, el trabajo creativo y productivo es ajeno a su forma de vida, como también les resultan ajenas las visiones de grandeza de un país, el buscar a los mejores para lograrlo, y unirse con todos los sectores para trabajar juntos.
Lo suyo es el desmadre, las manifestaciones, las pintas, las quemas de camiones, golpear a los débiles en las aulas, en los campus y en las calles. En suma: criticar a los que trabajan y construyen el país, mientras que ellos (MORENA, huestes y aliados) se han dedicado a criticar a los gobiernos del pasado, sin más autoridad moral que su larga lengua, como atacar desde el poder todos los días a periodistas, escritores y cuanta persona o grupo les señale su incapacidad, mentiras, yerros, e inacciones.
Lengua mentirosa con la que su líder logró engañar a varios millones de votantes alcanzando así (por fin) la presidencia en el año 2018. Fecha infausta para México. Inicio de un rapidísimo período de destrucción en la que un hombre ignorante, loco y resentido se ha dedicado a destruir todo cuanto toca (México está tambaleante).
Hombre engreído y blasfemo que creyéndose “dios”, así, con minúscula, cree absurdamente en su delirio que por decir se hacen las cosas. Dijo que nuestro sistema nacional de salud sería como el de Dinamarca, y en días recientes, elevó su mentira y dijo que “mejor que Dinamarca”, cuando solo lo ha deteriorado en forma grave y quizá esté igual o peor que el de Haití.
En seis meses, aseguró en 2018 al asumir la presidencia, que acabaría con la violencia y la inseguridad. Su propuesta resultó tan estúpida como previsible «¡abrazos, no balazos!» de manera que los muertos suman más de 230 mil en los cinco años de su desgobierno (170 mil contabilizados por el propio gobierno y más de 60,000 clasificados como ‘desaparecidos’ pero que han sido asesinados y enterrados de manera clandestina o partidos en trozos).
Grandes zonas del país son ya territorios dominados por las bandas criminales en el amplio sentido de la palabra, y el dictador ni se inmuta. No le importa en absoluto la suerte y destino de sus aterrorizados habitantes. Para poner en claro las cosas un ejemplo: La parte norte de los Altos en el Estado de Jalisco, entiéndase el triángulo formado por las poblaciones de Teocaltiche, Encarnación de Díaz y Lagos de Moreno están bajo dominio absoluto de los asesinos.
Aunque haya algunas fuerzas del gobierno presentes, son mero adorno, blasón ignominioso de su incapacidad (y complicidad) pues no garantizan a los ciudadanos ninguna protección en ningún sentido. Sus casas, negocios, tierras, vehículos y bienes adquiridos por generaciones son quitados de sus manos en el momento de que a algún malnacido se le antojen.
Peor todavía: que sus hijas o esposas sean violadas por estos demonios con apariencia de seres humanos y sus hijos arrebatados por la leva criminal, y de negarse, son asesinados sin piedad y sin gobierno alguno que haga justicia a las familias agraviadas. No los hay, ni federal, ni estatal, ni municipal. De hecho muchos municipios son controlados por los criminales, así como la mayoría de los Estados del Pacífico y algunos en el Golfo de México (Veracruz, Tamaulipas, por señalar algunos). Cuadro representativo del país cuyo caos en casi todos los órdenes no importa en absoluto al gobierno de López Obrador y los suyos. A su secta pseudo política.
Lo único que le importa al orate de Palacio Nacional es organizar elecciones, pero sobre todo, ganarlas. Su carencia total para reconocer y resolver los problemas nacionales, es contraria radicalmente a sus mañas y trampas para intentar ganar las elecciones en turno.
Tal parece que el haber perdido las elecciones de 2006 y 2012, aumentó la locura del tabasqueño, que como fijación mental solo piensa y tiene tiempo para organizar la siguiente contienda electoral. De hecho, las elecciones para el 2024 las tiene preparando desde el 2019. Su charla y acciones siempre van en ese sentido, aunque para ello haya desentendido del todo los problemas nacionales.
Para desgracia de México el tirano no está solo, las bandas de ambiciosos e inútiles que le siguen (decirles funcionarios y políticos es asignarles un papel social que les ha quedado demasiado grande y cuyo rol no han desempeñado) le han entrado con gusto y desenfado total al juego eterno de las elecciones.
Acapulco destruido y nadie del gobierno se para, y si el de Macuspana acude al puerto, aterriza dentro de la zona naval o se sube a algún barco de la Armada. Además, se tiene que decir, que antes de Otis, Acapulco ya había sido arrasado por otro huracán que ya había cobrado miles de vidas y apoderado del trabajo de cientos de miles de sus habitantes. Es decir, por la fauna criminal. Fauna asesina y opresora de la que nadie habla y el gobierno no la ha mencionado en absoluto, pero que de no someterla, encarcelarla y enjuiciarla, la pretendida “reparación” de Acapulco será una simple y costosísima simulación. Un acto de gatopardismo.
El pueblo mexicano, es decir, los ciudadanos de todos los Estados y de todas las clases sociales e ideologías debe abrir los ojos. El destino de México está de por medio y esta banda de ambiciosos e incapaces está hundiendo al país en la pobreza y el caos, sin más acciones a la vista que entretenerse dilapidando los dineros de los mexicanos en elecciones interminables en las que hordas de habladores, rufianes e improvisados pretenden heredar los cargos para continuar esquilmando (y arrebatarnos para siempre el futuro).
¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!
Email: mahergo1950@gmail.com
¿QUÉ SOCIEDAD ES ESTA?
En los años sesenta hubo una película titulada “El mundo está loco, loco, loco”; una comedia dedicada a criticar las costumbres frívolas de la época, que si se comparan con las actuales, además de resultar recatadas, una película para describir la actuales, la palabra desahuciado se repetiría tres veces.
Algunos ejemplos: el día 13 de los corrientes, López Obrador cumplió 70 años, lo que no fue impedimento para que dos o tres días antes, durante una gira por Baja California Sur, se atreviera a besar en la boca (y por la fuerza) a la diputada federal Julieta Ramírez Padilla delante de las cámaras y la multitud presente.
Las grandes televisoras y diarios nacionales guardaron silencio, han dejado de criticar sus yerros, inacciones, derroches, pero sobre todo, su incapacidad para gobernar y sumir al país en la peor crisis en más de un siglo (no considerando obviamente la etapa de la Revolución). Por un beso semejante, Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol fue destituido del cargo, mientras que en México el hombre que cobra como presidente, pero que actúa como galán otoñal de telenovela y actor (por cierto pésimo) ni siquiera fue tocado por los medios grandes. Solo los locales y canales en youtube lo hicieron público.
Lunes 13 de noviembre en la noche, en la televisora Canal 40 pasan 7 anuncios políticos seguidos, todos, claro está, pagados con dinero de los mexicanos. Pero eso sí, no hay dinero para los enfermos de cáncer (niños y adultos) quienes en su desesperación tuvieron que cerrar un ingreso a la terminal del aeropuerto de la ciudad de México para ser vistos y escuchados.
Miércoles 15, el reyezuelo de opereta propone tres mujeres para que una sea nombrada ministra de la Suprema Corte de Justicia. El problema no es que sean mujeres, no. El problema de fondo es que todas ellas carecen de carrera judicial, es decir, de la indispensable experiencia ¿Cómo podrían impartir justicia en la instancia más alta del país si ni siquiera entienden semejante responsabilidad? Eso por un lado. Por el otro, se trata de tres empleadas incondicionales de AMLO, lo que de antemano les impide aspirar para el cargo.
También el lunes 13, entre tantas desgracias que laceran este país, asesinan a 91 personas y los medios nacionales guardan total silencio, mientras que en Aguascalientes un crimen pasional entre pervertidos (uno de ellos magistrado electoral —así, con o, no con e, no existe en la Constitución—) ocupó las páginas de todos los diarios y la nota principal de las televisoras por la noche ¿Los otros 89 mexicanos asesinados no valían nada, socialmente eran irrelevantes? ¿Sus vidas no significaban nada para sus familias, amigos, sociedad, gobierno y país?
A tal grado llegó el extravío que los mismos medios clamaban airados por justicia. Ante semejante estupidez cabe preguntarse… ¿Cómo se atrevieron esos medios a pedir ‘justicia’, cuando ellos mismo publicaron en sus notas que el otro pervertido con el que vivía fue el que lo asesinó y en seguida se suicidó? ¿Querían resucitarlo para luego meterlo a la cárcel?
Cómo no alarmarse por la situación de México, cuando la clase política (mucha de ésta, simple fauna nociva, ignorante y mega ambiciosa) en lugar de actuar y hacer actuar al tabasqueño para que haga valer la ley y el estado de derecho, ni se inmuta ante todas las desgracias que ocurren a diario. Tan solo en octubre fueron secuestradas 192 personas en el país (cifra proporcionada por Alto al Secuestro), mientras que los políticos andan perdidos en sus inútiles y onerosas campañas.
Sociedad extraña es esta, cuando sale en masa a recibir una marioneta gigante que según eso promueve la paz y ayuda a los migrantes; en lugar de exigir a sus gobernantes en los tres niveles que lo hagan, que trabajen, que cumplan con sus deberes. En cualquier país democráticamente maduro, tanto el presidente, como varios gobernadores y presidentes municipales ya hubieran caído. Son tan costosos, como inútiles y ornamentales.
A tal extremo ha llegado esto, que el dictador tabasqueño no se ha atrevido a visitar a los acapulqueños, y a los narcos de Badiraguato es la sexta ocasión que lo hace (un día antes de partir para su reunión en San Francisco, ¿extraña señal, no cree usted?).
Aunque por todos lados las cosas parecen estar haciéndose al revés. Gana más un inútil diputado (federal o local) —son pocos los que se salvan de esta clasificación— que un científico o investigador. De hecho, el actual anti gobierno ha atacado con todo su poder la ciencia, la tecnología, la educación, la salud y todo aquello que traiga progreso y bienestar para los mexicanos. El bienestar es un simple slogan político (utilizado incluso en costales de Segalmex repletos de metanfetaminas llevados a Hong Kong).
País desahuciado es este, en el que quien reclama el papel de víctima es el individuo que cobra como presidente, y a las víctimas (que son más de un millón si se considera los pueblos y comunidades de la costa y sierra de Guerrero afectados gravemente por el huracán Otis) las quiere convertir en sus victimarios ¡Ver para creer!
¿Qué nos pasó? ¿Qué hicimos o estamos haciendo mal que lejos de mejorar nos estamos hundiendo? Es tiempo se hacer un alto, de que todas las voces conscientes de la situación se levanten y digan hasta aquí. Ciertamente las elecciones del 2024 son una buena oportunidad para retomar el rumbo, sin embargo, se tiene que admitir que el problema es todavía mayor que un cambio de gobierno. Estamos haciendo mal muchas cosas y urge detenernos a poner orden y las cosas en claro. Disimular lo que sucede lo único que nos ha ocasionado es hundirnos más ¿O usted qué considera estimado lector?
¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!
Email: mahergo1950@gmail.com
PALOS DE CIEGO E INDOLENCIA EN LA RECONSTRUCCIÓN
El sello del actual régimen en México es la incapacidad: baldón social extremadamente pesado al que le han agregado la mentira como sistema, y la corrupción como modo de vida. Y no podía ser de otra manera. Los huizaches no producen manzanas, ni los cardos higos. Son ajenos a su naturaleza. Así López Obrador y su ‘gabinete’; no podía esperarse de semejante troupe de anarquistas, tribus socialmente parasitarias expertas en marchas y plantones y ajenas absolutamente al trabajo nacional, que una vez en el poder cambiaran ¿cómo? Imposible.
En cinco años de dedicarse a destruir el país y mentir a la población desinformada e indiferente al acontecer nacional presentando ante los medios (todas las mañanas y a todas horas) un México que solo existe en la mente enferma del dictador tabasqueño; la destrucción total del puerto de Acapulco provocada por el huracán Otis, les tumbó también la fachada a su farsa. Quedaron desnudos ante y delante de todos los mexicanos y la comunidad internacional.
La “atascada” en el jeep del que cobra como presidente —pero que jamás ha estado a la altura y responsabilidad del cargo— según él, rumbo a Acapulco, cosa que jamás se comprobó de manera pública; ofreció a propios y extraños una postal que pasará a la historia al mostrar a un hombre inútil, incapaz de salvarse él y mucho menos a una ciudad en desgracia total (y una serie de pueblos y comunidades aledañas al puerto que también fueron destruidas, pero que de un plumazo les quitó la ayuda limitándola a Acapulco y Coyuca).
Y si el que cobra como presidente no se paró en Acapulco, mucho menos lo hicieron las dizque gobernadora y presidenta municipal. Los únicos que sí estuvieron presentes desde el primer día fueron las bandas delincuenciales dirigiendo a la plebe saqueadora que a manera de buitres se robaron todo cuanto era de valor, incluso, hasta los cajeros de Bancos (recordandome a la turba criminal de 1789 en París, como lo narra con precisión Dickens en Historia de dos ciudades).
No hubo en el Puerto un solo policía, guardia nacional o soldado que representara a la República, el Estado y el Municipio. La única fuerza que se hizo presente es la que ya estaba al frente desde antes del huracán: ¡Las bandas delincuenciales!
López Obrador además de no pararse, de no avisar, bueno, el miércoles (8/oct) declaró en su carpa mañanera que “les iba a decir que venía cañón”, pero como se le hizo muy fuerte la frase mejor no puso nada, se limitó a un tuit (pasando por alto que el 99 por ciento de los mexicanos no ve sus tuits), de manera que llegó el terrible fenómeno y destruyó la ciudad.
A este cuadro de horror, impreparación, incapacidad e indolencia, habrá de agregarse que en su corrupción desaparecieron el FONDEN para llevarse o robarse los 300,000 millones de pesos para desastres con los que se contaba. Y como desaparecieron dicho organismo y despidieron a las personas que se habían capacitado para tales tareas, existiendo protocolos para acciones, tanto de anticipación como de intervención inmediata (para que la población afectada por este tipo de fenómenos sufriera lo menos posible), pues, hete aquí que Otis llegó y acabó con Acapulco.
Pero no sólo acabó con la ciudad. Acabó también con decenas de miles de fuentes de empleo, con los sueños de las familias, de los empleadores, con las cadenas hoteleras (que guste o no son promotoras de ingresos y divisas, generadoras de bienestar para la población local), con los supermercados, tienditas, tortillerías, mercados y cuanta actividad existía. Cientos o miles de autos, camionetas, lanchas, yates y cuanto vehículo terrestre y marino tocó el huracán fueron destruidos.
Por si no fuera suficiente, el tabasqueño en su maldad de siempre ha ocultado el número de muertes, agregando dolor e irritación innecesaria a los pobladores del puerto. Los otrora eficientes Cuerpos de Protección Civil brillaron por su ausencia, solo la muerte, el pillaje, la oscuridad, la sed, el hambre y las enfermedades se hicieron presentes desde el primer día sin que el gobierno en ninguno de sus niveles respondiera a semejante cuadro apocalíptico, al que se le agregó la destrucción de decenas de colonias populares que a nadie le importan todavía.
El tirano de Macuspana, aunque por única vez en su vida respondiera, sino como presidente, siquiera como persona de bien, no lo hizo. Perdió la oportunidad de su inútil vida. De nuevo el mentiroso compulsivo, el organizador de elecciones, el líder de la banda, salió a resolver la desgracia según él. Pero la sabiduría no se trasmite por ósmosis. La silla de Palacio Nacional no le trajo nada bueno, al contrario, le quedó demasiado grande, atinando solo a dar palos de ciego y responder con mentiras y presionando a empresarios del Puerto para aparentar una restauración y tranquilidad ajenas absolutamente a la realidad.
Colonias enteras de Acapulco están destruidas, las redes de agua potable están secas, la luz solo ha sido restablecida en la Costera (en la zona hotelera) pero la mayor parte de la ciudad permanece a oscuras, con barricadas para defenderse de las hordas de delincuentes, pues la Guardia Nacional y el Ejército ya solo se lucen en los desfiles (en los gobiernos anteriores eran actores precisos y activos en la seguridad y atención a las ciudades y zonas en desgracia).
En Acapulco hay olor a muerte y putrefacción en la mayor parte de la ciudad, olores y amenazas de enfermedad que no se ven en las imágenes pagadas a las televisoras acomodaticias. México no necesita de gobernantes que den palos de ciego ante las necesidades y problemas sociales. Necesita de hombres y mujeres preparados, cultos, inteligentes, pero, sobre todo, con verdadera vocación de servicio, y por supuesto, de mente sana.
OFENSA A LOS ESCRITORES Y CREADORES
Un reflejo de esta ópera bufa que dice gobernar nuestro país, es el otorgamiento en Bellas Artes del PREMIO NACIONAL DE ARTES Y LITERATURA a una cocinera oaxaqueña. Si se tratara de un concurso culinario o de chefs guardaría silencio. Pero, ¿qué relación tiene la literatura con una cocinera? Pobre México, en manos de pillos e ignorantes ¿qué futuro podremos tener?
¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!
Email: mahergo1950@gmail.com
ACAPULCO: DE LA DESGRACIA A DISTRACTOR
Jamás en la historia de México habíamos, no tenido, sino padecido un presidente semejante al actual, que ya es decir mucho. Padecimos a otros dos López: López de Santa Anna y López Portillo, aunque entre los más recientes podríamos agregar a Echeverría y Fox Quesada. Todos ellos parte de una galería de líderes nocivos, derrochadores y ególatras. Los más ignorantes y dañeros los sufrimos en el actual siglo: Fox y López Obrador.
Lamentablemente el tabasqueño —que como Fox resultaron mentirosos hasta la repugnancia— a sus muchos defectos, taras, resentimientos, complejos e incapacidad para gobernar, le ha agregado todos estos años una conducta perversa y mañosa. A la manera de Hitler, se ha rodeado de un grupo de ineptos como él, pero expertos en el manejo mediático de mentiras y engaños (por eso la comparación con Hitler, que si bien no tiene a Goebbels, tiene a su lado a Jesús Ramírez y otros) con el fin de torcer la realidad, engañar a los incautos, y promover el adoctrinamiento.
Como al Führer sus mentiras le han funcionado, plan perverso que, para no ser confrontado con la verdad y la realidad, con sus incapacidad y falta absoluta de resultados, contesta siempre que “el tiene otros datos”. Una ‘verdad’ alterna que, además de no ser verdad, distorsiona las mentes de los fanáticos de su secta política y de paso ha dividido a los mexicanos. Cuestión por demás grave que debe ser detenida de inmediato, pues sin unidad jamás saldríamos del caos en el que este individuo pernicioso nos ha llevado.
Ante un problema grave, urgente y por resolver (seguridad, salud, economía, laboral, obra pública, etcétera), López Obrador resultó genio del escapismo sacando cual mago de su chistera siempre un señuelo con algún problema falso inventando por él mismo para desviar la atención de los mexicanos. La ha funcionado.
El viejo truco del ladrón que se para y dice a la turba que le persigue «¡Al ladrón, al ladrón!» y les indica con el brazo que sigan corriendo, mientras él aprovecha para escapar; de igual manera este hombre inútil para gobernar lo ha hecho desde que inició su desgobierno. Vez tras vez desvía la atención de la opinión pública desinformada, como también a sus fanáticos seguidores (que todo le justifican, hasta los delitos y yerros más graves e inimaginables en cualquier otro tiempo) con señuelos tan ridículos y en ocasiones tan estúpidos, que cuesta trabajo entender cómo es que caen en el engaño. Pero, sobre todo, que después de más de cinco años continúen haciéndolo.
Ciertamente la desgracia ocurrida en Acapulco por causa del huracán Otis, la que pudo, no evitarse, pero sí disminuir sus terribles daños entre la población si el gobierno de López Obrador no se hubiera robado los $ 300 mil millones del FONDEN y a tiempo hubiera implementado un plan antes de que el huracán pegara al puerto —como se hacía en anteriores gobiernos— e intervenido de inmediato con ayuda de la población (seguridad, víveres, salud, agua, etcétera) lamentablemente no sucedió. Los primeros dos días ninguna autoridad de ningún nivel apareció, dejando la ciudad en manos de las hordas de salvajes comandadas por los criminales que ya desde antes tenían a la población sometida a sus cobros (de piso) y al terror de su violencia. La rapiña y la maldad se apoderaron de la ciudad agregando terror a las familias pacíficas que viven de su trabajo honesto.
En esta ocasión el gesticulador de las mañaneras probó todo tipo de suertes y rutinas para engañar a su público cautivo, bueno, hasta un show en un jeep atascado en el lodo montó y nada le resultó esta vez. La inmensa mayoría de los medios, no se diga en las redes sociales, le dejaron tal cual: DESNUDO E INÚTIL. Tarde o temprano sucedería. Si a Hitler se le cayó su teatro, no tenía porqué permanecer firme la carpa de este inútil que se atrevió a contender y aceptar la presidencia de México (sin contar con ninguna capacidad, formación e inteligencia para tan alta responsabilidad).
No obstante que “Otis” ha dejado desnudo al “rey del cash” (como atinadamente le calificara Elena Chávez), lo cierto es que gran parte de los medios está ayudando al tirano a evadir sus gravísimos yerros y responsabilidades ¿De qué manera? Muy sencilla. Enfocados todos en el tema de Acapulco le están pasando por alto las desgracias y desatención en que este hombre inútil tiene a todo el país.
En síntesis: sin dejar de señalar las necesidades urgentes en Acapulco (todo el tiempo que se requiera), los medios no deben olvidar su labor de señalar al gobierno de López Obrador las matanzas, actos de corrupción, derroches, desatención a las necesidades de los mexicanos (por andar en campañas políticas fuera de tiempo), extorsiones, desapariciones, secuestros, falta de obra pública, incapacidad para transitar por miles de kilómetros en el país (controlados por los criminales) y tantas cosas que nos aquejan.
Periódicos, televisoras, estaciones de radio y portales en la red le hacen un favor a este bulto (como dijera Angel Verdugo) —que cobra como presidente, pero que nunca ha gobernado—, al dejar de señalar nuestras muchas y graves necesidades. El hombre se ha limitado a gozar del poder y dar rienda suelta a su enfermiza egolatría y mente trastornada. Así que no se le debe permitir, de ninguna manera, que pretenda distraer la opinión pública con la “ayuda a Acapulco” mientras el resto del país como dijo Salinas Pliego, “se cae a pedazos”.
¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!
Email: mahergo1950@gmail.com
OTIS: PUNTILLA PARA GUERRERO Y ADVERTENCIA PARA MÉXICO
Nadie se envilece de la noche a la mañana. La degeneración de una persona o de una sociedad es un proceso gradual, la mayor de las veces imperceptible, poco a poco, de tal manera que cuando se cobra conciencia puede ser demasiado tarde o los daños ya han cobrado una costosa factura, casi siempre imposible de cubrir.
En los años setenta y ochenta varios de los campesinos de la sierra de ese Estado, aduciendo pobreza comenzaron a sembrar y vender mariguana, aunque para ello, claro está, dejaron de sembrar maíz, frijol y otros productos alimenticios y necesarios (la mariguana no se come: maíz y frijol sí).
Al final de los ochenta y con mayor intensidad en los noventa, cambiaron los cultivos por los de amapola (para la producción de heroína), degradándose los campesinos y su sociedad, toda vez que al armarse se volvieron más violentos de lo que normalmente son. Algunos, no todos, para disfrazar sus ilícitos cultivos argumentaban ser “guerrilleros”, cuando lo cierto es que eran simples gatilleros.
Y mientras esto sucedía en gran parte de la sierra, en el bello puerto de Acapulco, sitio de recreo para algunos y de pasiones desbordadas para muchos otros, sobre todo de los capitalinos, su población se degradaba paso a paso hasta convertirse en lo que hasta hace una semana era. Una ciudad en manos de hampones tanto en el gobierno como en las calles.
Ciudad ya de por sí corrompida —con las honrosas excepciones de las personas que han mantenido su integridad y principios—, en la que es más fácil adquirir drogas de todo tipo que una vacuna para niños. Puerto en el que las calles, todas, están bajo absoluto control de las bandas de criminales a las que tanto el gobierno municipal como estatal no tocan para nada.
El dominio de los asesinos ha llegado a tal grado, que el impuesto de los criminales (cobro de piso) ha llegado incluso a las esferas más pobres de la sociedad de tal forma que taqueros, choferes, taxistas, puesteros de mercado y cuanta persona gane algo es objeto de ese impuesto ilícito, que de no pagarlo, de inmediato la persona es asesinada.
Baste decir que la clase gobernante de Guerrero en los tres niveles política y moralmente es impresentable. No hay manera. La ‘gobernadora’ incluso está emparentada con gente de una de las bandas criminales. De las muchas que abundan y tienen aterrorizado al país.
El problema es que en sus fechorías y vidas desbordadas se llevan a muchos inocentes que viven y se mantienen dignamente. Ciudadanos para los que la vida cotidiana se ha convertido en un martirio continuo, sin pausas ni atenuantes.
Por si faltara algo a esta sufrida sociedad, y la no sufrida, sino agresora y opresora, llegó el huracán Otis, que de ser tormenta tropical se convirtió en pocas horas en huracán categoría 5 (los más potentes), destruyendo casi del todo la ciudad hasta dejarle en ruinas: sin luz, sin agua, sin comida y sin comunicación de ninguna especie (aérea, terrestre o telefónica).
Como era de esperar en un país con un presidente ornamental (para no decir inútil en todo lo que tenga que ver con ayudar, construir y prosperar), que desde el año 2021 tomó los 300,000 millones del FONDEN para sus obras inútiles y compra de conciencias de sus “incondicionales” (además, claro está, de fomentar como nunca la corrupción), no había dinero para atender de inmediato semejante emergencia.
De hecho, son tan inútiles las autoridades en los tres órdenes de gobierno (FEDERAL, ESTATAL y MUNICIPAL) que al día siguiente del huracán nadie apareció en Acapulco. ¡Nadie! La población quedó sin líderes, desorientada, sola, sin nadie que le hablara y coordinara las tareas de auxilio, de proveer tanto refugios como auxilio médico y comida para los cientos de miles de afectados y, obviamente, los miles de turistas que quedaron atrapados. NADIE ESTUVO DEL GOBIERNO.
Así que, al sentirse solos, sin gobierno, la turba, de por sí ya contaminada a causa del ambiente que se vive en la ciudad, dejaron salir sus instintos salvajes y se lanzaron a los supermercados y tiendas departamentales al saqueo y la rapiña.
No por comida, que sin justificar, se hubiera entendido (pues no había despensas ni nadie que les diera algo para comer). ¡No, como fieras tras la presa se lanzaron sobre las pantallas televisivas, aparatos eléctricos de todo tipo, muebles, colchones y cuánta cosa de valor quisieron y se robaron sin que autoridad alguna les estorbara, firmando así la rúbrica del imperio del caos!
Un imperio que de no poner un alto a través del orden, del estado de derecho y el retorno a la democracia, los inútiles que cobran por dizque ‘gobernar’ nos dejarán totalmente en las manos de los criminales. Tenemos ante nosotros las elecciones del 2024 una última oportunidad para recobrar la vida republicana, la división de poderes, y la democracia. Democracia que esta banda de falaces e improvisados se ha empeñado en destruir día con día desde el 1º de diciembre de 2018.
¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!
Email: mahergo1950@gmail.com
Y EL DICTADOR DESTRUYÉNDOLO TODO
Pocos se hubieran imaginado el grado de maldad e insania mental de López Obrador. Su capacidad de mentir y destruir todo lo que le estorba a su mente perturbada carece de límites. No los conoce ni los admite. La ley le estorba, los otros poderes también, aborrece el estado de derecho. En su locura manifiesta actúa como monarca absolutista —por esa misma razón se fue a vivir a Palacio Nacional; capricho que nos cuesta a los mexicanos 6 millones de pesos cada mes (El Sol de México, 11/May/2020)— lo cual él mismo se cree. Su postura y acciones cotidianas muestran al loco. Un loco peligroso y absolutamente dañino para México.
En su discurso inicial en un salón frente a la Alameda Central de la capital, Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia mostrándose ante todos los mexicanos como lo que no ha sido. Ese día a la manera del Dr. Jekyll de Stevenson se comportó como un verdadero demócrata y defensor impecable de la ley, los poderes y las Instituciones públicas.
Para desgracia de los mexicanos y de México, apenas comenzó a tomar decisiones y apareció el Mr. Hyde en Palacio Nacional, solo que en la novela de Stevenson el personaje central se transformaba por breves períodos para luego retornar a la normalidad.
En el caso del tabasqueño no ha sido así. El que cobra como presidente de la República (cada vez más dañada y a punto del caos e ingobernabilidad) se fue transformando en un horrendo monstruo sin volver jamás a la normalidad de aquella noche que habló como demócrata.
Es obvio que alguien le escribió el discurso, pues nadie se transforma en otra persona de la noche a la mañana. Queda claro que López Obrador ha mostrado síntomas desde hace años de insania mental, pero no al grado que se encuentra en la actualidad. De aquel que leyó el discurso, al que madruga todas las mañanas para destruir el País y ofender a los mexicanos que le critican o no están de acuerdo con sus mentiras, derroches y caos por el provocado (y cada vez mayor) hay un abismo de distancia. Abismo que a estas alturas del sexenio resulta imposible superar. El tiempo se acabó.
Siempre simulando y mintiendo, no hay día que no destruya algo, engañando a los seguidores de su secta —que por conveniencia económica y política le obedecen y aplauden en automático— con argumentos siempre falsos y manipuladores, utilizando como lobo rapaz el disfraz del combate a la corrupción para devorar ovejas que simbolizan la vida democrática (Instituciones públicas, Fideicomisos, Estado de derecho, etcétera).
Es del conocimiento de muchos mexicanos, no de todos, pues hay un sector que no quiere darse cuenta de lo que sucede en el País (pero que le afecta y de no participar lo afectará con gravedad jamás contemplada) que en estos días el tabasqueño, ya fuera de todo control, ha emprendido un ataque en contra, primero de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, muy en particular contra la presidente Norma Piña. Ataques que ya se extendieron a todo el Poder Judicial.
El hombre de Palacio, como todo manipulador y demagogo tiene dos varas para medir. En sus ataques contra la SCJN, pero sobre todo contra su Presidente (con mayúscula), la referida Ministra Norma Piña Hernández, ha utilizado bandas de agitadores y golpeadores para atacarles de una y mil formas. De hecho, colocó un plantón de golpeadores deslenguados afuera del edificio cuyos ataques y ofensas cotidianas contra la Corte y sus integrantes (debido a la villanía y absoluta falta de respeto contra los integrantes de ese Poder) debieron ser detenidos y de ser el caso consignados a la autoridad capitalina correspondiente. No sucedió así. Impunidad total. No hay granaderos para ellos, según la 4-T ya no existen.
Pero como el dictador tiene dos varas, ya se dijo, las actuales manifestaciones de los funcionarios y empleados del Poder Judicial Federal (a los que el Tirano les ha robado 13 Fideicomisos con dinero de ellos mismos) han sido reprimidas precisamente por los granaderos (con suma fiereza y agresividad) ¿Pues no que ya no existían, aseguraba la hoy candidata Claudia Sheinbaum? En los ataques contra la Suprema Corte, no ha habido granaderos contra los vándalos enviados por la secta de la 4-T y/o MORENA.
Son manifestaciones organizadas por abogados (muchos de ellos con posgrado) que integran ese Poder, ofendidos todos los días por el desquiciado de Palacio Nacional, pero que están siendo reprimidos por el gobierno de López Obrador. Habrá de decirse que el Poder Judicial Federal se integra por abogados muy capacitados en las distintas ramas del derecho, de manera que la propuesta de AMLO de nombrar ministros y jueces por voto popular no es otra cosa que un disparate. Una estupidez monumental expresada por una persona que no sabe lo que dice. Que no tiene una idea de lo que está hablando.
Y para que no queden dudas a nadie, al momento de escribir este artículo estaban por reunirse con el dictador, sus pares de Venezuela, Cuba y Haití en Palenque, Chiapas. Reunión jamás vista en México y que solo presagia males para el nuestro y los países que padecen a estos monstruos (así como para toda la región).
Además, aumentar la deuda pública en un 38 por ciento para el año 2024 no solamente es criminal (que pagarían nuestros hijos, nietos y bisnietos). Debe ser causa para revocarle el poder y quitar a la bola de diputados y senadores que usurpan el cargo. Diputados y senadores son constitucionalmente los representantes de los ciudadanos, es decir, el pueblo mexicano; y estos lacayos del dictador no representan a nadie. Solo son simples empleados del Tirano. Un dictador demencial dispuesto a destruirlo todo (nunca ha trabajado en nada, ni aportado nada al País que no sea destrucción). La Constitución es el camino y la fuerza para volver al orden.
¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!
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