No existe nada peor que engañar con mentiras a las personas, en este caso (entre diez y quince) millones de mexicanos que se tragan sus cuentos falaces y, utilizar sus votos con fines políticos abismalmente distintos de los que dicen o aseguran. López Obrador y Claudia Sheinbaum han destruido la República y sus instituciones para dar paso a una vulgar y perniciosa dictadura cuya consumación se dio el pasado 1º de junio, todo bajo el engaño, la simulación, y la hipocresía.
En una farsa absurda e ignominiosa éste par de tartufos mostraron delante de propios y extraños lo que son capaces de hacer. De convertir un estrepitoso fracaso electoral en el que solo salió a votar el 13 por ciento y de esa minúscula masa social cuando mucho el 8 lo hizo para apoyar su fechoría —en contra de la democracia y la República—, anunciando y festejando un “triunfo” que sólo existe en sus mentes pervertidas y corazones emponzoñados.
En el año 2011 publiqué el primer tomo de mi obra titulada «MÉXICO: ¿ESTADO FALLIDO O PAÍS TRAICIONADO?» Y en el año 2013 el segundo. Ambos libros recogen nuestra historia patria a partir de los días previos a la guerra de Independencia, culminando sus páginas (756 en total) con el gobierno de Felipe Calderón.
En mi obra, y como advierte el título, se remarca el grave problema que hemos padecido los mexicanos durante toda nuestra existencia: ¡La traición de los hombres en el poder! Nacidos la mayoría en hogares en los que los valores cristianos y los ideales patrióticos se fomentaban, para desgracia de todos (y todas nuestras generaciones), hemos padecido un linaje entroncado a Judas (el traidor, sí, porque otros judíos con ese mismo nombre son dignos de todo honor y respeto, como Judas Macabeo, por citar a uno).
En el primer tomo del libro mencionado, narro los terribles hechos de la traición que provocó que la Independencia tardara una década más, y mucha sangre inocente corriera, pobreza y mucho dolor social:
—“Al día siguiente… los caudillos de la independencia salen de la ciudad de Saltillo en una columna integrada por catorce coches y escoltados por un millar de hombres… El itinerario fue el siguiente: Saltillo, Santa María, Anhelo, Punta del Espinazo del Diablo y Acatita de Baján. En este sitio ya se encontraba el traidor Ignacio Elizondo con 350 hombres bien armados y frescos para entrar en acción… (era el 21 de marzo de 1811). El otrora insurgente Ignacio Elizondo tiene la paciencia de hacer gala de su perversión al montar guardia con su gente para que pasen los coches de los caudillos ordenando a sus hombres que saluden con toda cortesía, lo que hace creer a los insurgentes que se trataba de fuerzas amigas. Uno a uno de los caudillos son aprehendidos…” (pág. 70).
Y así como el perverso Ignacio Elizondo traicionó la causa de la Independencia (movido por sus ambiciones y egolatría desmedidas), igual lo hicieron Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo, traicionando a México, su vida Republicana y la Democracia. Implantando de manera ilegítima —aprovechándose de la ignorancia e indiferencia de millones de mexicanos— una vulgar dictadura al estilo de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Atenidos a que el proceso de desmantelamiento de la República no podía realizarse de un día para otro, y que, de decirlo públicamente la inmensa mayoría de los ciudadanos se hubiera opuesto. Este par de traidores a base de engaños y mentiras cotidianas han manejado el discurso público desde Palacio inventando una realidad nacional que no existe, haciéndoles creer a los ingenuos e indiferentes (con el apoyo de cinco o seis millones de fanatizados dispuestos a todo) que seguimos en la “democracia”, al punto de decir el Mussolini de Macuspana, que “Claudia Sheinbaum es la mejor presidenta del mundo”.
Una realidad que llegado el momento les permitirá quitarse la máscara y mostrarse tal y como son. Una tribu de violentos anarquistas, hambrientos de poder y riqueza a los que el poder ha embriagado hasta perderse y descuidar del todo las formas, pues como decía Don Alfonso Reyes “no se es dictador en vano”.
En mi más reciente libro «De la Alemania Nazi al México de López Obrador»; narro y comparo la situación política, social, y económica de Alemania en los años ’30 del siglo pasado; con la situación actual de México. Los mecanismos utilizados por los nazis para desmantelar la República y la Democracia para instaurar paso a paso una dictadura, que no sólo convirtió Alemania en un monstruo sediento de sangre y riquezas, sino en una amenaza para toda Europa (y otras partes del mundo).
El mismo patrón ha utilizado López Obrador y la 4-T (MORENA) para desmantelar los poderes e instituciones republicanas, consumando su traición el pasado domingo 1º de junio con la dizque “elección judicial”. Elección que recuerda la manera como Hitler y sus huestes asaltaron, primero el Reichstag (Congreso) para tener el control, y al poco tiempo el Poder Judicial, echando fuera y con total violencia y humillación a todos los funcionarios —en primer orden a los de origen judío— poniendo en su lugar a nazis con ninguna carrera, ni experiencia ¿Le suena parecido el método?
¿No dijo acaso el Mussolini de Macuspana que le bastaba con capacidad de un 10% (para los cargos públicos) pero con un 90% de fidelidad a él. Así son los dictadores. Quieren ser el centro de la adoración política y humana (un tema francamente diabólico). En la dictadura de AMLO él es y debe ser el centro de todo y de todos. El compromiso de Claudia Sheinbaum y de su “gobierno” es ante todo con él y para él. En la autollamada 4-T no hay país, no hay mexicanos, no hay ley, no hay poderes; solo hay un inmenso territorio en el que tiene que reinar este impostor. Un coto de caza para que esta banda de incapaces, improvisados y ambiciosos den rienda suelta a sus instintos animales.
Y si todo lo anterior nos horroriza debido a lo que significa y el daño que nos implica y representa, saber que la inmensa mayoría de los integrantes de dicha Banda política son personas con cero capacidad para los cargos que detentan, la realidad resulta deprimente ¿Ese es el país que queremos para nuestros hijos y nietos?
No queriendo alargar el comentario, basta señalar que entre las bandas de narcos, asesinos, huachicoleros, extorsionadores (de todo tipo) y maistros anarquistas de la CNTE (acompañados de normalistas aprendices de guerrilleros) han hostigado hasta el extremo al país y la liga de la estabilidad social está a punto de romperse. De sumir al país en el caos y la ingobernabilidad. En suma: ¡La traición contra México ha sido total! Claudia Sheinbaum está a tiempo de zafarse de semejante delito (tipificado por el art. 123 del Código Penal Federal) y anteponer a sus deudas políticas, sus deberes para con México y los mexicanos. De lo contrario tarde o temprano el estado de derecho les llamará a cuentas a ambos.
¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!
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